Marcelino Fernández del Castillo | Enviado 9y

Auckland City, semiprofesionales que fueron verdugos de Cruz Azul

Alejado del glamour y los grandes reflectores, el Auckland City es el equipo que más veces ha participado en el Mundial de Clubes con seis, sin embargo, su máximo puesto había sido el quinto en la edición del 2009.

Su técnico, el catalán Ramón Tribulietx generó una revolución a su llegada, cambiando por completo el estilo típico del fútbol oceánico de balones largos, juego aéreo y directo, por uno de toque a ras de piso y acompañamiento que prioriza la técnica sobre el físico.

"Somos el único equipo que juega así en Nueva Zelanda" presumen técnico y jugadores, que a así siete años de aquel cambio de filosofía hoy encuentran el fruto de aquella siembra.

Pero el estilo de juego no es la principal novedad que presenta el Auckland, es un conjunto lleno de historias que contar.

Es un equipo semiprofesional, no tienen un lugar fijo para realizar sus entrenamientos y lo hacen por las tardes porque sus futbolistas alternan el deporte con otra profesión, tienen que pedir vacaciones para este tipo de eventos y a menudo hacen bromas relacionadas a que serán despedidos cuando regresan.

"Juntando los viajes desde el primer mundial de clubes, hemos ido de aquí a la luna y llevamos la tercera parte del regreso", comenta en inglés a periodistas internacionales, su jefe de prensa Gordon Watson.

Es en esos viajes donde se escribe la historia del Auckland, terminando el mundial partirán en varios grupos, cada uno, incluyendo jugadores, llevará parte de la utilería para pagar lo menos posible de equipaje extra, tan sólo el viaje a Marruecos hace un año tuvo un costo de 40 mil dólares. Es cierto que está vez obtendrán una bolsa de alrededor de dos millones de dólares por jugar el partido por el tercer lugar, pero no está de más generarle un ahorro al club.

Quizá el detalle más admirable de este grupo de románticos del fútbol, es que después de cada partido, ellos mismos limpian el vestidor para dejarlo en las mismas condiciones en que lo recibieron.

Hoy el Auckland City está en boca de todos a nivel internacional y se convirtió en el consentido de la afición, sus jugadores, técnico y staff gozan del momento sin perder la humildad, se les enchina la piel cada que se les pregunta: ¿Cómo recordarán este mundial de clubes? O ¿Qué hubiera significado el Real Madrid?

Las ganas de crecer los han llevado a plantearse una mudanza a la liga australiana, pero eso llevará tiempo.

Con un sabor agridulce llegaron al partido por el tercer lugar. Orgulloso por llegar más lejos que antes, pero con un dejo de tristeza porque pudieron llegar más lejos. Este equipo demostró que su corazón no tiene límites y que pronto volverán para seguir cautivando al mundo.

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