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A 20 años de la muerte de Andrés

Andrés Escobar jugó los Mundiales de 1990 y 1994 Getty Images

SAO PAULO (Enviado especial) -- Justo en medio del mejor momento de la historia de la Selección Colombia, se cumplen veinte años de uno de los sucesos más tristes. Hoy, todo el país celebra y disfruta con el equipo que jugará los cuartos de final de la Copa del Mundo de
Brasil 2014, pero también se toma un minuto para recordar a un jugador que quedó en la memoria por su talento, por sus múltiples virtudes y por su liderazgo. Andrés Escobar es sinónimo de fútbol colombiano.

"Yo quería ser como él". Las palabras son de Jorge Bermúdez, pero podrían ser de cualquier futbolista cafetero que haya crecido en los ochenta y en los noventa. Andrés Escobar Saldarriaga es sinónimo de elegancia, templanza y capacidad defensiva. Su muerte generó un dolor que todavía perdura, pero su legado fue demasiado importante como para que la tragedia lo empañase.

Respetado por sus compañeros, admirado por los hinchas y temido por sus rivales, Andrés es aún hoy el mejor defensor de la historia del fútbol colombiano. Pero no sólo por sus múltiples cualidades a la hora de defender, sino también porque tenía un manejo muy superior al de cualquier zaguero y podía sumarse al ataque con suficiencia.

Dos de las grandes virtudes que todos le han reconocido al "Caballero del fútbol" fueron su profesionalismo y su temperamento. Era el primero a la hora de entrenarse y uno de los grandes trabajadores de aquella época de gloria del fútbol colombiano. Capaz de ganarle en el mano a cualquier delantero y de proyectarse al ataque con la mis claridad, fue uno de los principales referentes de la generación más ganadora de Colombia. Sí, hasta hoy.

Debutó en la Selección nacional a los 21 años y nunca más dejó la titularidad. Jugó los Mundiales de 1990 y 1994 y marcó uno de los goles más recordados de la historia. El 24 de mayo de 1988 Colombia enfrentó a Inglaterra en Wembley, en el marco de la Copa Rous. A los 22 minutos del segundo tiempo Alexis García envío un centro y Escobar marcó el gol del empate. Fue su único gol internacional.

"Una de las grandes alegrías de Andrés fue el gol que anotó en Wembley. Cuando nos llamó después de ese partido se le sentía le felicidad. Andrés era como un niño que le encantaba jugar al fútbol, pero él nunca dejo de ser niño, él vivía del fútbol, le pagaban por jugar fútbol, pero él amaba esa profesión", afirmó su hermano, Santiago Escobar, en diálogo con el diario El Tiempo de Bogotá. Estas frases son perfectas para intentar entender la personalidad de Andrés.

Hoy, en muchos sitios fuera de Colombia se recuerda a Escobar sólo por aquel gol en contra ante Estados Unidos en el Mundial 94, pero en su país sólo se piensa en él como un ejemplo de futbolista, como un hombre que dignificó esa profesión. Casi todos los colombianos a los que se les preguntan por el mejor defensor de la historia nombran sin dudar a Andrés.

En estos días mundialistas, Brasil está repleto de hinchas que llegaron de Colombia para acompañar a la Tricolor. El mejor campeonato de la historia de Colombia es un buen momento para recordar a Escobar, porque si hubo un jugador que se mereció vivir este éxito, es él. "Andrés es nuestro ídolo por siempre. Su elegancia y su estilo nos han marcado a todos los colombianos. Lo recordamos siempre", afirma un simpatizante paisa que pasea por Sao Paulo.

"No habrá ninguno igual a él. Lo del gol en contra y todo eso no cambió el amor que sentimos siempre por él. Fue uno de los mejores jugadores que vistieron la tricolor y a veinte años este triunfo es el mejor regalo", dice un emocionado hincha de Nacional que en estos días sólo vive por el Seleccionado. Y su sentimiento es el de todos los colombianos que hoy viajan por Brasil.

Hoy, dos de julio, se cumplen veinte años del cobarde asesinato de Andrés Escobar Saldarriaga. El mejor homenaje que le pudo hacer el fútbol colombiano es esta actuación en la Copa del Mundo. Es el éxito que el mejor defensor que alguna vez vistió la tricolor merecía.