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Cambiar, pero no tanto

RIO DE JANEIRO (Enviado especial) -- "La sanción a Luis Suárez es un tema muy sensible y lo entiendo pero nosotros pensamos en Uruguay en conjunto. En su fortaleza y en que es un equipo muy experimentado, con un gran entrenador y un ciclo exitoso". La frase de José Pekerman en la rueda de prensa previa al partido de octavos de final de la Copa del Mundo es clásica del discurso del entrenador de la Selección Colombia: medida y de bajo perfil. Pero deja algo para analizar: que su equipo no cambiará de idea pese a la ausencia de la figura rival.

La baja del delantero de Liverpool y la tensión que vive el plantel charrúa no han alterado los planes ni los nervios del técnico argentino, que mantiene su andar pausado y sin estridencias. El Seleccionado cafetero fue uno de los mejores de la primera fase con este estilo y nadie piensa en que es momento de cambiarlo ni mucho menos. Sin embargo, está claro que este partido supone una exigencia mucho mayor a los duelos ante Grecia, Costa de Marfil y Japón.

En la ronda inicial, Colombia eligió variar un poco el estilo de juego que lo llevó a clasificarse sin problemas. Dejó de buscar en el manejo de los partidos desde la tenencia del balón y se convirtió en un equipo letal desde el contragolpe. Siempre tuvo menos porcentaje de posesión que sus adversarios, pero generó mucho más situaciones de gol y aprovechó los espacios de gran manera.

Esta "nueva" idea ha sido una de las decisiones más inteligentes del cuerpo técnico, ya que así aprovechó mucho más las virtudes de sus mejores jugadores. James Rodríguez juega como enganche pero no es el clásico armador colombiano: pensante e inteligente pero un poco lento. El crack cucuteño es vertical, es gambeteador y muy rápido. Los mismos atributos tiene Juan Guillermo Cuadrado, su principal socio en la gestación de juego. Estos dos futbolistas trabajan mucho mejor con espacios que sin ellos. El problema es que Uruguay es especialista en cerrar los espacios.

Entonces, teniendo en cuesta esto, ¿está bien que Pekerman diga que no va a cambiar su plan? En principio, es sólo una frase vertida ante la prensa, porque el entrenador sabe que el encuentro no se planteará ni siquiera similar a los tres anteriores. Pero eso no significa que sea una mentira ni mucho menos. Colombia mantendrá su espíritu, su solidaridad en el campo, sus desdoblamientos ofensivos y defensivos. Pero no se plantará del mismo modo.

En principio, por primera vez en el Mundial, tendrá más el balón que su rival. Esto es casi un hecho. Todavía no se conocen las alineaciones de uno y otro, pero se supone que Uruguay podría jugar con un 4-4-2 bastante estático, con dos mediocampista de marca y sólo Forlán y Cavani en la delantera. Esa formación le otorgaría la responsabilidad de la posesión a Colombia. Y esto no es del todo perjudicial.

Es cierto que las mejores jugadas de la Tricolor fueron cuando tomó al adversario en retroceso y aprovechó los espacios. Sin embargo, James Rodríguez está en un nivel altísimo y darle el balón para que lo maneje a su antojo hasta tres cuartos de cancha puede ser muy peligroso para el conjunto de Oscar Tabárez. Eso es lo que debe aprovechar la Selección Colombia: el manejo del Diez y la movilidad de Teo Gutiérrez y Víctor Ibarbo, más las subidas de Juan Cuadrado, Camilo Zúñiga y Pablo Armero.

Según se pudo saber en Río de Janeiro, Pekerman mantendría los once que jugaron los primeros dos partidos. Es decir que jugaría con: David Ospina; Zúñiga, Christian Zapata, Mario Yepes y Armero; Carlos Sánchez, Abel Aguilar: Cuadrado, James, Ibarbo y Teo Gutiérrez. En esta ocasión, se vuelve aún más trascendente el trabajo de Ibarbo y Teo, porque deberán tener más dinámica para romper el cerrojo uruguayo. Y esta vez también deberán aportar más en ataque los laterales.

En definitiva, Colombia será igual de protagonista que durante la primera fecha pero desde otro punto: con la pelota en su poder y teniendo la iniciativa. Está claro que tiene jugadores para superar las dificultades que le planteará un adversario duro y con mucha más experiencia en estas instancias. Si James, Cuadrado y Teo mantienen el nivel y el resto del equipo acompaña con su acostumbrada solidez y solidaridad, los cuartos de final de la Copa del Mundo serán posibles para el fútbol colombiano.