<
>

Alegrías y sinsabores

BUENOS AIRES -- El Torneo Clausura, de golpe y chispazo, se pone emocionante. Gana Boca. Pierde River. Pierde Olimpo en Bahía Blanca que es la gran nota de todos los resultados.

Que Boca le gane a River ya es una obviedad. A esta altura lo sabe todo el mundo. Así como también es una realidad que el excelente arquero Carrizo, en momentos decisivos, se pinche y cometa errores infantiles (por ejemplo ante Palermo: ¿le habrá querido celebrar su retiro?) que en otros partidos no comete. En fin, no hay que caer en la perogrullada de echarle la culpa a nadie.

River con su planteo mediocre, casi sin ideas ni variantes, no da para más. Y es justo que se encuentre en el lugar que se encuentra.

Y hay algo que no me entra en la cabeza, aunque me la golpeó y golpeó contra un borde de mármol: ¿cómo es posible que no le den salida urgente a Jota Jota Mackey?

Hay algo por lo cual todos debemos estar felices: Martín Palermo pudo hacer un gol en su último superclásico y así coronar una carrera más cercana a la película de acción de Hollywood que a una carrera deportiva. Todos con Martín.

El gran fracasado de esta fecha no fue River, como todos imaginan, sino Olimpo que debió haber ganado y perdió. Un papelón. Dejó pasar una oportunidad única de hundir a River y hacer feliz a la otra mitad más uno.

Olimpo, como todos saben, perdió por dos a uno ante mi equipo querido, Independiente de Avellaneda que, de a poco, va recuperando su ritmo extraordinario.

Otro fracasado que dejó pasar el campeonato es Vélez que, a mí particularmente no terminada de emocionarme por completo. ¿Qué le pasa a Vélez? Bajó mucho su nivel y ante Lanús (un equipo ganable) podría haber demostrado que estaba condenado a salir campeón.

Es sabido por los filósofos del fútbol que las oportunidades y los goles no se dejan pasar en el fútbol. Por lo menos, no así nomás.

Quizás este domingo haya nacido la oportunidad para otros y se hayan escapado las esperanzas para otros más. El Torneo Clausura es generoso con varios equipos.

Concretamente me refiero a Boca Juniors, ¿está para salir campeón? Tengo mis dudas al respecto y además jamás me dejé enceguecer por una victoria de superclásico.

Quiero decir que Boca, más allá de ganarle a River, algo muy fácil por cierto, tiene sus interesantes altibajos, juega bien de a ratos y Riquelme no siempre aparece.

Habrá que esperar. Por parte de River, todo es silencio e incertidumbre. Si insiste en la idea de "aguantar" a un técnico que, evidentemente no tiene llegada con los jugadores, su futuro será negro en forma de b larga.

Otro que no da pie con bola es San Lorenzo de Almagro, que no encuentra ni técnico. En este mar de dudas y mala suerte, el club de Boedo es otro que tiene un flojo desempeño.

El Torneo, generoso, llega a su instancia decisiva y cualquiera pueda ganar, como dice Ricardo Gareca, el dt de Vélez. Ni una palabra más.