BUENOS AIRES -- "Soy una clara muestra de que el rugby siempre da revanchas", comenta Lucas Ponce. El segunda línea de CUBA fue una de las caras nuevas de Los Pumas en la ventana de noviembre en el resonante triunfo frente a Francia. "Dos semanas después de perderme la final del URBA Top 14 por amarillas, estaba viajando a Europa", agrega.
Su caso fue atípico por la velocidad con la que tuvo que hacer la transición del rugby doméstico al internacional y porque su convocatoria respondió a la gran cantidad de lesionados. Aunque no fue algo improvisado: "Es un proceso de cuatro años, desde que terminé el Mundial Juvenil que estoy con el sistema de Seniors, así que tenía fe de que iba a llegar. Además, el rugby de Argentina es así, es lo bueno que tiene. A mí me encanta poder jugar con el club, con el seleccionado de Buenos Aires, después jugar con Los Pumas, y volver y estar de vuelta con Buenos Aires. Me pone muy contento poder jugar con todos y con cada uno", enfatiza Ponce.
- Tuviste un cierre de año soñado con tu debut en Los Pumas, ¿cómo transitaste esa experiencia?
- La verdad es que es una meta cumplida de la vida deportiva. Obviamente que no hay que conformarse sólo con eso, ir por más, ver cómo seguir para adelante. Sé que cuando te dormís un poquito y te relajás te pasan por arriba, así que hay que seguir metiéndole fuerte.
- Te tocó pasar por todos los seleccionados, ¿qué notaste de distinto en el primer equipo?
- Es otro nivel, jugar contra Escocia, Italia y Francia, son partidos muy duros. Se pudo ver contra Escocia, donde terminamos perdiendo, que son partidos muy físicos. Del nivel y el ritmo del club al seleccionado se puede sentir la diferencia, y de eso, es otro el cambio, pero hay que estar al nivel de las exigencias.
- Ya se abrió la primera puerta para el máximo nivel, ¿cómo imaginás el próximo año?
- No me gusta mucho imaginarme el año cuando está empezando. Sí me pongo metas fuertes y obviamente que está el Mundial y es la meta máxima del año que viene. Y después, si me quedo sin eso, estar lo máximo posible, representar otros seleccionados, estar en junio y jugar lo más que pueda en primer nivel.
- Parece lejano en el tiempo, pero CUBA es el último campeón del Nacional de Clubes y tendrá que defender la corona, con una pequeña modificación en la competencia y con la clasificación directa al Top 14, ¿qué evaluación hacés del nuevo esquema?
- Justo con esto estoy tratando de no pensar tanto en el club y enfocarme un poquito más en el seleccionado. Ojalá pueda estar abocado a eso, porque tenemos una primera mitad de año bastante ocupada. Y si me toca jugar con el club, trataremos de llegar a lo máximo. Lo mismo en el Top 14, tratar de llegar a la final y no perdérmela por amarillas.
- Más allá de ocupar tu mente con el Plan de Alto Rendimiento, imagino que no estás ajeno al cambio de entrenador en tu club, ¿cómo tomaste la modificación?
- Cuando propusieron a Piltrafa (Agustín Ezcurra; en lugar de Roberto Lasala) yo opiné a favor de su incorporación, y más de la mano de Rodrigo Aguirre, que es un amigo y es un tipo que se dedicó mucho al rugby dentro de la cancha, y ahora le toca desde afuera. Sé que va a hacer lo mejor posible y que tiene mucho para dar.
- En su etapa anterior, Ezcurra logró el campeonato de Reubicación con un plantel joven que fue la base del actual, ¿qué recordás de su paso?
- Jugué apenas dos partidos con él, porque yo estaba en el seleccionado juvenil y después tuve muchas lesiones al otro año. No compartí tanto, pero lo conozco bien y sé que la va a ir muy bien.