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Los ricos se hacen más ricos

BRISTOL -- Concluyeron ya cuatro semanas de la temporada 2010-2011 y el verdadero color de los equipos está empezando a relucir. Es decir, hay unos que pintan bien, otros que no son como parecían y algunos que sorprenden, para bien o para mal.

Hay cuatro equipos que han destacado por encima de los demás en esta primera fase de la temporada. Son hoy en día, el grupo élite de la NFL, y todo parece indicar que podrían mejorar.

Aunque no recuerdo el nombre, había una telenovela en México de en la década de los '70s, en la que decían la frase "Los ricos cada vez más ricos, y los pobres cada vez más pobres". Esto se puede aplicar a cuatro equipos en particular: Jets, Houston, Pittsburgh y Baltimore.

Todos tienen el mismo registro con tres partidos ganados y uno perdido. Baltimore le propició derrotas a domicilio a los Jets y a Pittsburgh, pero cayó ante Cincinnati. Houston por fin se sacudió la marca de Indianapolis, pero también perdió a domicilio ante Dallas. La diferencia es que estos equipos, con la excepción de Baltimore, recuperan jugadores importantes a partir del próximo partido. Incluí a Baltimore en este grupo porque T.J. Houshmandzadeh llegó a las filas de los Cuervos días antes del primer partido y no fue factor las primeras tres semanas logrando sólo dos recepciones. Ayer ante la dura defensiva de Pittsburgh tuvo el pase para el TD de la victoria de los Cuervos en las postrimerías del encuentro. Anticipo que semana tras semana T.J. se convertirá en un factor más importante en el plan de juego ofensivo de Cam Cameron.

Los otros tres equipos festejan el regreso de jugadores clave, nadie más que los Acereros de Pittsburgh quienes tienen por el momento la penúltima ofensiva de pase en la NFL y quienes celebran el regreso de Ben Roethlisberger. Siguiendo el dicho que dice "no hay mal que por bien no venga" los Acereros han restablecido una supremacía en el juego por tierra a pesar de que sus rivales sabían que no tenían más que una dimensión ofensiva. Me gustaría ver a Pittsburgh usar una ofensiva terrestre como su primera opción y complementarla con los pases de Big Ben. Pittsburgh tuvo éxito lanzando de formaciones en que usaron dos o tres alas cerradas. Con un mariscal de campo con la movilidad y precisión de Big Ben las defensivas rivales tendrán que considerar la opción de pase. Y si logran ponerse en ventaja en sus partidos, harán todavía más efectiva aún a su ya potente defensiva.

Los Jets son los que reincorporan al mayor número de jugadores importantes. Regresa Darrelle Revis, quien es su mejor jugador, de una lesión en la corva. Con Revis en plenitud de facultades, y no estuvo las primeras dos semanas porque estaba fuera de ritmo y de condición, esta defensiva será todavía más intimidante. Regresa también Calvin Pace quien se lastimó en pretemporada. Su presencia hará todavía más potente la presión sobre los QBs rivales.

Pero el regreso más esperado e intrigante es quizás el de Santonio Holmes. ¿Cuál será su papel? ¿Asumirá inmediatamente el puesto titular sobre un efectivo Jerricho Cotchery, o desbancará al problemático Braylon Edwards? ¿Cambiarán su formación principal y usarán un personal 11 con tres receptores y un ala cerrada? O, ¿Seguirán usando principalmente a dos corredores, siendo uno de ellos un FB? Dicen que no hay que componer lo que no está descompuesto. Los resultados hablan por sí mismos pero quiero recalcar tres cosas en particular: 1) Mark Sánchez es el único QB que ha jugado completos los primeros cuatro partidos y no ha entregado el balón. En efecto, Sánchez no tiene una sola intercepción esta temporada y no ha perdido un solo balón suelto; 2) LaDainian Tomlinson está corriendo como en sus buenos tiempos en un sistema que está enfatizando más el juego por tierra que el juego de pase; y 3) el más importante, la ofensiva de los Jets es la quinta más prolífica anotando puntos en la NFL.

El riesgo que corren los Jets con la llegada de Holmes es dejar de hacer lo que les está dando éxito con la llegada de un receptor "estrellita" muy de la manera como le está sucediendo a Cincinnati. El argumento contrario sería que no tuvieron éxito contra una gran defensiva como fue la de Baltimore, pero en mi opinión, la falta de producción ante Baltimore se debió más a que no confiaron en Sánchez que en el esquema ofensivo.

Finalmente, Brian Cushing llega a reforzar una defensiva de Houston que llega a la cuarta semana como la peor de la liga en yardas permitidas. El gran problema de Houston ha sido su defensiva de pase. Esto era de esperarse con un esquinero novato, otro de segundo año y careciendo de un tercer esquinero de calidad. ¿Podrá Brian Cushing marcar la diferencia? El novato defensivo de la temporada 2009, tuvo cuatro capturas y el mismo número de intercepciones y pases desviados. Lo bueno para Houston es que no necesitan una gran mejoría de su defensiva dada su potencia y balance ofensivo.

Estos cuatro equipos han sido, hasta el momento, los mejores de la NFL. En la NFC nadie ha destacado. Si acaso se tendría que considerar a Atlanta como "el equipo del destino". Las dos últimas semanas se han escapado con victorias que deberían haber sido derrotas. Nueva Orleans falló un gol de campo de 29 yardas en tiempo extra, y San Francisco había interceptado a Matt Ryan. Lo único que tenía que hacer Nate Clements, el jugador que interceptó, era arrodillarse y dejar que su ofensiva dejara correr el tiempo restante en el partido, pero emulando a Marlon McCree (los fans de San Diego saben a lo que me refiero) buscó anotar y soltó el balón dándole a Atlanta una segunda oportunidad de ganar un partido perdido con un gol de campo en la última jugada del encuentro.

Una Cena con Rex

La nota que escribí la semana pasada recibió varios comentarios interesantes. Les agradezco el interés en leer las columnas pero sobre todo tomarse el tiempo dar sus puntos de visto, los cuales siempre leo y considero. Por razones de espacio, decidí no contestar en la sección de comentarios, y esperar hasta hoy.

Primero que nada, quiero decir que no tengo en contra de Rex Ryan, o que lo prefiero sobre Lovie Smith. De hecho, si tuviera la opción de invitar a uno u otro a cenar invitaría a Rex, aún si me saliera más cara la cuenta. Creo que es un tipo sumamente inteligente, afable y simpático. Insisto en que con más disciplina sería mejor entrenador.

En estas notas mi función es ser objetivo. Lo que traté de comunicar, y no lo hice claramente, fue el impacto que tienen las decisiones de los entrenadores en el desempeño de sus equipos. Debí haber hecho hincapié también en el impacto que tienen estas decisiones en la vida de los jugadores.

Pepenador hizo un par de observaciones importantes que quisiera considerar. La primera es que ningún equipo ha suspendido a jugadores cuando han sido arrestados por manejar en estado de ebriedad. Esto había sido cierto hasta hoy, y es también un gran error de los equipos que han tenido la oportunidad de establecer prioridades y no lo han hecho. Cabe recalcar que la mayoría de los arrestos se han dado durante recesos de temporada y en algunos casos las suspensiones, cuando se dieron, vinieron de la liga. En las situaciones cuando sucedieron durante la temporada regular le faltaron pantalones a los directivos de esos equipos para implementar reglas de disciplina ante una ofensa que puede ser letal. Hoy tuvimos la otra cara de la moneda con el despido de Dwayne Jarrett de Carolina después de su segundo arresto por manejar ebrio. Fue una decisión drástica pero necesaria de un equipo que está sin victorias y que no contará con su receptor estrella, Steve Smith, para su siguiente partido. Espero sienten un ejemplo ante el resto de los otros equipos en la NFL.

En el caso de Braylon Edwards, esta era la tercera vez que se ve involucrado en faltas de disciplina relacionadas con el consumo de alcohol. Como mencioné la semana pasada, Edwards estuvo bebiendo con Donte' Stallworth toda la noche antes de que éste atropellara y matara a un peatón. Edwards tuvo también un pleito en un bar de Cleveland a altas horas de la noche y también bajo la influencia del alcohol y fue arrestado. Esta era una gran oportunidad de enseñarle una lección y posiblemente reformarlo. Con la suspensión de un sólo cuarto, el mensaje que le dieron fue que mientras tenga talento y contribuya, como lo hizo ante Miami, sus transgresiones fuera del terreno de juego le serán condonadas. El caso de Edwards me recuerda la situación de Chris Henry de Cincinnati, y ya saben ustedes lo que pasó con él.

Edwards se rasuró la barba y se cortó el pelo para presentar otra imagen, pero dudo que haya cambiado internamente. Una suspensión de uno o más partidos, con una advertencia de que la siguiente vez quedaría fuera del equipo le habría abierto los ojos y posiblemente lo habría concientizado de lo cerca que está a perder todo lo que tiene y valora. Braylon Edwards es un gran talento que por su indisciplina no se está rindiendo al nivel que es capaz. ¿Qué tiene que pasar para que Edwards cambie? ¿Un accidente fatal para el o para otra persona? ¿Qué termine en la cárcel como Plaxico Burress, o muerto como Chris Henry? Lo siento, pero Rex perdió una oportunidad de oro no sólo de reformar la carrera de un jugador, sino también su vida.

La segunda observación de Pepenador fue que los Jets han sido de los equipos con menos arrestos en los últimos cinco años. Esto debe ser, y es, un hecho de orgullo para los Jets y para sus aficionados. Pero, ¿por qué empezar a cambiar ahora y convertirse en los Bengalíes de Cincinnati? ¿Por qué dejar de ser una organización ejemplar en lo que corresponde al comportamiento de sus jugadores?

Para aquellos que sufren por el desempeño de sus equipos, sólo queda decir que la temporada es todavía muy joven. Como he sostenido a través de los años, los equipos evolucionan constantemente a lo largo de una temporada, ya sea para bien o para mal. Todos pasan por estapas de crisis. Algunos mejoran mientras que otras se vienen abajo. Esto es lo que hace interesante a este deporte.

Hasta la próxima...

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