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Anthony Muñoz dejó una huella clara en la NFL: el tackle ofensivo ejemplar

Anthony Muñoz encabeza las discusiones que buscan hallar al mejor tackle ofensivo de la historia. Getty Images

La redacción de ESPN.com.mx eligió a los jugadores más representativos para cada número de jersey, desde el 99 hasta el 1, para dar a conocer sus semblanzas a modo de conteo regresivo hasta el arranque de la temporada regular del 2015. Aquí puedes consultar la lista completa.

MÉXICO -- "Nunca ha habido un liniero tan bueno como Anthony Muñoz, y dudo que veamos una igual otra vez", Jim McNally, ex entrenador de la línea ofensiva, Cincinnati Bengals.

Anthony Muñoz puede presumir de una característica, elogio o descripción que sólo un puñado de atletas consiguen al cabo de una carrera profesional: es el tackle ofensivo de primera línea, el prototipo, el ejemplo de lo que debe ser y hacer alguien en esa posición del emparrillado.

Muñoz encabeza la discusión que busca encontrar al mejor tackle ofensivo de la historia y lo logró con el trabajo de 13 temporadas profesionales en las que inició 164 juegos como titular de los 168 que disputó entre 1980 y 1990.

El producto de Southern California dejó la universidad con dudas sobre la capacidad de sus rodillas, no obstante de contar con dos nombramientos All-America, pero los Bengals no recularon en su estrategia y emplearon la tercera selección global de 1980 --el primer año del entrenador Forrest Gregg en Cincinnatii-- en Muñoz, quien sólo tuvo un juego completo en su temporada senior.

Muñoz formó parte de los dos equipos campeones de la Conferencia Americana que sucumbieron ante los San Francisco 49ers de Joe Montana en los Super Bowls XVI y XXIII, respectivamente, y tuvo una racha impresionante de nombramientos All-Pro de 1981 a 1991, y viajes al Pro Bowl seguidos de 1982 a 1992, al tiempo que protegió el lado ciego de los mariscales de campo Ken Anderson y Boomer Esiason, ambos premiados con el Jugador Más Valioso de la liga en 1981 y 1988, respectivamente.

La clave del éxito para Muñoz iba más allá de su agilidad estratosférica para acomodar los pies, bloquear frente a frente con poder y eliminar alas defensivas de forma consistente, ya que muchos analistas cercanos a su carrera destacan su integridad y compromiso sobre el terreno de juego.

"Quiero ser recordado como una buena persona", declaró Muñoz en entrevista con el Huffington Post en el 2014. Y es evidente que así se le recuerda --en un segundo momento-- pero, si queda alguna duda o ignorancia, Muñoz se ha consolidado como un buen samaritano fuera del campo. Su fundación acarrea la misión de difundir un desarrollo positivo en lo mental, físico y espiritual de los jóvenes en el área de Cincinnati.

Muñoz se retiró al final de la temporada de 1992 tras dejar a los Bengals y hacer un último intento en el campamento de entrenamiento de los Tampa Bay Buccaneers, equipo de Sam Wyche, coach que dirigió a Cincy entre 1984 y 1991.

Como su apellido lo indica, Anthony formaba parte de un puñado de atletas de origen latino que dominaban en la NFL, situación que lo enorgulleció durante y después de su carrera.