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El difícil presente de la cantera del Barça

BARCELONA -- ¿Valía la pena fichar a Douglas teniendo a Montoya? ¿Cuál es el papel que puede cumplir Rakitic viendo a Samper? Si para algo sirvió el partido del martes frente al Huesca fue para poner en el escenario a los jugadores menos habituales en los planes de Luis Enrique... Y para seguir descubriendo a una cantera a medio camino entre el primer equipo y la puerta de salida.

Ahí, cerca de irse, está Montoya mientras Samper aprieta para mostrarse como un digno continuador de Busquets o de Xavi. Y está Adama Traoré, desatado en el cuarto de hora final, como crece Sandro o lo intenta Munir. Además de Masip, el tercer hombre de la portería que contempla resignado su papel residual a la sombra de Bravo o Ter Stegen.

El Barça que Guardiola puso en la cumbre bajo el liderazgo de la cantera empieza a ser un recuerdo que ha perdido trascendencia en los últimos tiempos, situación que se entiende a partir de comprobar que Pedro y Busquets fueron los últimos que se asentaron en la plantilla con un papel protagonista que intenta alcanzar Bartra en los últimos tiempos.

Pero nada es como era entonces. "Si aquí hay un 8 podemos fichar un 10, pero un 9 quizá no vale la pena", explicó en su día el hoy entrenador del Bayern, quien tomó en primera persona el chasco que significó el fichaje de Hleb y dio a entender con su apuesta por Thiago Alcántara que su apuesta por la filosofía propia era más que una simple declaración de cara a la galería.

"Hoy el protagonismo lo tienen Adama y Samper, pero mañana, la semana que viene, se hablará de Reus, se recordará a Kroos, se refrescará a Koke... En el Barça, ahora mismo, la cantera tiene muy difícil asentarse en el primer equipo porque la exigencia y la urgencia son máximas", explicó a ESPN una fuente próxima a la directiva, dando por hecho que por mucho que Luis Enrique sea un entrenador que da cancha a los jóvenes, está atado a la obligación de alcanzar un resultado inmediato.

A principio de temporada sorprendió la eclosión de un Munir que ocupó las portadas de todos los diarios e informativos. El joven madrileño fue presentado como la última gran sensación de la cantera sin caer en la cuenta que su peso específico era mínimo, o menos que eso, al lado de Neymar y a la espera de Suárez.

Ocurre poco menos lo mismo con Samper. El mediocentro catalán es visto en el club como una promesa de excelentes cualidades, un jugador que ofrece equilibrio, salida de balón con criterio, visión de juego y que lo tiene todo para asentarse en el primer equipo... Pero ahí choca con la realidad que representa el fichaje de Rakitic, la trascendencia de Mascherano, el peso de Busquets o de Xavi. Y no es fácil, para nada, hacerse notar.

Hace dos años Thiago dejó el Barça con destino Múnich y si bien es cierto que económicamente su status en el Bayern es mucho mayor que en el Camp Nou también es verdad que su salida se entendió a partir del limitado protagonismo que tenía en la plantilla. Impaciente para unos y lógico para otros, Thiago prefirió tomar un atajo a mantener la tranquilidad en un Barça en el que entendió era imposible crecer.

Y su nombre, el de Thiago, acude al primer plano del escenario ahora cuando se ve en el campo a Samper y a Adama principalmente. "Quiero pelear para ver si el año que viene puedo estar en la plantilla", afirmó el delantero de l'Hospitalet, sin caer en la cuenta de que la competencia en su posición no es feroz, sino algo mucho más difícil que eso.

Pedro se reivindicó con tres goles ante el Huesca y Luis Enrique no ha perdido la ocasión de mostrarle su confianza a lo largo de estos meses, pero el canario entiende su complicado presente a la sombra de Neymar y Suárez. Adama tiene por delante a Pedro, pelea con Sandro y se reta con Munir por hacerse ver. Una situación que se entiende fuera de lo normal.

"Messi solo hay uno... Y si echamos la vista atrás vemos que ni él tuvo un encaje inmediato en el primer equipo a pesar de que nadie dudaba que sería el crack del futuro", apuntó un exentrenador de la cantera, quien convino que el Barça es víctima de la grandeza que alcanzó en los últimos años a través no solo de una apuesta futbolística, sino, también, del peso que adquirieron los jugadores formados en La Masía.

"Coincidió la madurez de unos (Valdés, Puyol, Xavi o Iniesta), la explosión de otros (Messi), la eclosión de otros tantos (Pedro y Busquets) y el regreso de Piqué", recordó este técnico, para quien es "muy difícil" que se pudiera repetir una situación parecida en el futuro inmediato del club azulgrana.

La cantera sigue pidiendo paso en el Barcelona pero la urgencia del marcador y la dificultad de hacer frente a los gigantes de Europa, comenzando por el Real Madrid, frena su ascenso. No hay más secreto que ese porque por muy bueno que sea Samper, que lo es, y mucho que se adivine en Adama, se contempla una utopía pensar que pudieran hacer sombra a Rakitic o Suárez, por poner dos ejemplos.