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Bucks quieren hacer historia grande

En Milwaukee crece la ilusión, se fomenta la esperanza y se genera la pregunta ¨¿Y por qué no nosotros?¨ como un deseo colectivo tan ferviente como real a esta altura de su serie contra los Chicago Bulls que va 3-2 y de regreso a Wisconsin. Es que los Bucks ganaron el quinto juego de la serie en Chicago y sueñan bien despiertos en convertirse en el primer equipo de la historia de la liga en revertir un 0-3.

Solamente tres equipos en la historia de la liga siquiera han empatado el asunto tras estar al borde de ser barridos: Los Knicks en 1951, los Denver Nuggets en 1994 y los Dallas Mavericks en el 2003. Como pueden ver eso es algo inusual, y ninguna de esas tres historias tuvieron un final feliz.

Sin embargo, los humildes Bucks de Jason Kidd dominaron a un presunto candidato al título en un partido eliminatorio comportándose como un equipo joven que aprendió una valiosa lección: Nunca bajen los brazos y jueguen sin miedo.

Pau Gasol, por otro lado, alzaba sus brazos tras encestar un par de tiros libres para los Chicago Bulls en el último cuarto de un partido que su equipo terminaría perdiendo contra Milwaukee el lunes por 94-88.

Gasol estaba pidiendo el aliento de un público local en shock por una derrota inesperada y a la misma vez parecía querer despertar de esta pesadilla a todos sus compañeros que han deambulado sonámbulos por los últimos dos partidos.

Si esto fuese una película, los Bucks estaban al borde de la muerte y decidieron tirar golpes a ciegas para ver que pasa mientras que los Bulls son el villano que habló de más y no mató a su oponente cuando debía hacerlo. Ahora ellos sudan la gota gorda mientras su rival se envalentona sin absolutamente nada que perder.

El error de los dirigidos por Tom Thibodeau, un error inesperado considerando la filosofía del entrenador de Chicago, fue creerse el cuento de la prensa sobre como era un hecho de que Cleveland simplemente los estaba esperando en la segunda ronda.

Los Cavaliers noquearon a los Celtics sin piedad, los Bulls provocaron y juguetearon con los Bucks antes de pagar por ello, esa es la diferencia..

Mi editor Hiram Martínez también me dijo algo que es muy cierto: Kidd ha demostrado que no es un jugador vestido de entrenador, sino que es todo un ¨señor coach defensivo¨.

Los Bucks no se alejaron de la filosofía que les permitió ser la octava mejor defensa de la NBA durante la temporada regular gracias a la constancia de Kidd, quien exuda la misma calma que cuando era uno de los mejores bases de la historia.

El temple de un verdadero líder no se refleja solamente en los buenos momentos, sino que cuando las papas queman y todos han abandonado el barco.

Esa calma se traslada a un plantel inexperimentado que sin embargo no se desespera y así desestabiliza a un rival que comienza a ver fantasmas donde no los hay. Los propios traumas del pasado de los Bulls resurgen y se combinan con la presión de los Bucks para luego contar con apenas 88 puntos y un 34,4 por ciento de efectividad en tiros de campo en su propia casa.

Jugadores de Milwaukee como Michael Carter-Williams que no se caracterizan por ser de los que marcan la pauta florecen como resultado de esa confianza inquebrantable y se despachan con 22 puntos, nueve asistencias y ocho rebotes metiendo 10 de sus 15 tiros en el quinto juego de la serie, mejorando drásticamente su promedio del 36,7 por ciento de efectividad en los cuatro juegos anteriores.

Otros como Khris Middleton se afianzan mientras promedian 17,8 puntos por partido en la serie y también anotan 21 puntos en el quinto juego clave mientras fuerzan cuatro de los 12 balones perdidos de su rival con cuatro robos.

Los Bucks juegan sueltos porque nadie espera absolutamente nada de parte de ellos mientras que los Bulls están más atados que nunca, algo que se refleja en la precisión de una de sus principales figuras como Jimmy Butler.

En la estirpe de un campeón se incluye el ponerle freno a una caída libre, esa debe ser la misión de los Buils.

A la misma vez, si los Medias Rojas de Boston nos enseñaron algo en el 2004 es que un campeón también se destaca por su capacidad por reírse en la cara de la historia, las probabilidades y la opinión de los ¨expertos¨. No hay nada más divertido que rebelarse ante lo convencional, ya que no hay nada ni nadie más peligroso que aquel que es atrevido.

Cuando no tienes nada, tampoco tienes nada que perder y todo se decide dentro de la cancha cuando llega la hora de la verdad.