Tomás Rodríguez Couto 9y

"Corretja es como un segundo padre"

BUENOS AIRES / SANT CUGAT DEL VALLÉS -- Los que lo conocen desde sus etapas de juvenil coinciden: "Asombra su sencillez. Reacciona igual al perder en primera ronda de un Future o después de jugar semifinales de un Challenger". Palabras dirigidas a Pedro Cachín quien, con 19 años, está entre los 10 más jovenes del Top 300.

Antes, supo formar parte del equipo argentino campeón del Sudamericano Sub 14 y jugó el Mundial de la categoría, en tiempos en los que desequilibraba más con su revés que con su drive. Dos años después disputó el Sudamericano Sub 16, donde fue subcampeón para también estar en el Mundial, credenciales que lo mostraban como una de las esperanzas del tenis albiceleste, ratificadas en 2013, cuando estuvo gran parte del año entre los 10 mejores Sub 18 del planeta, coincidiendo con nombres como Alexander Zverev, Borna Coric, Gianluigi Quinzi, Stefan Kozlov y Christian Garín.

De ahí, a terminar 243º ATP en la primera temporada dedicado exclusivamente al profesionalismo había un largo trecho: "No me imaginaba un año así, empezando 500 y pico y terminarlo 250º. No lo planifiqué así, necesitaba tener muy buenos resultados para eso. Este año trabajé mucho, hice un esfuerzo muy grande en venirme a España y dejar muchas cosas de lado. Es difícil estar acá, lejos de todos los afectos. Ahora vino un amigo, pero es el único que vino desde mayo. Es difícil. Con Mariano nos conocemos de Bell Ville y pasábamos juntos todo el día. Ahora se recibió de psicólogo y se regaló el viaje".

Así grafica Cachín, a ESPNtenis.com, vía teléfonica, su reto luego de representar a su país en los Juegos Odesur: viajar a Europa con un puñado de Futures agendados en su celular pero sin fecha de regreso: "Me vine en mayo sin saber cómo terminaba todo ni que me quedaba cinco meses. Vine sabiendo que me iba a ver Alex pero no me conocía. Salió todo bien, por suerte. Le gustó cómo jugué algunos torneos y me planificó un año muy bueno".

Alex es Corretja, el mismo que supo ganar el Masters de fin de año y jugar dos finales en Roland Garros, además de tocar el número 2 del ranking mundial. "Lo conocí por un amigo en común. Me vio jugar y le gustó mucho. Tuve que hacer un esfuerzo pero sabiendo que estaba con la gente correcta. No hubiera sido lo mismo en Argentina. Acá hay muchísimos torneos y tenés tiempo para todo: después de cada torneo que termina, podés volver a tu casa el mismo día. Eso para la cabeza es muy bueno. Hace tres semanas terminé el año y estoy muy tranquilo para comenzar 2015 con todas las ganas. Ya me recuperé del 2014 que tuve".

Cachín ya volvió a Sant Cugat del Vallés, a unos 15 kilómetros de Barcelona, donde realiza la pretemporada y pasará las fiestas de fin de año, luego de estar apenas un mes en Sudamérica cuando incluyó Challengers en San Juan, Córdoba (semifinalista), Guayaquil, Montevideo (nuevamente semifinalista) y unos pocos días en su ciudad, con su familia, donde tuvo tiempo de analizar su temporada. Un título en Italia y otro en España, donde alcanzó otras dos finales, le dieron la tranquilidad necesaria, después de las inevitables dudas: "No es que me quedé en Europa porque siempre me iba bien. Perdí muchas primeras y segundas rondas. En Italia pasé momentos duros, de verdad que me quería volver porque la estaba pasando mal. Pero cuando volví a Barcelona me reacomodé. Los resultados acompañaron pero los busqué" cuenta, mientras no tiene certeza del nivel de torneos que afrontará en 2015: "Futures, Challengers o quallies de ATP. No sé".

"Los Futures de España son duros pero el nivel te va llevando, no llegan a ser tan duros como un Challenger, aunque sea de Sudamérica. En Italia, en cambio, son todos muy duros", analiza, comparando los lugares más complicados para crecer en el ranking, teniendo en cuenta la cantidad de jugadores que eligen estos países para residir en sus primeras etapas como profesionales.

"Estoy al lado de alguien que me quiere de verdad"

Nacido en Bell Ville, creció tenísticamente en el Sport Club de Villa María, el mismo lugar que desarrolló a Facundo Argüello. Para él, este lugar fue clave para su formación: "Al nunca vivir en Buenos Aires no tuve muchas de las presiones. Además, no me gusta mostrarme mucho... soy muy tranquilo con las redes sociales. Mi familia siempre me pidió que sea una buena persona, por eso me vieron bien acá. Eso también hizo que me quede en España. Le costó mucho a ellos, siempre les voy a agradecer".

A 10 mil kilómetros de la tierra de Eduardo Massó, Mario Alberto Kempes y de los creadores de la pelota sin tiento, Cachín descubrió una relación especial, ya con Corretja como su entrenador "fulltime": "La relación con Alex es como la de un hermano mayor o un segundo padre. Alex tiene una experiencia como muy pocos y está muy implicado. Que él se entregue como se entrega sin yo ser nadie, me enorgullece porque siento que estoy al lado de alguien que de verdad me quiere. Lo mismo para Enric (Molina, ex juez de silla, hoy Director General de Big Match Player). Son dos tipos que me ofrecen todo y me hacen sentir como alguien de su familia. Ellos hacen el trabajo de entrenador y de manager, me dan tranquilidad porque buscan el mejor calendario posible. Hice una apuesta, me vine y estoy disfrutándolo".

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