KANSAS CITY -- He escuchado las segurencias --nadie dentro de las instalaciones de los Kansas City Chiefs, para ser justos-- que se avecina el declive en la carrera del corredor Jamaal Charles.
La teoría se enfoca en la reiteración de lesiones con las que ha lidiado esta temporada como un indicativo que su cuerpo ha venido a menos, en especial con el exceso de carga que ha tenido en los años recientes. Lo más seguro es que ya no tarde mucho en perder habilidades.
Charles ha lidiado con más lesiones de las acostumbradas este año, las suficientes para intuir que se acerca el principio del fin. Desde problemas de pie en agosto y septiembre, hasta las actuales molestias de tobillo y rodilla, junto con la extraña situación de octubre cuando describió algunos síntomas de conmoción sin tenerla, ha sido una temporada atípica para él.
Pero Charles no ha alcanzado un punto donde sus habilidades vayan en declive. Si llegaste a esa conclusión, no hay manera que hayas visto el desempeño de Charles en los juegos recientes.
Con base en los números, Charles es más efectivo con el balón esta temporada en comparación con el 2013, cuando gozó de mejor salud. Charles promedia 5.2 yardas por acarreo, comparadas con las 5.0 de la temporada pasada. No está ni cerca de ser el receptor tan dinámico del año pasado, pero eso se debe más a problemas de ataque aéreo que de sus tropiezos.
La situación merece seguimiento. Cuando un corredor pierde habilidad, no sucede en un período de años, sino de la noche a la mañana.
Charles cumplirá 28 años la próxima semana. Esa representa juventud bajo muchos estándares, pero no para un corredor que ha tocado el ovoide más de 1,500 veces en una carrera profesional de siete años.
Así que sucederá y nos sorprenderá cuando eso pasa. Pero aún es pronto para asegurarlo.