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Oportunidad en bandeja de plata

DALLAS -- Tony Romo insiste en que la postemporada para los Dallas Cowboys comenzó hace algunas semanas.

El mariscal de campo de los Cowboys está convencido de que siguen sin margen de error, a pesar de que tienen la mayor cantidad de victorias desde el 2009.

Pero para Romo y el resto de los Cowboys un triunfo este domingo en casa sobre los Indianapolis Colts significará el boleto a playoffs por vez primera en cinco años.

De hecho, a partir de este enfrentamiento contra los Colts, los Cowboys (10-4) tendrán dos oportunidades para ganar un juego y avanzar, gracias a que los Philadelphia Eagles (9-5) perdieron el viernes por la noche ante los Washington Redskins.

Los Cowboys sólo necesitan un triunfo para coronarse campeones de la División Este de la Conferencia Nacional.

"Nosotros no pensamos en esos términos, sólo en que es un juego a la vez y este domingo es contra los Colts", dijo Romo. "Cada semana jugamos por todo. Así es la NFL en esta época del año".

"Desde hace dos semanas en Chicago, sabíamos que si perdíamos sería difícil llegar (a postemporada) por la manera en que está la NFC", agregó. "Salimos bien. Ahora hay que hacerlo por tercera semana consecutiva. Y después, otra vez en Washington".

Romo venció a los Colts en el vetusto Texas Stadium, la única vez que los ha enfrentado; en la cuarta apertura como titular de su carrera, en el 2006. Reconoce que será complicado repetir esa historia el domingo, sobre todo si su corredor DeMarco Murray, el guardia derecho Zack Martin y el tackle derecho Doug Free no juegan por lesión.

Murray, líder en yardas ganadas por carrera en la NFL, fue operado de una fractura en la mano izquierda el lunes pasado, pero ya entrenó jueves y viernes. Murray y Free sufren de los tobillos y estuvieron sin practicar toda la semana.

El dueño y gerente general del equipo, Jerry Jones, confió en que los tres jugarán, aunque será menos probable con Free.

Sin embargo, los Cowboys deberían estar más preocupados por sus jugadores defensivos, ya que el domingo enfrentarán a una de las ofensivas más poderosas de la liga.

Indianápolis tiene a la décimo quinta defensiva en yardas totales permitidas; 19 contra el pase, 16 ante la carrera y son los décimo séptimos peores en puntos permitidos. En cambio, la ofensiva es la tercera que más yardas produce y por pase son los mejores de toda la liga; algo que se le ha complicado defender a los Cowboys toda la temporada y en años recientes.

El quarterback de los Colts Andrew Luck es el líder en yardas aéreas (4,442) y los Cowboys son la vigésima peor defensiva contra el pase en la NFL:

Peor aún, por momentos parece que ninguna ventaja de su ofensiva es suficiente para asegurar victorias.

Por ejemplo, la semana anterior en Philadelphia, los Cowboys ya ganaban por 21 puntos a principio del segundo cuarto; en la segunda mitad estuvieron abajo en el marcador, antes de que Romo y compañía tuvieran que explotar más a la ofensiva para asegurar un triunfo 38-27.

Una jornada antes, igual sucedió en Chicago, donde los Cowboys tuvieron que anotar 41 puntos para asegurar el triunfo.

"Creo que este equipo está concentrado lo suficiente porque sabemos que tenemos un gran reto", dijo el esquinero Orlando Scandrick. "Todos vamos a valorarlo; saldremos a jugar duro y hacer las cosas que hacen los equipos ganadores. Y ya veremos qué pasa".

Para buena fortuna de Scandrick, el receptor más productivo de Luck, T.Y. Hilton, está mermado para enfrentar a los Cowboys por un tirón muscular en la pierna derecha. Hilton suma 1,345 yardas por recepción, la cuarta mayor cifra en la NFL y está considerado "cuestionable" este domingo, mientras que el tackle derecho titular Godsder Cherilus está descartado por lesión en la ingle.

"Nos estamos preparando para enfrentar a un equipo muy explosivo a la ofensiva", reconoció Scandrick. "Con ese quarterback, esos receptores, esas alas cerradas.... El juego por pase es muy natural para ellos".

El entrenador de los Cowboys, Jason Garrett, consideró que la presión es la mejor y quizá la única manera de los Cowboys para detener al menos en algo la explosividad de Luck, cuyas 12,688 yardas por pase son la máxima cifra de la historia en sus primeras tres temporadas para cualquier quarterback en la era del Super Bowl.

"Ciertamente, tenemos que estar alrededor de él y afectarlo de alguna manera", dijo Garrett.

Los Cowboys, que han sufrido sus cuatro derrotas de esta temporada en casa, lideran 9-6 la serie de por vida entre ambos equipos.