MÉXICO -- El Super Bowl XLIX no contará con figuras como J.J. Watt o Justin Houston desde el extremo de la línea defensiva, pero ambos contendientes presentan a un elemento desde la esquina que será crucial en su aportación para presionar al mariscal de campo rival.
Los Seattle Seahawks presumen su carta más fuerte en Michael Bennett, una verdadera bola de demolición que opina que el "90 por ciento de la NFL tiene miedo a taclear", y que ha sumado 15.5 capturas desde que arribó al campeón en el 2013. Por su parte, New England vive una historia de redención e inspiración por parte de Rob Ninkovich, un defensivo que reivindicó su carrera cuando halló un hogar en los Patriots.
SEAHAWKS:
Michael Bennett: Ex jugador de los Tampa Bay Buccaneers, con los que acumuló 15 capturas en cuatro temporadas (media captura menos que en sus dos campañas con Seattle), Bennett llegó a anclar la frontal defensiva de los Seahawks y de inmediato se convirtió en un portavoz físico y verbal de la defensiva más intensa que tiene la NFL. Bennett no interpreta el fútbol americano de forma compleja, siempre es directo en la ejecución de su trabajo y, aunque su hambre destaca de muchos profesionales, Bennett es la definición de jugador en equipo. "Hay quienes prefieren sumar 10 capturas y permitir 50 puntos. Para nosotros, es mejor no tener capturas ni intercepciones, pero no recibir puntos. De vez en cuando te toca un equipo así. Es el tipo de conjunto que somos". Desde que llegó a Arizona, Bennett ha sido claro en que no ve más allá del partido, incluso con todo el espectáculo que la NFL monta alrededor de la confrontación.
Resto de la plantilla: Cliff Avril, DE; Demarcus Dobbs, DE; David King, DE; O'Brien Schofield, DE.
PATRIOTS
Rob Ninkovich: Antes de construirse un camino en el fútbol americano profesional, Ninkovich construía puentes, literalmente. Su padre le enseñó horas de video en donde documentó su labor como constructor y se unió a él en Chicago durante sus años de estudiante, trabajando los veranos en el negocio de la familia. Aunque siempre estuvo convencido que su futuro era el fútbol americano y fue reclutado por los New Orleans Saints en la quinta ronda del draft del 2006, fue cortado por el equipo tras su temporada de novato antes de pasar a los Miami Dolphins, donde fue liberado nuevamente para ser reclamado por los Saints, otra vez. Pero su primera casa en la NFL le trazó una condición, la cual hizo reír al tackle defensivo Vince Wilfork cuando se la compartieron: ser un centro largo si quería mantenerse en la plantilla. A la postre fue cortado nuevamente por los Saints y culminó su tercera campaña con sólo ocho partidos bajo el brazo, hasta que se vio a sí mismo en el campamento de los Patriots. Allí se escribió la historia del diamante en bruto que identificaron desde su llegada tanto el coach Bill Belichick como Wilfork, un líder veterano del vestidor. Lesiones de jugadores clave abrieron la puerta para Ninkovich, quien siete años después logró convertirse en el ala defensiva que siempre soñó, con la distinción de capitán en la unidad del contendiente al Super Bowl XLIX.
Resto de la plantilla: Chandler Jones, DE; Zach Moore, DE.