Damián Didonato 10y

Colombia se sacó los nervios

Cuando Pablo Armero marcó el primer gol a los cinco minutos de juego, 16 años de frustraciones definitivamente quedaron atrás para el fútbol colombiano. La primera gran alegría de la Copa del Mundo llegó más rápido de lo esperado y tranquilizó al equipo, que se quedó con una victoria 3-0 invalorable contra Grecia en el estadio Mineirao de Belo Horizonte.

Había optimismo y confianza en jugadores e hinchas antes del debut, pero pocos imaginaron un resultado como este contra un rival que, en la previa, iba a ser muy duro de quebrar. Colombia ganó 3-0 y jugó con la autoridad de un equipo que sabe de qué es capaz y que también es consciente de sus limitaciones. No fue una actuación magnífica, pero fue contundente y ganó, algo que es trascendental en el inicio de un torneo como este.

La Tricolor goleó porque supo aprovechar sus situaciones, estuvo sereno cuando Grecia atacó y fue capaz de adapatarse al desarrollo del partido. Tuvo errores, sí, claro, pero es imposible no valorar como lo más importante un 3-0 en el debut de una Copa del Mundo. Primero debe quedar claro eso: los colombianos deben festejar este triunfo como lo que es: un volver a vivir. Pero también deben conocer las debilidades de la Selección.

A la hora de repasar las virtudes, la primera imagen que aparece es la de James Rodríguez. El medocampista cucuteño tuvo una presentación soñada en el campeonato más importante. Fue el líder futbolístico, tal y como se esperaba y no le pesó nada ese rol. No sólo no le pesó, sino que lo agrandó. James fue la figura indiscutible por capacidad de juego y porque cada acción de ataque colombiana estuvo asociada a él.

Rodríguez condujo al Seleccionado con elegancia y precisión y también dio una mano en defensa. Sí, además de ser el enganche y el armador, fue importante en la recuperación, porque siempre fue el primero en pasar la línea del balón y sumarse a la contención. Sus pases siempre llegaron a destino y Colombia jugó a su ritmo, que es el ritmo al que mejor se juega a este deporte, con la cabeza, pensando cada movimiento. En su debut mundialista, el crack de Mónaco demostró por qué es la gran esperanza de la Tricolor. Formó buenas sociedades con Ibarbo, Teófilo, Aguilar, Arias y, sobre todo con Juan Fernando CUadrado.

La otra gran figura individual del encuentro fue el mediocampista de Fiorentina. Cuadrado desplegó las virtudes que ya le conocemos y, como todo el plantel, no sufrió los nervios del debut. O al menos supo manejarlos. Siempre fue salida por la derecha y tuvo una participación vital en el primer gol cafetero. El sector derecho fue uno de los puntos altos del Seleccionado, con la dupla Zúñiga-Cuadrado.

"El entrenador planeó un partido que después salió exactamente como esperábamos y eso nos deja muy tranquilos y confiados", afirmó Mario Yepes en la zona mixta tras el partido. Colombia consiguió un gran resultado pero no jugó como de costumbre, con la pelota en su poder y en ataque. Si, como dice el capitán, así lo planeó el entrenador, fue una jugada muy inteligente, porque eligió dejarle la pelota a Grecia, que tiene carencias en el manejo y explotar los espacios.

La Tricolor salió con todo y marcó el primer tanto en el inicio mismo del juego, lo que le dio una tranquilidad que valía oro teniendo en cuenta que era el debut y el regreso de Colombia a un Mundial. Esa rápida apertura del marcador relajó los ánimos y le permitió al equipo llevar a cabo el plan de Pekerman sin apuros. Es decir, que sin el tanto de Armero, este planteo quizás hubiese sido estéril.

Quienes conocen a este equipo saben que esta forma de plantarse no es la que mejor le cae. El DT decidió jugar así por el adversario, no por convicción propia. Y le salió bien, sin dudas. Por esa razón, la falta de posesión y volumen de juego no es para preocuparse. Este Seleccionado tiene variantes y sabe manejar el balón como pocos, por eso ante rivales como Costa de Marfil no se verá el mismo planteo.

Lo que sí es para preocuparse es el retroceso. Una y otra vez desde estas páginas se ha alertado sobre este tema. Colombia queda mal parado en muchas ocasiones y eso en una Copa del Mundo puede ser letal. Hay jugadas en los que los mediocampistas centrales no acortan las líneas y eso lo sufren los centrales, que pueden llegar a quedar mano a mano. Hoy quien no tuvo un buena actuación fue Abel Aguilar, pero Sánchez sí fue importante en la recuperación.

En definitiva, el balance es muy positivo. Colombia se sacó los nervios del debut con un triunfo contundente, en el que mostró la autoridad de una Selección con argumentos para dar pelea. Además, le dio una alegría inmensa a los 50.000 colombianos que transformaron el Mineirao en el Metropolitano de Barranquilla. Porque hoy la Tricolor fue local y así comenzó su sueño mundialista.

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