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Warriors dan jaque al rey de reyes

OAKLAND – Los cuadros del tablero cada vez ocupan menos fichas. Los peones de Cleveland Cavaliers van cayendo, también los alfiles y hasta las torres y caballos. Pero queda en pie el rey sin dama, la pieza que marca la diferencia con cada vez menos efectivos a su lado. No es una cuestión de lesiones, tampoco de falta de actitud, sí lo es de una soledad más que llamativa para la que David Blatt apenas tiene respuestas.

LeBron James, el rey de reyes, el monarca indiscutible volvió a erigirse por encima del resto de la humanidad con el sexto triple-doble de las seis Finales que lleva disputadas y el segundo de esta eliminatoria. 40 puntos, 14 rebotes y 11 asistencias son una renta que en condiciones normales valen un partido. Parece que no es suficiente. Anotó casi un 44 por ciento de los puntos de su equipo y participó activamente (como anotador o asistente) en 70 de los 91 puntos de los suyos. Poco más se puede hacer cuando por quinta cita consecutiva el coach de los ‘Cavs’ no le da minutos a jugadores que podrían ser claves en estas Finales.

Y así, con la limitación por bandera, con el agotamiento como insignia, Golden State Warriors ha propinado el jaque el rey. Lo tienen rodeado, acosado en un tablero que cada vez es más amplio. Las piezas desaparecen y la situación es de vida o muerte. Los argumentos fueron calcados a los del Juego 4: brillantes con la alineación pequeña, formidables gracias a la presencia de Andre Iguodala, revitalizados después de que Stephen Curry firmara la mejor actuación de la serie, beneficiados por un Draymond Green por momentos arrollador y un Harrison Barnes que fluye cada vez más. El paso es de gigante, la estrategia perfecta e incontestable para poner el campeonato a un partido, a un juego de infarto, a un jaque mate para el que habrá que trabajar mucho.

“El partido para cerrar la serie siempre es el más difícil, particularmente en las Finales”, afirmó el coach de los Warriors, Steve Kerr. “Lo que me motiva es que sé que podemos jugar mucho mejor y eso es lo que le dije al equipo. Hoy estuvimos algo apresurados. Tuvimos 17 pérdidas de balón comparadas con las siete de la otra noche. Podemos estar más organizados ofensivamente. Lo que más me gustó fue la intensidad defensiva. Cometimos algunos errores pero los chicos están compitiendo como locos”, argumentó.

Y quién sino Iguodala para capitanear esa defensa a ultranza que aunque lo números digan lo contrario fue capaz de frenar a LeBron en los momentos más importantes del encuentro. Otra vez fue titular el alero y de nuevo sacó los dientes y el pecho para hacer pequeño al más grande. LeBron alcanzó un balance de 7-de-17 cuando Iguodala fue su marca. Le complicó mucho las cosas y consiguió alejarle de su zona de confort, el aro. También fue vital en ataque con 14 puntos y siete asistencias que alentaron a los suyos. Los Warriors lograron un 77.8 por ciento de efectividad a raíz de sus pases y su triple en el último periodo fue demoledor para unos ‘Cavs’ que lucen desahuciados como a Blatt y a su cuerpo técnico no les dé por ponerse creativos.

“Es más mental que otra cosa”, confesó el alero del plantel californiano sobre la manera en la que está incomodando a LeBron. “Ese reto mental es que no te vas a dar por vencido pase lo que pase. Podrás sentir algo de cansancio, Sentí que por momentos sacó lo mejor de mí y logró algunos lanzamientos, pero mentalmente tienes que estar listo para frenarle en cada oportunidad que tengas”, esgrimió.

Y Curry, el jugador que se reencontró consigo mismo cuando había que hacerlo, frente a su afición. Firmó su mejor actuación en estas Finales, se recompuso tras varios juegos perseguido por un Matthew Dellavedova que bajó los pistones. El Jugador Más Valioso fue jaleado con razón y capitaneó esa alineación de bajitos que está resultando imparable para los ‘Cavs’.

“Es una partida de ajedrez. Los dos tenemos muchos aleros y guardias que pueden completar una alineación de cinco hombres. Ellos hicieron un ajuste, no jugaron con Mozgov en casi todo el partido. Intentaron igualar nuestra alineación. En 48 minutos sentimos que podemos ser versátiles para ganar los dos partidos. Estoy seguro que habrá otros ajustes en el Juego 6”, agregó Curry.

Los pequeños guerreros volvieron a dar una lección a sus rivales. Con o sin ajustes lo suyo fue una cuestión de polivalencia y los Cavaliers no pudieron contestar el diferencial de +62 que lograron los Warriors con la alineación pequeña. Queda una partida más de vida o muerte que podría suponer el jaque mate o alargar estas Finales para enmarcar.