|
LOS ÁNGELES -- Otra serie que promete, otra eliminatoria que apunta a ser larga para Los Angeles Clippers. Houston Rockets supo sobreponerse a la derrota en la primera cita durante el Juego 2 de la semifinales de la Conferencia Oeste. James Harden (32 puntos y siete asistencias) volvió a ser el de partidos pasados, Dwight Howard (24 puntos y 16 rebotes) tocó el cielo para hacer que los suyos también levitasen. Dobles dígitos en todos los miembros del quinteto inicial de los tejanos en un encuentro bizarro que se acabó decidiendo en la línea de tiros libres. No se puede dejar ningún frente abierto en una serie de playoffs y los Clippers lograron responder positivamente en casi todas las áreas de su juego, pero no en todas. Fueron mejores en tiros de campo (39-de-86 frente a 34-de-80), en triples (6-de-25 por 5-de-25 de los Rockets), en los puntos rápidos (19 a 16), mantuvieron el tipo en la pintura anotando tan solo cuatro puntos menos que Houston. Pero los pupilos de Doc Rivers se tambalearon en un punto que a la postre resultó clave: las faltas personales. De las 40 faltas que se señalaron a los angelinos, los Rockets fueron a la línea un total de 64 veces para convertir hasta 13 tiros libre más que sus rivales. Esos 15 pies (4.5 metros) marcaron la diferencia y acabaron neutralizando otras virtudes de los Clippers. Gran parte de la culpa de que los californianos cayeran en la precipitación fue la gran actividad de Harden, un jugador al que en muchas ocasiones no fue frenado de otra manera que con falta. Hasta 15 veces fue a la línea el jugador para no errar en ninguna ocasión. Dallas Mavericks ya vivieron en sus propias carnes la incapacidad de frenar al escolta y su efectividad desde la línea (registró un 13-de-13 que les aniquiló en el Juego 2 de la primera ronda) Y así, Harden ingresó en el club de cinco jugadores con13 o más tiros libres convertidos en dos partidos de postemporada, junto a Paul Pierce, Dirk Nowitzki, Larry Bird y Adrian Dantley. Los Rockets también protagonizaron un cambio significativo en el aspecto defensivo con respecto al Juego 1. La diferencia también se pudo percibir entre la primera y la segunda mitad. Tras un buen comienzo de cita de los tejanos (35-24) con un Howard especialmente inspirado y un Blake Griffin que monopolizó el ataque de su equipo con 14 puntos, Houston se desinfló en el segundo periodo (41-21). El ala-pívot de los Clippers seguía siendo el catalizador ofensivo ante la ausencia de Chris Paul, que se perdió el segundo partido al hilo por culpa de la distensión en el tendón de la corva de la pierna izquierda. Sin embargo, el descanso le sentó muy bien a Harden y compañía. Entre todos aportaron su grano de arena para el enfriamiento de Griffin, que después de anotar 26 puntos en los dos primeros cuartos (máximo antes del intermedio en toda la temporada) fuera incapaz de superar las ocho unidades (pasó de 11-de-14 a 2-de-9) y se desinfló en la pintura donde su efectividad bajó de un 79 por ciento a un 56 por ciento en los dos últimos periodos. También perdió tres balones. La mejora defensiva de los locales propició que en líneas generales los Clippers se mostraran menos efectivos a canasta donde les contuvieron en un 37 por ciento (llegaron al 53 por ciento en los primeros 24 minutos de partido). No pudieron continuar con la estela anotadora y los angelinos anotaron 21 puntos menos (65 en la primera mitad frente a 44 en la segunda). Los Rockets lograron dar con la tecla tras el descanso y aprovecharon varios factores para viajar este viernes al Staples Center con la serie empatada a uno. Por un lado el cansancio de Griffin al final de la cita, que acumula una media de 41.0 minutos por juego en los nueve que ha disputado esta campaña. Su actividad es todavía mayor cuando CP3 no está en la duela, y es que aunque los californianos lograron superar la adversidad en el primer partido y están manteniendo el tipo en lineas generales, su ausencia pesa, y podría pesar mucho si no logra recuperarse a tiempo.
|
