ESPNDeportes.com 9y

El tercer acto de Dwyane Wade

Este jueves veremos reanudada a una de las rivalidades más intensas de la NBA en Miami, forjada por dos amigos que unieron fuerzas en el 2010 tras siete años jugando en equipos distintos para dominar a la Conferencia Este y ganar dos anillos, aunque cuatro años después uno de ellos decidió volver a casa y reavivó una llama que había permanecido apagada.

Esa rivalidad es la de Dwyane Wade contra LeBron James, dos compinches separados por el destino.

Wade querrá demostrar que todavía puede jugarle de igual a igual al mejor jugador del planeta como si fuese el 2006, cuando él anotó 44 puntos y LeBron 47 en un duelo digno de dos pesos pesado del básquetbol.

El máximo ídolo de la historia del Miami Heat está haciendo un gran trabajo de demostrar que sigue siendo un jugador de elite al ser el octavo máximo anotador de la NBA actualmente con un promedio de 22.8 puntos y 5.5 asistencias por partido.

Todo eso ocurre mientras Chris Bosh se ve marginado por lesión y él arrastra al peso de mantener a flote a una franquicia que fue metafóricamente abandonada en la calle, descalza bajo la lluvia sin saber lo que le depara el futuro con su estirpe de campeón como único consuelo a mediados de este año.

Sin embargo, lamentablemente para Wade, el 2014 no es el 2006 y el paso del tiempo le pasa factura a un cuerpo que "se cayó siete veces y se levantó otras ocho".

El parte médico del Heat indica que el escolta de 32 años no jugó contra los Boston Celtics este domingo por una molestia en la rodilla además de otras siete ausencias anteriores esta temporada por una lesión en el muslo tras un total de apenas 28 encuentros disputados.

El Heat paradójicamente cuenta con una marca de 4-4 sin Wade en la cancha comparado con una de 9-11 con su presencia en ella. Sin embargo, a veces los números sí mienten y no revelan que Miami necesita a su referente entero física y mentalmente para regresar a los playoffs por séptima temporada consecutiva.

El asunto es simple, cuando Wade está al 100 por ciento él todavía es capaz de elevar al nivel de sus compañero, de darle un salto de calidad al equipo y de enfilar hacia el aro con abandono obteniendo 10 tiros libres o más en tres de sus últimos nueve partidos, incluyendo una memorable actuación con 42 puntos y 18 de 21 tiros libres encestados contra el Utah Jazz el miércoles 17 de diciembre.

Actuaciones como esas ocurren gracias a la responsabilidad adicional que asume tras la lesión de Bosh y la ida de LeBron. Wade ha vuelto a ser el líder alfa del equipo y toma ese rol con una mezcla de orgullo, alegría y resignación.

Wade puede decir que él y LeBron siguen siendo amigos, eso es verdad, pero cuando él vea a su mejor amigo con la número 23 de los Cavaliers puesta del otro lado de la cancha antes del salto inicial seguramente sentirá una mezcla confusa de bronca y orgullo en ese momento.

Bronca porque LeBron se tomó su dulce tiempo para tomar su decisión de volver a casa tras cuatro años en los que Wade resignó elogios, puntos y gloria personal por el bien colectivo, por el objetivo de ambos que era salir campeones jugando juntos.

Wade y Miami acogieron a LeBron y lo hicieron sentir en su casa lejos de casa cuando el resto del país lo había desterrado como presunto traidor de sus raíces.

Orgullo porque su amigo está feliz, y eso no se negocia. Por más que haya dolido verlo partir y el destino de Wade y el Heat no vuelva a ser el mismo, las cuatro Finales de la NBA alcanzadas y los dos campeonatos obtenidos son recuerdos tan alegres como indelebles.

Es por eso que él declaró que espera que los simpatizantes del Heat aprecien a LeBron y lo reciban "muy bien" en su primer partido en Miami como nuevo rival con una ovación que diga "gracias por cuatro años inolvidables".

Wade, mientras tanto, se pondrá la camiseta número 3 que eventualmente será retirada cuando él de un paso al costado tras una notable trayectoria con el equipo con el que disputó toda su carrera.

Él mirará fijamente a su amigo y ahora también acérrimo rival, conociendo sus fortalezas y sus debilidades mejor que nadie, e intentará retroceder el tiempo por al menos un día.

En todo caso, Wade no necesita volver a casa, él ya está allí y tiene pensado protegerla a toda costa.

^ Al Inicio ^