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Raúl Allegre comenta lo más notable ocurrido en la Semana 10 de la NFL

BRISTOL -- Cleveland es líder de división. Ningún equipo de la división Sur de la NFC tiene marca ganadora. San Francisco, quizás el equipo con más talento en la NFL, mantiene esperanzas de clasificar por más remotas que sean. Carson Palmer tiene que ser uno de los QBs con peor suerte en la NFL. Los Jets sorprenden a los supuestamente enrachados Acereros y la NFL de Roger Goodell empieza a mostrar grietas en su estructura. Todo esto, y más, fue evidente en la Semana 10 de la presente temporada.

La única división con todos sus equipos en marca ganadora es la Norte de la AFC y después de 10 jornadas, al frente están los Cafés de Cleveland. ¿Los Cafés? ¿Uno de los cuatro equipos en la NFL que nunca ha llegado al Super Bowl? ¿La franquicia que más veces ilusionado y después decepcionado a sus aficionados? Hace un año tuvimos indicaciones que este equipo no estaba muy lejos de ser competitivo. Tenían marca de 3-2 en la Semana 5 y estaban jugando bien cuando su QB Brian Hoyer sufrió una lesión en la rodilla que lo dejó fuera el resto de la temporada junto con las esperanzas de clasificación del equipo. Aún sin tener apoyo de su ofensiva, terminaron con la defensiva N° 8 en la liga en puntos permitidos. La directiva despidió a Rob Chudzinski, un entrenador en jefe popular con sus jugadores, y lo reemplazó con Mike Pettine, quien de acuerdo a reportes fue la quinta opción ya que varios candidatos rechazaron aún la oportunidad de entrevistarse por el puesto. Se habló también de un posible canje de entrenador con Jim Harbaugh.

Este año no han sido un equipo espectacular, pero han cometido pocos errores. Cleveland es de los equipos con más robos de balón con 17, incluyendo 13 intercepciones. Sólo Arizona ha cortado más pases. Su defensiva es la N° 20 en yardas totales, pero la N° 6 en puntos permitidos que a fin de cuentas es lo que cuenta, valga la redundancia. Perdieron a referentes como T.J. Ward y D'Qwell Jackson, pero los reemplazaron con Donte Whitner y Karlos Dansby. Todos los fans de Cleveland que conozco están contentos, pero escépticos. No quieren celebrar todavía aunque las perspectivas parecen ser buenas. Tendrán de regreso a Jordan Cameron, Josh Gordon y Andrew Hawkins próximamente, todos ellos jugadores desequilibrantes que le darán opciones a Hoyer. El calendario no es fácil, pero tampoco intimidante. ¿Será este la temporada en que los Cafés regresan a playoffs después de una ausencia de once años?

Nueva Orleans fue mi selección de pretemporada para llegar al Super Bowl. La semana pasada en NFL Semanal nos ofrecieron la oportunidad de cambiar de opinión la cual rechacé. Me quedo con los Santos a pesar de que su marca sea 4-5. Mi argumento principal en agosto fue que terminarían con la mejor marca en la NFC. Esta opción parece difícil, pero no imposible. El equipo está jugando mejor. Contra San Francisco Drew Brees, uno de los mejores QBs en la NFL, fue el responsable de la derrota. Brees tuvo tres entregas de balón imperdonables. La más costosa fue al final del segundo cuarto cuando faltando 19 segundos los Santos no manejaron bien el reloj del partido, y Brees forzó un pase a Jimmy Graham en cobertura triple. Un pase incompleto les habría dado la opción de patear un gol de campo. En partidos contra rivales de primer nivel, como es el caso de San Francisco, no se puede desaprovechar ninguna oportunidad de anotar. Al final del encuentro, los 49s pudieron empatar y mandar el partido a tiempo extra. Los tres puntos desperdiciados pudieron haber sido la diferencia.

Hay que reconocerle a Brees que admitió sus errores en la rueda de prensa después del partido y se propuso evitarlos en el futuro. Forzar situaciones como lo hizo Nueva Orleans pasa en un equipo cuando la presión es fuerte. Pero Nueva Orleans es un equipo que no se debe de sentir presionado. A pesar de un mal inicio, están en completo control de su división. No es imposible que terminen con la mejor marca de su conferencia con 11-5, la misma que tuvieron hace un año. Sus rivales restantes son en casa: Cincinnati, Baltimore, Carolina y Atlanta, y como visitante Pittsburgh, Chicago y Tampa Bay. Los calendarios de Filadelfia, Dallas, Green Bay, Detroit, San Francisco, Seattle y Arizona son más complicados. El mensaje de Sean Payton para sus jugadores debe ser: "Dejen atrás lo que ha sucedido hasta el momento. A partir del próximo partido empezamos 0-0". Brees sigue siendo un QB élite y cerrará bien esta temporada.

San Francisco salvó su temporada el domingo con un pase desesperado de Colin Kaepernick a Michael Crabtree en cuarta oportunidad que los llevó al gol de campo del empate al final del partido. Después de un inicio impresionante, la ofensiva de los 49s anotó sólo tres puntos en el segundo tiempo. Ganaron gracias a una defensiva que a pesar de haber sufrido bajas considerables está entre las mejores de la liga. Hoy se anunció que su mejor jugador, Patrick Willis, quedará fuera el resto de la temporada y que es probable que no regrese NaVorro Bowman este año. Estas ausencias pesan, no sólo por la producción sino también por el liderazgo y enjundia que le dan a la unidad de Vic Fangio. Sus suplentes no lo han hecho nada mal. El novato Chris Borland está tacleando a diestra y siniestra. Dan Skuta y Michael Wilhoite han sido productivos. Ahmad Brooks está jugando otra vez a nivel de All-Pro.

Hay todavía dudas en lo que respecta a su ofensiva y a la mentalidad del equipo. Kaepernick da destellos de grandeza para después cometer errores inconcebibles. Son mejores cuando atacan por tierra, pero equipos hacen ajustes para contrarrestar esta opción como fue el caso de los Santos el domingo. En el aspecto mental, si algún equipo se le aplica el dicho de que "De acuerdo al tamaño del sapo es la pedrada" es a San Francisco. Perdieron partidos que debieron de ganar contra Chicago, Arizona y San Luis y ganaron uno que debieron de perder contra Nueva Orleans. No me sorprendería que cayeran el próximo domingo ante los Gigantes de Nueva York, un equipo al que deberían vencer por lo menos por 14 puntos.

San Francisco necesita ayuda para calificar, pero no hay que descartarlos como campeón de división. Están a dos juegos del líder, Arizona, quien sufrió la baja de su QB titular Carson Palmer y a quien le faltan cuatro partidos de división, dos frente a Seattle y visitas a San Francisco y San Luis. El calendario de Seattle incluye a Kansas City, dos partidos contra Arizona, dos contra San Francisco, a Filadelfia y a San Luis el cual ya los derrotó. ¿Podría quedar fuera el campeón de la NFL por tercer año consecutivo?

Hablando de Arizona, si alguien está, como se dice, "salado" es Palmer. Fue el QB de dos de las franquicias más perdedoras de la NFL cuando estas llegaron a estar entre los mejores de la NFL, y cada vez sufrió ruptura de ligamentos de la rodilla. Los Bengalíes de Cincinnati en 2005, y los Cardenales de Arizona este año eran candidatos fuertes para llegar al Super Bowl y las lesiones de Palmer cambiaron la situación. En 2005, perdieron el primer partido contra Pittsburgh, quien fue el campeón esa temporada, y ganaron el juego de visita. Cincinnati era claramente el mejor equipo cuando enfrentaron en playoff a los Acereros, pero Kimo Von Oelhoffen cayó en la rodilla izquierda de Palmer tronándole el ligamento anterior cruzado. Palmer tardó años en recuperar su nivel. Bajo el tutelaje de Bruce Arians estaba convertido en el QB más eficiente en tercera oportunidad y en el cuarto cuarto de los partidos. Su lesión deja al frente a Drew Stanton, quien no ha jugado mal, pero quien no tiene el nivel de Palmer, al frente de los Cardenales.

Continuando en la división Norte de la AFC, no había equipo más embalado en la NFL que los Acereros de Pittsburgh. Aun así, sus fans no estaban del todo convencidos de que eran el equipo a vencer en su división. El domingo cayeron estrepitosamente ante un aguerrido equipo de los Jets que estaba desesperado por una victoria. Este año los Jets, aún con Geno Smith, habían dado buenos partidos contra rivales de primer nivel como es el caso de Green Bay, Nueva Inglaterra y Denver. Contra Pittsburgh no tuvieron un gran despliegue ofensivo, pero forzaron cuatro entregas, y con Michael Vick al frente de la ofensiva, no entregaron el balón. Lograron 150 yardas por tierra ante una defensiva de Pittsburgh que es floja por el centro.

Soy de los pocos que cree que los Jets no deben de hacer cambios ni con su entrenador ni con su gerente general. Rex Ryan llevó a los Jets dos veces al campeonato de conferencia. La directiva anterior bajo Mike Tannenbaum tomó malas decisiones y tuvo una merma de talento. Idzik lleva apenas dos años. Fue criticado por no aprovechar el espacio que tiene la franquicia dentro del límite de nómina de la NFL. Mi argumento es que un gerente general necesita por lo menos tres años para reestructurar a un equipo. Idzik tampoco tuvo la oportunidad de contratar a su propio entrenador. Es obvio que los apasionador fans de los Jets esperan resultados ya. Es difícil tener paciencia, pero empezar de nuevo con otro entrenador en jefe y otro gerente general los atrasaría aún más.

Finalmente, ha sido frustrante este año ver tantos partidos decididos por palizas, en particular aquellos en domingo o lunes por la noche. No hace mucho, la NFL se jactaba de ser una liga en la que la paridad reinaba y en donde la mayoría de sus partidos se decidían por siete puntos o menos. Mi colega, Álvaro Martín, con la asistencia del grupo de estadísticas de ESPN, me pasó el dato de la tabla a la derecha:

Obviamente, el cambio de reglas esta temporada en el que se ha penalizado indiscriminadamente el contacto ilegal, le ha dado una ventaja considerable a las defensivas. Diez puntos de diferencia en sólo un año son impresionantes. Los partidos se han vuelto TEDIOSOS, sobre todo aquellos en horario estelar.

Primero tuvimos el cambio de reglas en el kickoff, supuestamente para proteger la salud de los jugadores. Le siguió el cambio de reglas de golpes a receptores indefensos y contacto casco a casco. Este año fue penalizar estrictamente el contacto ilegal. Todo esto con el propósito de aumentar los marcadores a costa de la competitividad. El espectáculo que es la NFL va declinando.

Dudo mucho que los cambios de reglas respecto a los kickoffs y los golpes a receptores indefensos y casco a casco se hubieran implementando si la NFL no hubiera sido demandada por los ex jugadores de la NFL. Lo único bueno que ha hecho la NFL para proteger a sus jugadores es el protocolo de conmociones una vez que un jugador sale atarantado por un golpe en la cabeza. Fuera de eso, los otros cambios no han sido relevantes. Como lo he dicho en otras ocasiones, la cantidad de lesiones, y su intensidad, va a disminuir cuando la NFL y el sindicato de jugadores erradiquen el uso de hormonas de crecimiento por la mayoría de los jugadores.

Por lo pronto, me temo que seguiremos viendo partidos que quedarán decididos al final del primer tiempo.