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Nombres propios del Barcelona

BARCELONA -- Apareció por sorpresa Montoya, estreno su cuenta goleadora en la Liga Suárez, brilló como anotador y asistente Pedro, se reivindicó como solo él sabe hacerlo Xavi y cerró la fiesta Messi.

El Barçelon se despidió del 2014 con una goleada que apartó del plano el aburrimiento y que puso en el escenario a cinco futbolistas. Los nombres propios.

Pedro dejó en el banquillo a Neymar y agradeció la confianza de Luis Enrique por la vía rápida. Apenas cumplido el primer minuto supo encontrar el hueco al pase de Rakitic para romper la resistencia del Córdoba.

El canario buscó el desmarque, corrió en las coberturas, jugó al primer toque y en el desangelado fútbol del Barça se diría que fue de lo único que se apartó para encontrar el buen sentido al juego.

Devuelto al escenario, Pedro ha cerrado el mes de diciembre con seis goles.

¿El Arsenal? "Nada. Yo estoy bien aquí y todos estos rumores a mi no me preocupan. Mi ilusión es seguir en el Barça y lo demás no me preocupa" proclamó al acabar el partido, dejando claro cual es su intención.

Suárez fue el más beneficiado de la brillantez de Pedro, quien al comienzo de la segunda mitad le regaló el 2-0 con una excelente asistencia que sirvió para que el uruguayo, a la octava jornada, por fin viera puerta y estrenase su cuenta goleadora.

Fue el gol, más un remate ajustado, lo mejor que ofreció un Suárez que sigue sin encontrar a pesar de todo su lugar en el terreno de juego.

Por detrás de todo sobresalió Montoya. Una semana después de que su representante pidiera expresamente al Barcelona que abriera la puerta al jugador por su nula presencia en los planes de Luis Enrique, el entrenador le dio por segundo partido consecutivo un puesto en el once y el canterano se destacó entre lo mejor de la tarde.

Fue él quien inició la jugada del primer gol, quien cerró su banda con acierto y subió la banda con lógica para acabar con buenos centros. Si tendrá o no continuidad habrá que verlo en el futuro inmediato, pero, sin duda, ante el Córdoba demostró estar capacitado para luchar por la titularidad. A Xavi le correspondió el papel de recuperar las esencias del juego.

Por bien que Rakitic cumplió, la entrada del canterano provocó que en los últimos 25 minutos se viera al Barcelona más reconocible, con él al mando, repartiendo con fiabilidad y acelerando el juego de combinación. Y llegó a tiempo para asistir a Piqué en el 3-0 e iniciar la jugada del 4-0 porque se sigue demostrando que un poco de Xavi es mucho.

Como mucho es Messi. El argentino cerró la tarde con dos goles intrascendentes para la victoria en lo que sería una buena noticia para el colectivo, que por una vez no necesitó de sus dianas para ganar.

Pero más allá de los goles, Leo dijo adiós al 2014 buscando el balón y tomando el papel de líder absoluto del equipo, encarando, combinando y buscando el área rival. Si algo nunca se le discutirá a Messi es que juegue frente al PSG o ante el Córdoba su deseo de destacar y colaborar es el mismo.

GOLES COMO FIRMA...

En los cinco últimos partidos que el Barça ha disputado en el Camp Nou ha marcado un total de 26 goles. Sevilla, Espanyol y Córdoba se han llevado cinco cada uno en las tres últimas jornadas de Liga como local, tres se llevó el PSG en la Champions y ocho recibió el Huesca en la Copa del Rey.

A quien ponga en duda el futbol se le podrá contestar con el marcador, al menos en casa. El equipo de Luis Enrique ha dado un paso al frente cuando juega al amparo de su público y aunque le cueste mostrar la excelencia futbolística que se le supone, los resultados le otorgan tranquilidad....

Y NEYMAR SEÑALADO

El viernes recibió el alta médica y este sábado se quedó los 90 minutos sentado en el banquillo. Ni salió a calentar y fueron solamente Xavi y Rafinha quien entraron en el campo.

Si se entendió de alguna manera como un descanso o por la confianza en Pedro, también pudo verse como la manera de gestionar de Luis Enrique, después de que en días pasados se rumorease que Neymar tenía la intención de no forzar y marcharse antes de vacaciones.

Se quedó, tuvo el alta y no jugó. Todo en uno. Las imágenes que se vieron del banquillo le mostraron sonriente de entrada, serio después y con mala cara al final, por cuanto Neymar no debía esperarse la sorpresa de quedarse fuera del último partido del año.

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