El Top 10 de la semana en la NBA

La temporada de la NBA va avanzando hacia su primer punto de inflexión, los partidos de Navidad del jueves que viene, pero esta última semana también nos ha ofrecido lecciones muy valiosas que vale la pena tomar en cuenta.

Una de ellas sobresalió sobre el resto de gran manera, y es que los Memphis Grizzlies tienen las garras afiladas y si te topas con ellos mejor que te prepares para una batalla campal sin cuartel.

Los San Antonio Spurs y los Golden State Warriors ya captaron el mensaje: Los Grizzlies no son ningún osito de peluche y tienen a las Finales de la NBA entre ceja y ceja.

1. Triple dosis de locura en San Antonio

Si quieres ganarle al campeón tienes que GANARLE, especialmente en su propia casa. Memphis captó al mensaje y, milagro de por medio, se llevó un triunfo enorme de Texas en el mejor partido del año hasta ahora.

En principio esta sección iba a arrancar con la tremebunda paliza de los Atlanta Hawks a los Cleveland Cavaliers este miércoles, pero la infartante victoria de los Grizzlies sobre los Spurs por 117-116 en triple tiempo suplementario horas más tarde se llevó la torta.

Para entender lo impredecible que fue este partido nos tenemos que remontar al triple de Danny Green que puso a los Spurs 92-89 con dos segundos por jugar tras ir perdiendo por 23 puntos en el segundo cuarto.

Green originalmente debía pasarle el balón desde afuera tras un tiempo muerto a Manu Ginóbili, pero el número 14 de los Spurs se apuró y se la dio a Boris Diaw. Diaw agarró el pase con dificultad y encontró a Manu, quien luego vio a Green solo en la esquina.

Los Grizzlies habían cometido el pecado cardinal de descuidar al pasador original. Swish. Fiesta en San Antonio, partido liquidado...¿no?.

No tan rápido, ya que Marc Gasol hizo una maniobra digna de Houdini y encestó un triple milagroso con Manu marcándolo impecablemente cuando sonaba la chicharra para mandar al partido a tiempo suplementario.

¿Saben cuantos triples había encestado Gasol antes de ese momento esta temporada? Cero de tres. A veces la suerte acompaña a los intrépidos.

Párrafo aparte para Tim Duncan, quien tuvo su propio doble milagroso antes de que suene la chicharra para empatar el encuentro 111-111 en la segunda prórroga.

Duncan originalmente no estaba en la cancha (reemplazado por Matt Bonner) pero volvió a ingresar para mantener a su equipo con vida tras un tiempo muerto pedido por los Grizzlies.

Ese doble ayudó a compensar por la inexplicable manera en que él pasó de ser un jugador que encesta al 70 por ciento de sus tiros libres a convertirse en Shaquille O´Neal y convertir apenas cinco de sus 15 intentos contra los Grizzlies.

Duncan es un gran jugador, pero su técnica estaba completamente ida y ni siquiera él podía creerlo. Dolía el solo verlo intentarlo una y otra vez durante sus 48 minutos en cancha, su mayor tiempo en la duela desde el 2008.

Por el lado de Memphis, ellos van segundos en la Conferencia Oeste con una marca de 21-4, pero lo más importante de todo es que ellos vencieron a los Warriors y a los Spurs convincentemente en partidos consecutivos.

Los Grizzlies son candidatos en serio y pueden ganar en cualquier lado, así de simple.

2. Águilas Asesinas

El marcador final lo dice todo. Cavaliers 98- Hawks 127. Eso sucedió este miércoles en Cleveland y sin la presencia del base Jeff Teague, armador y figura de Atlanta, nada más y nada menos.

El partido iba 65-60 en el entretiempo y los visitantes procedieron a despacharse con un parcial de 62-38 en la segunda mitad. Brutal.

Por cierto, según el Buró Deportivo Elías, el último equipo que perdió un partido por 29 puntos o más en casa y salió campeón fueron los Celtics de 1969, una época cuando todavía ni existían los triples. 45 años no son nada.

Al Horford abusó de Kevin Love como si él fuese un mero conito de entrenamiento en la zona pintada y anotó los 20 puntos más fáciles de su carrera.

Shelvin Mack encestó seis triples sin errarse uno solo mientras Kyrie Irving anotó apenas nueve puntos y ningún triple

La desorganización defensiva de los Cavaliers era tal que los Hawks tuvieron un 70 por ciento de efectividad en tiros de campo en la primera mitad y ese porcentaje apenas bajó a 64,5 al final del partido, el más alto permitido por los Cavs desde el 2004.

O sea, a ver si me explico: La comunicación entre LeBron James y sus compañeros era inexistente, un amague desde afuera de la línea de triple generaba una bandeja solitaria tras un solo pase.

La responsabilidad recae en los jugadores primero y en la incapacidad de David Blatt para hacer ajustes durante el partido en segundo lugar.

Los Cavs todavía no tienen la consistencia ni la mentalidad colectiva de un campeón, mientras que los Hawks han ganado 11 de sus últimos 12 partidos y vuelan alto al demostrar que ya no son el mismo equipo mediocre de siempre.

En Atlanta las Finales de la NBA ya no son una ilusión lejana, son un objetivo bien claro y obtenible.

3. Alrededor de la liga (marca de cada equipo en lo que va la temporada en paréntesis)

Toronto Raptors 105 (20-6) - Brooklyn Nets 89 (10-14): Los Raptors son el primer equipo de la Conferencia Este y el tercero de la NBA al llegar a 20 victorias, algo impensado antes del arranque de la temporada.

El partido en sí fue más parejo de lo que indica el marcador final, pero los Nets fueron de mayor a menor como ya es su costumbre mientras los Raptors se mantuvieron constantes bajo el mando de los 20 puntos y 12 asistencias de un Kyle Lowry que merece ir al Juego de las Estrellas.

Dato curioso de @ESPNStatsandInfo: Los Raptors cuentan con una marca de 68-40 desde que el rapero Drake fue nombrado como embajador del equipo. Este mundo definitivamente está al revés.

Charlotte Hornets (6-19) - Phoenix Suns 111 (13-14): Si los Hornets tienen algún tipo de suerte, esa definitivamente es mala suerte.

Charlotte pasó de ir ganando por siete contra un oponente con la moral por el suelo que arrastraba una racha de seis derrotas consecutivas cuando promediaba el último cuarto a perder por cinco.

Otro pésimo partido de Lance Stephenson: Siete puntos y dos asistencias como titular durante sus 25 minutos en cancha.

No creo que haya una peor combinación jugador/equipo que esta.

Denver Nuggets 111 (10-15) - Houston Rockets 115 (19-5): Este miércoles escribí una columna sobre las razones por las que James Harden debería ser considerado para MVP, y unas horas después él se despachó con 41 puntos en Denver.

Lo más importante de su actuación no fue su cantidad de puntos ni su efectividad (11 de 21 en tiros de campo), sino que Harden atacó al aro constantemente y como resultado contó con tantos tiros libres como tiros de campo a su disposición, encestando 18 de ellos.

Ese tipo de agresividad llevará lejos a los Rockets si su escolta y figura sigue jugando así.

Los Angeles Clippers 102(18-7) - Indiana Pacers 100 (8-18) : Los Pacers son malos pero por alguna razón le complican la vida a los Clippers, habiendo caído derrotados por siete y dos puntos respectivamente contra ellos en los últimos ocho días.

Sin embargo, cuando el monstruo de dos cabezas de Blake Griffin y DeAndre Jordan anda afilado, andá a ganarles.

31 puntos y 16 rebotes para Griffin, 15 y 23 para Jordan. IM-PRE-SIO-NAN-TE.

Miami Heat 87 (12-14) - Utah Jazz 105 (7-19): El Heat desperdició la actuación inspirada de Dwyane Wade con sus 42 puntos y sigue sin poder dar pie con bola en casa con una marca de cuatro victorias y ocho derrotas en el American Airlines Arena.

Se podrá sentir la ausencia de Chris Bosh todo lo que quieran, pero ser apabullados como locales contra un rival que había perdido 12 de sus últimos 13 partidos es inaceptable.

El jueves que viene se celebra la Navidad en Miami con la llegada de LeBron James y sus Cavaliers. No podría haber un peor momento para que eso ocurra para el Heat.

4. El Jugador de la Semana

Dwyane Wade (Escolta, Miami Heat): La lesión de Chris Bosh es casi catastrófica para el Heat, pero Wade se ha posicionado como referente y demostrado que todavía le queda calidad de sobra a los 32 años de edad.