Martín Urruty 9y

MárquezGP

BUENOS AIRES -- Si la temporada estreno de Marc Márquez en el campeonato mayor del motociclismo de velocidad había provocado un hilván de perplejidades, su defensa del título de MotoGP en 2014 fue cimentada con más récords de precocidad y rendimiento hasta sentenciar el Mundial a mitad de año. El español aprovechó cada oportunidad a la mano para encadenar con maestría una decena de victorias en las primeras diez fechas del ejercicio, un castigo de nocaut para sus rivales, al tiempo que la cofradía de las dos ruedas especulaba e inquiría sobre si sería capaz de ganar todas las carreras del año. No lo fue, acaso porque no lo necesitó para transformarse en el bicampeón más joven de todos los tiempos.

Se dirá que Jorge Lorenzo no estaba en plena forma en el comienzo del año. Se apuntará que Valentino Rossi había cambiado a su jefe técnico (a fines de 2013 el italiano dispuso que Silvano Galbusera reemplazara al viejo lugarteniente Jeremy Burgess). Se recordarán los vaivenes de Dani Pedrosa. Se enfatizará en que la categoría de las 1.000 centímetros cúbicos aún es territorio de dos marcas mientras se aguardan los progresos de Ducati y el acercamiento de los equipos satélites. Nada de todo ello le quita brillo a la conquista de Márquez, quien con su segundo título de MotoGP extendió a cuatro su lista de cetros mundiales, incluidos tres consecutivos (Moto2 en 2012 antes del doblete en la categoría reina).

Márquez, conviene recordar, encaró 2014 con apenas un tercio de las pruebas de pretemporada. Una fractura en la pierna derecha mientras se entrenaba le impidió completar el programa de ensayos previos y llegó a Qatar, apertura del calendario, con el tobillo aún maltrecho. El catalán también dio ventajas en la preparación, nunca en la pista. Arrancó con puntuación plena en las primeras dos fechas, Qatar y Austin, al cabo de las cuales Lorenzo tenía sólo seis. El mallorquín había sido el principal rival de Márquez en 2013, pero se cayó en Losail y se adelantó en la partida en Texas, lo que pagó con una penalización. Márquez extendió su dominio en la Argentina, enclave del regreso del Mundial a Sudamérica luego de más de una década. Jerez, Le Mans, Mugello, Montmeló, Assen, Sachsenring e Indianápolis completaron la ristra victoriosa.

Cuando Honda lo ungió piloto de MotoGP ante el retiro de Casey Stoner, Márquez heredó el grueso del plantel técnico que acompañaba al australiano y una moto fabricada según el gusto del bicampeón 2007-2011. En su segundo año con la marca del Ala y luego del título en el primero, el corredor de Cervera armó a gusto su grupo de asistentes repatriando a quienes lo habían secundado en Moto2 y la casa japonesa le entregó una máquina ajustada al estilo conductivo que Márquez ha impuesto como sello. Eso y el rápido entendimiento de los neumáticos que Bridgestone fabricó para 2014 resultaron catapulta para su disparada en el inicio del año y a pesar de las desventajas físicas.

A poco andar en el año que se va, Márquez extendió su vínculo con Honda ya con rótulo de primer piloto y sueldo acorde, lo que obligó a Pedrosa a aceptar las migajas de segundo. En la consecución del bicampeonato, Marc se apropió de hitos de juventud, triunfos consecutivos en una temporada, pole positions y hasta superó la cantidad de victorias en un año conseguidas por el legendario quíntuple Michael Doohan. Cometió algunos errores, excesos, pero cuando hacía tiempo que el Mundial estaba sentenciado. El catalán es de los pilotos que difícilmente repiten falla: una vez que prueban el incorrecto, ya no transitan ese camino.

Si las destrezas de un bicampeón de 21 años aún sorprenden, qué apuntar de la vigencia de un multicampeón -siete veces en la cilindrada mayor, nueve mundiales en total- de 35. Rossi fue el primero en cortar la seguidilla victoriosa de Honda y, al cabo, el que más presión le puso a Márquez. El italiano concluyó como subcampeón, su mejor resultado desde su último título, aquel de 2009. Nada mal para el mayor recurso humano con el que cuenta el Mundial en tiempos de deporte como herramienta de entretenimiento. Vale anotó en 17 de las 18 fechas y subió a ¡13 podios! En su segundo año desde el retorno a Yamaha y luego de haber alargado su vínculo por otros dos, fue el mejor del resto.

El repunte de Lorenzo en la segunda mitad de temporada, incluidas siete fechas seguidas en las que no bajó del segundo puesto (ganó consecutivamente en Aragón y Motegi), volvieron a ponerlo tardíamente en juego luego de un mal arranque de año. Esa levantada sirvió como evidencia de su nivel intacto que puede convertirlo en el peor rival de Márquez otra vez en 2015. En buena parte, dependerá de las herramientas que los fabricantes japoneses -Honda, Yamaha y Bridgestone- dispongan para un año de transición, rumbo a un retoque reglamentario que afectará la gestión electrónica e impondrá un nuevo proveedor de neumáticos a partir de 2016.

Si el novato Pol Espargaró figuró como una de las sorpresas por su rápida adaptación a MotoGP con la Yamaha satélite, su hermano mayor Áleix se consolidó como aspirante a la elite. Los chispazos de Andrea Iannone cuando supo aprovechar las ventajas que las reglas dieron a Ducati le alcanzaron para ganarse un sillín oficial para 2015, el lugar que desdeñó Cal Crutchlow después de un año aciago. El inglés se sumó a la lista de pasos fallidos por Borgo Panigale que encabeza Rossi y cuenta a Marco Melandri entre otros.

Con mucho menos equipamiento que Iannone, el colombiano Yonny Hernández sacó tajada de cuanto recibió de la escudería Pramac: sumó en 12 de las 18 fechas, anotó el 71,6% de los puntos colectados por el oficial Crutchlow y concluyó 15° en el Mundial. En Malasia, la penúltima cita, su 50° Gran Premio en MotoGP, el latinoamericano llegó séptimo, su mejor final en la especialidad. Hernández tendrá premio por su evolución: contará con mejor material de Ducati en 2015 y será parte del desarrollo de la moto.

El dominio español -y catalán- se derramó también en Moto2 y Moto3, cuyo título se definió sobre la raya de la última fecha, en Valencia. Tito Rabat sacó provecho de su experiencia en una temporada dominada por su equipo, Marc VDS, y doblegó a su veterano compañero, el finlandés Mika Kallio, al cabo su principal rival en la división intermedia. Aquí se destacó el novato -y también español- Maverick Viñales, quien salta a MotoGP con Suzuki. Otro Márquez, Alex, el hermano menor, conquistó esforzadamente la corona de Moto3, en buena parte porque supo aprovechar los errores de Jack Miller, quien en el inicio del año irrumpió como favorito. El australiano alargó el paso y saltará directamente a MotoGP, ya como protegido de Honda, que otea el panorama para detectar al nuevo Márquez. Y eso que ya hay dos, y que uno no para de sorprender al mundo.

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