Carlos Nava 9y

¿Ahora quién podrá ayudarnos?

DALLAS -- Sin defensa es muy difícil pensar en ganar, salvo que enfrentes a alguien igual de incapaz de detener.

Los Dallas Mavericks pelearon hasta el último segundo con los Houston Rockets pero sus 128 puntos fueron insuficientes cuando permitieron 13. Y ahora están contra la pared.

Los Mavericks ya habían recuperado una desventaja de 13, para convertirla en una propia de 13 unidades, gracias a la chispa que encendió el guardia José Juan Barea. Pero en el tercer periodo, con Barea de nuevo en la banca, como había empezado el partido, los Rockets se fueron encima y para las muy débiles facultades defensivas de Dallas ya fue imposible detenerlos.

Fue un buen esfuerzo de nosotros desde el principio y mucho crédito para el equipo de Houston que sale hoy con la victoria", dijo Barea. "No tuvimos la suerte aquí y allá pero hicimos lo que pudimos. No fue suficiente una ofensa bien buena porque nos falto un poco a la defensa".

"Ellos anotaron un montón de puntos y eso dolió mucho".

Los Rockets aprovecharon para imponer marcas colectivas e individuales ofensivas. Por ejemplo, James Harden anotó 42 puntos, su máxima cantidad en postemporada, además de cinco rebotes y nueve asistencias.

Dwight Howard de nueva cuenta fue imparable para los Mavericks abajo de los tableros con 26 rebotes, su mejor cifra en este tipo de partidos; además se apuntó 13 puntos para sumar su doble-doble 55 en playoffs.

"Necesitamos hacer más detenciones", dijo el delantero de los Mavericks Charlie Villanueva. "No podemos dar tantas dobles oportunidades abajo del tablero.

Tenemos que ganar esos rebotes y no permitir tantos rebotes ofensivos de ellos". Houston anotó 28 puntos en segundas oportunidades; logró 60 unidades en la pintura, comparadas con las 46 de los Mavericks, y de sus 46 rebotes totales, 17 fueron ofensivos.

"Esto está más complicado pero ahora tenemos que enfocarnos en el Juego 4", dijo. "Tenemos que mejorar en todos los aspectos porque no podemos permitir que nos sigan ganando de esa manera en la pintura".

Los Mavericks perdían 29-19 con 3:43 en el primer periodo, cuando comenzaron un rally de 19-8, para reducir esa desventaja inicial de 12 puntos a sólo uno, 37-36, cuando quedaban 50.9 segundos de ese cuarto. Después, los Rockets se fueron abajo otra vez en el segundo periodo 44-37, antes de que los Mavericks vivieran su mejor momento del juego con Barea comandando las acciones para que con 1:42 en la primera mitad, lograran una ventaja de 13 unidades, 70-57.

Los Mavericks cerraron la primera parte 72-65, la primera vez que anotan más de 70 puntos en una mitad desde el 2003, antes de que los Rockets metieran el acelerador con un rally de 32-14 para tomar una ventaja que ya nunca desapareció, cuando Barea de nuevo estaba en el banquillo, ante la sorpresa de la mayoría en la arena.

"Fue decisión del entrenador", dijo Barea con respecto a su tiempo fuera de la cancha. "Mi trabajo es estar listo para cuando él (entrenador Rick Carlisle) me ponga. Creo que el grupo mío hicimos un tremendo trabajo cuando entramos, con mucha energía".

"Pero ese es trabajado de él (Carlisle)", agregó en referencia a la decisión de sutituciones. "Nos dio una oportunidad de ganar el juego que era lo que queríamos". Los Rockets tampoco pudieron defender buena parte del partido. Permitieron que los Mavericks anotaran más de 70 puntos en una primera mitad desde el 2003. Dallas disparó con 52.3 por ciento de efectividad, mejor que los Rockets con 51.6. Una de las principales diferencias ofensivas fue el tino en los tiros de tres puntos. 54.2 por ciento de Houston por 37.9 de los Mavericks.

"Tenemos que venir mañana a entrenar para estar listos para jugar mejor el domingo o todo habrá acabado", dijo Dirk Nowitzki. "Cometimos errores que nos costaron. Dejamos ir canastas fáciles que al final pagamos. Así es difícil ganarle a un buen equipo".

Nowitzki anotó 34 puntos, incluidos 16 en el último periodo; sólo 10 en los primeros dos cuartos.

"En algún momento no estaba teniendo particularmente buenos disparos", dijo Carlisle. "Pero siguió intentando, nunca se rindió. Tuvo que jugar más minutos porque andamos cortos de jugadores. Pero es increíble. Es el gran Dirk Nowitzki". De cualquier manera, Nowitzki y el resto de los Mavericks tendrá que hacer aún más, si pretenden evitar la limpia este domingo, cuando disputen en casa el Juego 4 de la serie contra Houston.

Los Mavericks no han ganado una serie de playoffs desde que se coronaron en el 2011.

"Sé que parece casi imposible, pero nuestra mentalidad sigue positiva", aseguró Barea. "Ahora sólo hay que pensar en el Juego 4 y tratar de corregir lo que hemos hecho mal".

Y tendrán que hacerlo aún con equipo más diezmado que el utilizado este viernes. Raymond Felton, quien abrió como guardia armador por Rajon Rondo, sufrió lesión muscular en una pierna, y Richard Jefferson, reemplazo del también lastimado Chandler Parsons, tiene molestias en pantorrilla, informó el entrenador Carlisle. "Estamos perdiendo fuerza humana", dijo Carlisle. "Pero los muchachos están peleando con todo lo que tienen y eso me encanta".

"Vamos a regresar el domingo a seguir en la batalla y veremos qué pasa". Ningún equipo en la historia de la NBA ha remontado una desventaja de 3-0 en series de postemporada.

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