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Circuito eléctrico: Parte I

BUENOS AIRES -- Detrás de los festejos y flashes de ocasión, la temporada 2014 no estuvo ajena a una estable cuota de controversia. En el espectro, hubo críticas y posturas encontradas que alimentaron debates necesarios, pero también polémicas insólitas y algunos cruces bien picantes. Acompañando el balance del año, un primer repaso por el costado más visceral del circuito.

Calor extremo: prevenir vs. resistir
Apenas iniciada la temporada, Australia reavivó la discusión sobre el calor y las condiciones que debían afrontar los protagonistas, con temperaturas superiores a los 40° por varios días consecutivos y la oscilante reticencia de la organización a suspender los partidos. Una de las voces críticas más efusivas fue la de Maria Sharapova: "Es complicado jugar en un escenario como este. ¿Cuándo se debe parar? Nadie lo sabe. El otro día cuando pedí trainer le pregunté a la médica: '¿Qué tiene que pasar para que cierren el techo o paren el partido?' y me contestó que no tenían control sobre eso. Encima cuando uno trata de descansar lo máximo posible entre los puntos, te advierten por violación de tiempo. Se debería pensar un poco más en la salud de los jugadores". El contexto también incluía el desmayo de un ball boy y la disparatada alucinación de Frank Dancevic. Pero no todos estaban de acuerdo con ponerle límites al asunto...

"Hay que aprender a vivir con ello. Quiero decir, las condiciones son las mismas para los dos, entonces se vuelve más un aspecto mental, donde uno sencillamente no se puede resignar. Si has entrenado lo suficiente para llegar hasta aquí y crees que puedes hacerlo, no hay razón para fallar. Si no puedes aguantarlo, tira la toalla", oponía Roger Federer. Novak Djokovic se reconocía en la misma línea, cinco años después de él mismo tener que retirarse del torneo a causa del calor: "Con los años fui madurando como jugador y como persona. Aprendí nuevas cosas, me fui desarrollando, volviendo más fuerte. Aquí todos estábamos al tanto de cómo iban a ser las temperaturas de estos días. Ya en la previa del torneo se venía hablando de pronósticos superiores a los 40 grados. Simplemente preparé mi cabeza para ello".

Lo cierto es que el debate dejó su marca en Tennis Australia, y en las últimas semanas de 2014 la organización dio su veredicto: actualización en la política de calor extremo, manteniendo la decisión final en el árbitro del torneo, pero dejando en claro los apuntados parámetros de evaluación: en concreto, para 2015 se contemplará suspender los partidos (o jugar bajo techo, en los casos que lo permitan) cuando la temperatura exceda los 40° y el índice WBGT [que contempla humedad, sensación térmica y dirección del viento] supere los 32.5.

Táctica defensiva: los Bryan vs. McEnroe y la ATP
La primera historia comenzó en el cierre de 2013, con una sentencia desafiante del ex-N°1 del mundo: "¿Para qué se sigue jugando el dobles? Es un circuito de jugadores lentos que no tienen la capacidad para hacerlo en singles". Peter Fleming, compañero de McEnroe en 51 de sus 71 conquistas en la especialidad, echaba más leña al fuego: "Por estos tiempos escucho que los Bryan son la mejor pareja de todos los tiempos... Me resulta increíble". Bob y Mike guardaron silencio. Hasta estar cara a cara...

En el marco del Día Mundial del Tenis, la mejor dupla del circuito se enfrentó a los hermanos McEnroe en un partido pensado en clave de exhibición. Pero los mellizos no tuvieron piedad. Ya en la primera pelota salieron agresivamente a buscar el punto. Tras ganarlo, hicieron el clásico salto-festejo. Show. Pero la intensidad no cesó: 2-0, 3-0... 7-0 (el partido estaba pactado a ocho). John había empezado risueño, tirando la raqueta ante un error de su hermano y prestándose al espectáculo. Pero poco a poco su cara fue mutando.

Días después, luego de consagrarse en Indian Wells en un cuadro con siete singlistas Top 10, los Bryan verbalizaron esa bronca: "Mucho se habló de que los doblistas no estaban a la velocidad de lo que se juega en singles", le transmitieron a modo de pregunta. Pero Bob pisó el freno: "¿Seguro se habló mucho? ¿O fue una sola boca? Creo que eso solo representa el pensamiento de una persona, pero lamentablemente tiene una gran repercusión".

De Indian Wells a Miami, otro título para los Bryan y otro foco de conflicto. Esta vez, contra la propia ATP. ¿La razón? El hecho de que no se televisara la final ante Juan Sebastián Cabal y Robert Farah. "Estamos hablando de una final de Masters 1000, dos equipos importantes y un gran nivel de tenis. Entiendo que en Estados Unidos sea difícil que un partido de dobles llame la atención de las grandes cadenas, pero sé que más de un canal en Colombia habría elegido pasar el juego", disparó Mike. "Es criminal que no haya habido una cámara transmitiendo aunque sea una señal online. Es lo menos que la ATP podía hacer. Y convengamos que no se necesita mucho. Si hace falta lo pago yo. O pongo un amigo a grabar en alguna cabecera -completó Bob-. Es algo que hay que hablar entre nosotros. Tenemos que hacer que sea obligatorio, al menos en torneos Masters 1000. Vamos a llevarlo al Consejo de Jugadores".

Un mundo sin mediadores: Nadal vs. los umpires
Una jugada puntual en Monte Carlo despertó la bronca del español contra los jueces. La regla implicada no era otra que la de los 25 segundos entre uno y otro punto. Rafa volvió a pedir que atendieran el contexto en que se elevan esas advertencias (en su caso, tras un largo intercambio en pleno break point), y fue letal en su respuesta: "Yo trato de apurarme, pero a este paso ¿por qué no poner un reloj en la cancha y dejar de lado al juez? ¿Por qué siguen ahí si no hacen el esfuerzo de entender el juego?".

El reclamo de Nadal (más como descarga que como verdadera propuesta) tuvo eco, una vez más, en John McEnroe, que en la previa de Wimbledon postuló, medio en broma, medio en serio, deshacerse por completo de árbitros y jueces de línea: "Pongan ojo de halcón en todas las canchas y que los jugadores sean los que decidan si una pelota entró o no".

Consultados al respecto, Andy Murray y Ernests Gulbis tomaron distancia de la crítica compartida y coincidieron en que siempre haría falta el juicio de un tercero. Y Tomas Berdych remató la postura con un dardo a Victor Hanescu, rival de ocasión por aquellos días: "Hubo una jugada donde el árbitro directamente le preguntó si había tocado la pelota. Él dijo que no, pero fue muy claro que sí lo había hecho. Se escuchó el contacto, incluso. Así que ahí ya tienes un caso donde no habría justicia".

Errani vs. la prensa italiana
La ex top-ten protagonizó una escena bien particular en pleno Roland Garros, pisando ya segunda semana tanto en singles como en dobles. Precisamente tras una nueva victoria junto a Roberta Vinci, la cuarta pregunta de la conferencia viró a su próximo partido en individuales ante Jelena Jankovic. Y comenzó la confrontación: "Hoy hablo solo del dobles. Si quieren preguntar por singles, deberían haber venido a la conferencia de ayer, cuando le gané a Glushko". Es que en paralelo a aquella rueda de prensa, Fabio Fognini se jugaba su suerte en el torneo en cinco cambiantes sets ante Gael Monfils. Y la cobertura selectiva de los periodistas puso de manifiesto el latente fastidio de Errani.

El desplante lógicamente derramó tinta de sobra contra la actitud de la jugadora, pero tras el célebre choque con Jankovic, la italiana llegó a la nueva conferencia con un contraataque preparado: "Para no quedar presa de los nervios y el cansancio, y correr el riesgo de ser malinterpretada, he preparado estas líneas -leyó, ante los periodistas con los que se había cruzado un día antes-. Todos saben que soy una chica tímida, a la que no le gusta ser el centro de atención. Pero siempre traté de ser un buen ejemplo, dentro y fuera de la cancha, y estuve disponible para todas sus preguntas, incluso después de partidos largos y agotadores. Lo que deben entender es que la vida de una jugadora va más allá de un partido".

"Dicho esto -retomó-, debo remarcar que muchas veces mis palabras se han visto manipuladas para causar sensacionalismo o controversia gratuita. Por eso, como no me gusta discutir, les pido que cuando contesto lo que me preguntan, transcriban eso con la verdad. Si no les gustan mis respuestas, lo lamento, pero son directamente proporcionales a sus preguntas. Creo haber demostrado en otro tipo de entrevistas que cuando las preguntas son interesantes, puedo abrirme con soltura". Y pese a no individualizar sus críticas o a especificar qué había sido tergiversado para llegar a esta confrontación pública, remató: "Las cosas que han ocurrido en los últimos días me parecieron desagradables, pero fundamentalmente injustas. Espero que esto marque un nuevo comienzo para todos".

Rafter vs. ITF y el otro extremo del reclamo
De un tiempo a esta parte ha dejado de ser inusual escuchar críticas de jugadores y entrenadores hacia la vigente organización de la Copa Davis. El formato y el calendario encabezan la lista por un campo de distancia, reflotando alternativas como jugarla cada dos años o de corrido en 15 días. Pero en el desarrollo de los playoffs que decidieron el mapa del Grupo Mundial 2015, el capitán australiano, Patrick Rafter, cuestionó con vehemencia otra arista del reglamento, más bien periférica pero igualmente atendible.

El contexto: Australia, ya 3-0 arriba, llegaba a los cruces de domingo con un Lleyton Hewitt consumido por singles y dobles, más Chris Guccione tocado desde lo físico. Sam Groth llenaba uno de los espacios vacíos. Pero Rafter se rehusaba a utilizar en el restante a Nick Kyrgios -otro que por entonces arrastraba distintas molestias-. En vez de ello, quería mandar a la cancha al quinto jugador, Thanasi Kokkinakis. Pero tras un denso intercambio con la ITF, llegó la lógica negativa. "Aquí es cuando la regla se vuelve pura mierda. Es un partido irrelevante, no le veo sentido sentido a lo que hace la ITF. Quería poner a Thanasi. Creo que sería bueno para todos verlo jugar y notar el potencial que tiene", fustigó Rafter. Luego de la polémica, Kyrgios ocupó ese lugar y redondeó el 5-0 para los australianos.

Algunas semanas después, el foco de crítica hacia la ITF mutó del Grupo Mundial de Copa Davis a los Futures sudamericanos, con la carta del argentino Tomás Buchhass y la queja por el destrato que los jugadores padecen en el menor circuito del tenis profesional. La descarga tuvo una difusión masiva y respuesta formal de la entidad. Pero mientras se esperan anuncios de cambio, la ATP aumenta cada vez más la brecha...