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NAPOLES -- Excesiva y apasionada, la ciudad de Nápoles, en el sur de Italia, se rinde como cada año a una de sus fiestas más señaladas, el cumpleaños del astro argentino Diego Armando Maradona, que este domingo cumple medio siglo de vida. Y como no podía ser de otra manera en una ciudad donde el fútbol es casi una religión y "El Pelusa" su dios, el programa de actividades es amplio y variopinto. Estatuas de cartón-piedra, figuritas de Belén, la exposición de uno de sus cabellos y documentales sobre su vida tanto dentro como fuera del campo son sólo una parte de la particular celebración con la que Nápoles rendirá culto a Maradona un día antes de su cumpleaños. "Es un icono y un mito viviente en la ciudad, incluso para quienes no eran sus fans cuando jugaba al fútbol. Está aún presente en las paredes y en la vida cotidiana", explicó a Efe Vincenzo Ambrosino, miembro de "Interno 5", organizadores de las celebraciones. 'El Pibe de Oro' no estará sobre el césped del San Paolo como se venía barajando en los últimos meses en un partido benéfico con sus amigos, pero seguirá estando muy presente en las calles de Nápoles. Y es que si el argentino debe a Italia varios de sus títulos, entre ellos dos 'scudettos' y una Copa de la Uefa, la ciudad napolitana también le debe a él una de sus etapas más gloriosas. "Maradona ha sido un motivo de orgullo para los napolitanos cuando la ciudad vivía con problemas", asegura Ambrosino. El argentino llegó al Nápoles en 1984 procedente del F.C. Barcelona y convirtió el estadio San Paolo en centro de peregrinación de los aficionados al 'calcio'. Un período de títulos y éxitos pero también de excesos y polémicas que le llevaron a abandonar bruscamente Italia en 1991, después de dar positivo por cocaína en un partido frente al Bari. Después de la sanción, han sido contadas las ocasiones en las que ha vuelto a Italia, hay quien asegura que por el miedo a enfrentarse al fisco italiano, al que debe 37 millones de euros. Pero como el amor no entiende de reglas, la ciudad de Nápoles sigue rindiendo pleitesía cada año a uno de sus iconos. El "Maratón Maradona", una fiesta cultural y lúdica, comienza con un desayuno o un aperitivo en el bar Nilo, que custodia una de las reliquias más preciadas de la tradición 'maradoniana', un cabello del argentino recogido del césped del San Paolo tras uno de sus últimos partidos. Después, la peregrinación continuará por varios talleres artesanales del centro de la ciudad, donde se podrán contemplar desde estatuas de cartón piedra a tamaño natural del futbolista hasta diminutas piezas de Belén que rememoran momentos históricos. En Via San Gregorio Armeno, la famosa 'Calle de los Belenes' de Nápoles, Genni di Virgilio expone desde hace años una curiosa figura con camiseta albiceleste y mano alzada al cielo, que simula una de las jugadas más gloriosas de la historia del fútbol, la "mano de Dios". Por la noche, la fiesta continuará con proyecciones de los mejores partidos del "10", como momentos del famoso Argentina-Inglaterra del Mundial de México'86, y con actividades culturales. Documentales, monólogos, espectáculo de teatro y hasta un concurso literario llamado "He visto a Maradona" componen el aspecto más cultural de la celebración, que concluirá, como no podía ser de otra forma, en una conocida discoteca. La velada al ritmo de canciones 'maradonianas' se prolongará más allá de la medianoche para cantar el cumpleaños feliz al "Pelusa".
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