Javier Trejo Garay 9y

Patriots y Steelers se roban la atención en la octava semana

MÉXICO -- Amables aficionados, hasta hace unas semanas parecía que los New England Patriots se venían abajo.

Las cosas han cambiado favorablemente para los de Foxborough. Tom Brady y compañía han dado muestras de franca recuperación y hoy comandan con autoridad la división Este de la Americana.

Brady consiguió 354 yardas en los 30 pases completos de los 35 que intentó, pero lo realmente espectacular fueron sus cinco pases de touchdown.

Tres de esos envíos fueron para Rob Gronkowski, quien logró además 149 yardas en recepciones.
Tanto extrañaron los Pats a su ala cerrada y hoy parece que está de regreso. La actuación del N° 87 fue digna de sus mejores partidos hace dos temporadas.

Quiero resaltar que no soy fan de los Pats, pero sí soy fan de los grandes jugadores, como Gronkowski.

Elementos de impacto siempre harán más atractiva la liga.

Por otro lado, parece que Pittsburgh desea volver a la contienda

En el encuentro entre los Indianapolis Colts y Pittsburgh, lo único realmente feo fue el uniforme de los Steelers. Sé lo que representan esos colores y el diseño, pero eso no mejora su aspecto.

Difícil de imaginar que un equipo como los Colts acepten tal cantidad de yardas y de puntos. Se supone que Indy es uno de los equipos más fuertes en la Conferecia Americana y aceptar más de 500 yardas y más de media centena de puntos es inaceptable.

Pero démosle crédito a Ben Roethlisberger, quien lució como lo que es, uno de los mejores mariscales de campo de la liga. Aunque en honor a la verdad, ya nos debía una actuación de su tamaño: grande. Seis pases de anotación no se consiguen todos los días.

Encima de todo, se convirtió en el primer mariscal de campo en la historia de la liga en lanzar para dos partidos de más de 500 yardas, y se quedó a 22 yardas de la marca absoluta de la liga, 554 yardas de Norm Van Brocklin, impuesta en 1951.

Esta vez, el ataque terrestre no fue factor.

Una de las deficiencias más grandes de Pittsburgh, su defensiva, se vio mucho mejor. Está muy lejos de ser una "Cortina de Acero", pero al menos se comportaron de modo eficiente y puntual.

Lo mejor es que esta semana sumaron victorias consecutivas.

Los Houston Texans, quienes venían de caer, precisamente ante los Steelers, encontraron quién pagara los platos rotos.

Ryan Fitzpatrick, pasador de Houston, no parece ser el mariscal que lo lleve a la postemporada. Cuenta con buen brazo, pero no siempre toma las mejores decisiones. Sin embargo, no hubo necesidad de esperar mucho del barbón Fitzpatrick. Para fortuna de los Texans, cuentan con Arian Foster.

El corredor titular de Houston corrió el balón para 151 yardas y dos touchdowns. El control del juego fue siempre para los Texans, gracias a su ataque terrestre. Ello evitó cargarle a Fitzpatrcik la obligación de ganar el juego contra Tennessee Titans.

La derrota de los Colts, equipo de su misma división, servirá quizá de motivación para los Texans, aunque sigo pensando que el objetivo de llegar a playoffs, se quedará sólo en un deseo.

En un duelo de urgencia para ambos equipos, los Minnesota Vikings y los Tampa Bay Buccaneers nos regalaron suspenso que vio su definición hasta el tiempo suplementario.

En la primera jugada ofensiva del extra, con el balón en control de los Buccaneers, el mariscal de campo Mike Glennon encontró al ala cerrada Austin Seferian-Jenkins, quien no sujetó el ovoide con la firmeza suficiente para evitar el arrebato del apoyador rival, Anthony Barr.

El también novato de los Vikings devolvió el balón suelto 27 yardas hasta la zona de anotación, lo que selló el triunfo para su equipo. Al final del encuentro, Barr registró ocho tacleadas, una captura y un pase defendido.

Mención aparte para los Detroit Lions, que fueron a jugar a Londres ante los Atlanta Falcons.

Detroit ya se está acostumbrando venir de atrás para arrebatar los partidos. Este domingo no fue la excepción.

Atlanta iba ganando 21 a 0, y el juego acabó 22 a 21 en favor de Detroit. Increíble.

Lo sobresaliente que un equipo como los Lions que parecían depender tanto de la dupla Stafford/Megatron, parece no echar de menos a su formidable receptor. Calvin Johnson se perdió su tercer partido consecutivo. El relevo ha sido Golden Tate, a quien no le queda grande la responsabilidad.

Si lo de Detroit es digno de admiración, lo de su rival en turno es vergonzoso. Atlanta no se cansa de decepcionar a su afición.

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