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Cortez Kennedy brilló en solitario durante más de una década en Seattle

Cortez Kennedy ancló la línea defensiva de los Seattle Seahawks durante once temporadas. AP Photo

La redacción de ESPN.com.mx eligió a los jugadores más representativos para cada número de jersey, desde el 99 hasta el 1, para dar a conocer sus semblanzas a modo de conteo regresivo hasta el arranque de la temporada regular del 2015. Aquí puedes consultar la lista completa.

MÉXICO -- Ingresó por la puerta grande a la NFL tras una brillante carrera colegial que dio a los Seattle Seahawks un componente defensivo de época, mismo que se dio a conocer por su resistencia y escribió su nombre en letras de oro para la franquicia como liniero defensivo: Cortez Kennedy.

Su talento era descomunal y tomó por sorpresa a muchos que se dejaban engañar por la mirada pasiva, los ojos hasta cierto punto tiernos y el gesto de empatía por todo... menos los ofensivos rivales.

Su paso por la Universidad de Miami fue arrollador y su físico de 6'3" y más de 300 libras ayudó en el proceso, siendo elegido All-American en 1989, un año antes de ser tomado con la tercera selección global de 1990 por Seattle. Dentro de todos los elogios que acumuló en su carrera de una década, Kennedy lo debe mucho a la lealtad de su cuerpo, el cual no lo marginó de un solo partido sino hasta su octava temporada profesional, jugando en 167 de 176 ocasiones posibles.

Desde su primer año causó impacto con Seattle, logrando participar en los 16 encuentros del calendario regular con dos inicios. Como parte de la producción que lo impulsó al All-Rookie team de la NFL en 1990, Cortez se lució contra los Miami Dolphins con 10 derribos y una captura.

Al año siguiente, Kennedy se ganó el puesto titular de tiempo completo y de inmediato se estableció como un talento de Pro Bowl, lo que comenzó su serie de viajes a Hawaii y perfiló el reconocimiento personal más grande de su carrera como jugador activo para la temporada posterior: en 1992, ganó el premio al Jugador Defensivo del Año tras 14 capturas, 93 tacleadas y forzó cinco balones sueltos. Y por supuesto que la admiración no era esporádica, su dominio físico e intensidad para taclear --no golpear sólo por hacerlo, sino taclear-- lo convirtieron en un espectáculo para atestiguar, desplazando bloqueadores como si fuesen piezas de ajedrez y castigando, vaya castigo, a los corredores y pasadores.

Curiosamente, en esa temporada, Kennedy portó el jersey N° 99.

Para la mala fortuna de Kennedy, quien ingresó al Salón de la Fama en el 2012, los Seahawks solo clasificaron a la postemporada de 1999 durante los 11 años que el legendario liniero jugó, pero él se creó dicha suerte, toda vez que como veterano de 10 campañas registró 73 derribos, 6.5 capturas e interceptó dos pases.

La presencia de Kennedy como pilar de la defensiva en Seattle los devolvió a los playoffs por primera vez desde 1988.

Kennedy accedió a seis Pro Bowls consecutivos y terminó su carrera con ocho viajes a Hawaii en total, con tres nombramientos al equipo All-Pro. Los Seahawks lo integraron a su Anillo de Honor en el 2006 y retiraron su jersey N° 96 en el 2012, al medio tiempo de un choque contra los New England Patriots. El producto de los Hurricanes también fijó marca de franquicia con 100 inicios consecutivos.