BARCELONA -- "Me voy de vacaciones a mi tierra y en el coche no tengo televisión. Que gane el mejor". Con esta simpleza ventiló Luis Enrique la pregunta acerca de la final del Mundial que deben disputar Real Madrid y San Lorenzo, dando por hecho lo poco, o nada, que le interesa.
Sin embargo, al entrenador del Barcelona sí debe ocuparle el equipo merengue, por cuanto al hablar de los objetivos del año nuevo, del 2015, no ocultó que, al menos ahora, "hay un equipo que está siendo mejor que nosotros" en clara referencia al Madrid de Ancelotti.
Con la mirada puesta en el Córdoba pero sin olvidarse el entorno del tropiezo en Getafe, el técnico asturiano rechazó las críticas por el empate de la pasada jornada dejando claro que el Barça "mereció ganar. No acepto lo que se dice porque llegábamos con ocho victorias y ahora estaríamos hablando de una racha increíble", dijo un Luis Enrique que no debería estar al caso de los 22 triunfos que puede enlazar en la final del Mundial el Real Madrid.
"No estaba insatisfecho del partido en Getafe. Acabamos enrabietados por no ganar, pero para nada por la actitud y si no nos gusta exagerar cuando ganamos, menos aún dramatizar cuando no lo hacemos", sentenció el entrenador azulgrana, dispuesto a acabar el año con buenas sensaciones.
Con Neymar, que recibió el alta médica justo a tiempo, y el regreso de los titulares, el Barça cerrará este sábado el año futbolístico con un partido que no debe provocar dificultades frente al Córdoba. El equipo andaluz, que no visita el Camp Nou en partido de Liga desde 1972, ganó en su último desplazamiento a Bilbao, y a las órdenes de Miroslav Djukic ha abandonado la última posición, aunque las diferencias entre ambos equipos se adivinan muy acentuadas.
La presencia del delantero brasileño en el equipo que despida el 2014 se da por hecha, junto a Messi y Suárez en un nuevo examen para el tridente azulgrana, que se repartió los goles contra el París Saint-Germain en la Champions pero que aún no se ha mostrado en la Liga, donde el uruguayo no ha anotado todavía.
"No hay dudas con él", se repite desde el club, en todos los ámbitos, con un convencimiento absoluto. Suárez no es motivo de discusión ni de debate de puertas adentro, por mucho que en el entorno haya quien sí empiece a poner en duda el acierto de su fichaje.
Será por ello que en el Barça se presta más atención al vestuario y a las decisiones de su entrenador que al rival propiamente dicho. ¿Mantendrá Luis Enrique el sistema que empleó ante el PSG o volverá al 4-3-3 más habitual? Se da por hecho que el equipo azulgrana recuperará su dibujo más visto por cuanto el Córdoba no se presenta como una amenaza como sí lo era el PSG, pero en el entorno crece la sensación de que el entrenador podría revolucionar el once con una defensa de tres y poblando nuevamente el centro del campo, en un esquema similar al que mostró en la Champions aunque con distintos nombres.
"El Córdoba puede hacernos daño al contragolpe y deberemos estar muy atentos en cometer pocos errores", avisó en rueda de prensa el entrenador azulgrana, quien confirmó las vacaciones de sus jugadores hasta el próximo día 30 para comenzar a preparar entonces el choque contra la Real Sociedad.
El encuentro del pasado martes frente al Córdoba puso en el escaparate a varios jugadores que para nada son habituales en las alineaciones o en los planes del técnico del Barça y así fue obligado en ese aspecto referirse a Montoya. El cambio no se adivina por ningún sitio. "No hay minutos para todos y en una plantilla siempre debe haber algún futbolista que juegue mucho menos", aseveró Luis Enrique, mostrándose claro en que su pensamiento respecto al lateral no ha variado.