ANAHEIM, California -- El primera base venezolano Miguel Cabrera ha demostrado en la temporada del 2010 que tiene todo el potencial para convertirse en el primero en ganar la triple corona de bateo en 43 años, pero eso es algo que no está en su mente.
"La verdad es que si gano la triple corona me quedaría en shock. Para mí eso es algo posible, pero imposible al mismo tiempo", dijo Cabrera el lunes a la Associated Press.
El venezolano, de 27 años de edad, es primero en promedio de bateo de la Liga Americana con .346 y en remolcadas, con 77. Además, sus 22 cuadrangulares lo colocan en segundo lugar detrás solo del líder dominicano, José Bautista, con 24.
Carl Yaztremski fue el último en lograr la triple corona con los Medias Rojas de Boston en la temporada de 1967.
Cabrera manifiesta que el 2010 ha sido un año de sensaciones positivas para el nativo de Maracay, quien enfrentó situaciones familiares tensas en el 2009 y se sometió a un proceso de rehabilitación para problemas de alcoholismo.
La mejoría en su juego, dice Cabrera, está ligada directamente al cambio que decidió dar en su vida.
"Hice muchos y muy positivos cambios en mi vida personal. Eso me ha ayudado realmente a tener mejores números, me ha ayudado a mantenerme más concentrado y también a ser un mejor pelotero", agregó.
Esos cambios incluyeron dejar de consumir alcohol, algo que aunque no reconoce como una adicción pasada, sí lo llevó a enfrentar una situación embarazosa en la ruta crítica hacia la postemporada del 2009.
Cabrera dice que esta temporada no ha tratado de demostrarle nada a sus críticos, solo a sí mismo.
"No tengo que demostrarle nada a nadie. Yo soy el mismo pelotero. La diferencia es que este año he sido más consistente y diferente en mi juego. Ya no regalo turnos y estoy más enfocado en lo que quiero lograr", agregó.
¿Y eso no podría incluir el tan mencionado tema de la triple corona?
"No", dijo riéndose, "la verdad yo lo que pienso es en ayudar a mi equipo a ganar".