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En ascenso la cantera europea NBA

Los hermanos Marc y Pau Gasol son dos de los jugadores europeos de gran impacto en la NBA Andrew D. Bernstein/NBAE/Getty Images

INDIANAPOLIS -- Cuando el alero de los Pacers Damjan Rudez regresó de participar en un campamento de Básquetbol Sin Fronteras este mes, el serbio se percató de llamativos cambios.

Los espigados jugadores europeos que enfrentó en 2003 habían sido reemplazados por adolescentes más altos, fornidos y con mejor dominio de los fundamentos.

Quizás se trata de la evolución natural de una iniciativa que se concibió con el fin de transformar a promesas extranjeras, como Rudez, en jugadores destacados en la NBA y que luego puedan ser mentores de futuras generaciones de estrellas internacionales. Quizás sea que los jugadores de hoy en día se desarrollan más rápido, como solían hacerlo los estadounidenses.

Pero hay algo incuestionable: Básquetbol Sin Fronteras ha convertido a Europa en tierra fértil para pulir el talento de las jóvenes promesas.

El éxito de la iniciativa podría verse el jueves con el draft de la NBA.

Una cifra récord de 101 jugadores empezaron la pasada campaña en los planteles de los equipos de la NBA. Tres más podrían ser seleccionados entre los 10 primeros del draft: Emmanuel Mudiay, un congoleño que jugó el año pasado en China; el letón Kristaps Porzingis y el croata Mario Hezonja.

"La verdad es que el campamento no ha cambiado mucho. Son los mismos principios", dijo Rudez, quien viene de completar su primera temporada con los Pacers. "La NBA ha hecho un trabajo fantástico organizándolo todo, con todos los recursos para trabajar. Pero los chicos de hoy en día crecen una locura. Son gigantes. No recordaba que éramos tan altos o tan fuertes".

Los objetivos iniciales de Básquetbol Sin Fronteras fueron sencillos: encontrar los mejores talentos en el mundo y enseñarles habilidades para ser más productivos en el profesionalismo.

Desde el primer campamento, realizado en 2001 en la ciudad italiana de Treviso, más de 2.300 jugadores de al menos 120 países han participado. Las historias de éxito abundan.

Treinta y tres de sus graduados han logrado el reclutamiento en el draft, entre ellos el italiano Andrea Bargnani, primera selección en 2006, y el camerunés Joel Embiid, tercera selección el año pasado. Rudez y el italiano Luigi Datome (Celtics) recibieron contratos como agentes libres.

Los europeos "son muy buenos", dijo el centro de Charlotte Cody Zeller tras participar en su segundo campamento en dos años. "Pude ver que hay un par que tienen potencial (para la NBA) y los que no puedan alcanzar la NBA, yo creo que están capacitados para tener carreras productivas en otros países".

La invasión de extranjeros en la NBA es imparable. Las últimas dos selecciones principales del draft, Andrew Wiggins y Anthony Bennett, nacieron en Canadá. El contingente de estrellas europeas incluye a los hermanos españoles de Marc y Pau Gasol, así como Ricky Rubio, Dirk Nowitzki y Tony Parker. El argentino Manu Ginóbili y los brasileños Nené y Anderson Varejao se formaron en Sudamérica. Andrew Bogut y Kyrie Irving nacieron en Australia.

Su influencia en la NBA es más notoria.

"En Europa se enorgullecen por enseñar los fundamentos del juego", comentó el entrenador auxiliar de los Pacers Dan Burke tras participar en un campamento. "No tenemos muchas oportunidades de ver a chicos de 17 años (en Estados Unidos), pero lo que vemos es una falta de fundamentos. Existen varias razones. Algunos dicen que reciben un balón y a jugar no más. Sobreviven por su físico y el talento natural. Pero en la NBA cada vez es más importante trabajar en las cosas básicas".