WASHINGTON - Finalmente, los Atlanta Hawks se han topado con un rival a su propia altura.
La posibilidad que existe en cuanto a la ausencia del armador estelar de los Washington Wizards, John Wall, por la duración de esta ronda de la postemporada supuestamente tenía que cambiar el equilibrio de la serie a favor de los Hawks.
Por lo visto, Atlanta perdió un poco de fuelle con la forma por la cual algunos momentos surrealistas se produjeron el el Juego 3 de las semifinales de la Conferencia Este la tarde del sábado, iniciando con los tres pésimos periodos que jugó el quinteto titular y culminando con el remonte que sacaron los visitantes antes de recibir el golpe que Paul Pierce les propinó a ellos con un tiro en el último aliento del partido que le brindó a Washington la victoria 103-101 para tomar una ventaja de 2-1.
Lo que más alarma de las bajas que experimentaron los Hawks, quienes arrollaron a cada contrincante que el calendario de la temporada regular le presentó, fue la indisponibilidad de DeMarre Carroll en el momento crucial del partido.
Carroll, sin duda el mejor defensor de Atlanta, había sido reemplazado por Kyle Korver restando menos de dos minutos en el tercer parcial.
Mientras los Hawks remontaban de un déficit de 21 puntos en el cuarto periodo, Carroll, el único titular que no representó al quinteto de la 'Bestia de Este' en el Juego de Estrellas, miraba desde su asiento en el banquillo. Regresó a la cancha del Verizon Center faltando 23.8 segundos y Washington aferrándose a una ventaja de 99-98 tras un par de tiros libres de Dennis Schroder.
Lo que precedió después de ese momento podría ser preocupante en los ojos sus compañeros y el entrenador en jefe, Mike Budenholzer. Carroll le pedía a su coach que lo reemplazara ante el momento decisivo que se aproximaba.
"Coach B me puso en el (juego) pero no me sentía cómodo en ese momento", afirmaba Carroll a tres miembros de los medios, demasiado tarde para haber sido capaz de haber aceptado la asignación defensiva para marcar a Pierce. "No estaba y no me sentía cómodo en lo físico".
Aparte de algunos ajustes ofensivos y defensivos que Budenholzer hará junto a sus asistentes para aumentar la conciencia de su conjunto cuando se reanude la serie semifinal la noche del lunes, el coach del año de la NBA tendrá la gran encomienda de inculcar de nuevo la confianza que ayudó a que Carroll tuviera su mejor temporada en su segunda campaña con los Hawks luego de haber navegado por cuatro diferentes organizaciones en sus primeras cuatro temporadas.
Por alguna razón, su ex entrenador con los Memphis Grizzlies, Lionel Hollins, lo catalogó como el Jugador Más Valioso tras el rendimiento que desplegó en la serie de la primera ronda contra los Brooklyn Nets, promediando 17.5 puntos, 7.2 rebotes y 2.8 asistencias en seis juegos. Ante los Wizards lleva un balance de 20 puntos, 4.3 rebotes y 1.3 asistencias.
Los Hawks tendrán que confiar en Carroll si anticipan superar a los Wizards sin su jugador de franquicia y avanzar a la final de la Conferencia Este.
"Es muy clave. Él es el tipo de jugador que la gente no habla mucho de, pero es un jugador que ha ido mejorando estos últimos dos años y para el equipo de nosotros es muy importante defensivamente y en la ofensiva nos está ayudando mucho ahora", indicaba Al Horford en entrevista con ESPNDeportes.com, horas antes de que su compañero confirmara que estaba fuera de servicio.
"La verdad es que DeMarre es un jugador que va a seguir haciendo lo que hace. Sale enfocado. Su enfoque es la defensa siempre".
Lo único que falta ahora es que Carroll diga presente cuando Budelholzer llame su número.