LONDRES -- El francés Eric Abidal levantó la cuarta Copa de Europa del Barcelona al cambiarse los papeles con el capitán, Carles Puyol, en un emotivo gesto de sus compañeros.
El jugador galo, que superó esta misma temporada un tumor de hígado y luchó contra viento y marea para jugar esta noche la final, fue el encargado de recoger el trofeo por iniciativa de los futbolistas del equipo español.
Un fuerte abrazo de Abidal con Villa captó especialmente la atención de las cámaras por la connotación que ese momento albergaba.
Después de un desfile divertido para recoger sus medallas, saludar al príncipe Felipe y mirar de reojo al pasar esa Copa, los jugadores del Barcelona se intercambiaron el trofeo e incluso se lo colocaron de sombrero.
Sólo hubo uno que se adelantó al resto. El brasileño Dani Alves no aguantó y, nada más verla, todavía expuesta, pero ya grabada con el nombre del Barcelona, saltó para plantarle un beso.
Abidal definió como "excepcional en la carrera de un jugador" el momento de levantar la copa como campeón de Europa.
Abidal ha querido "dar las gracias a Xavi y Puyol", los dos capitanes del equipo que decidieron que fuese él quien levantara el trofeo al cielo de Londres tras superar un tumor en el hígado del que fue intervenido hace un par de meses.
"No hay palabras para expresar lo que siento. Ha sido un momento espectacular", ha destacado al lateral azulgrana, quien ha dedicado el título: "A mi familia, mi mujer, las niñas, mis padres y todo mi país de Martinica".
Abidal también ha agradecido el apoyo de "mucha gente" que le ha animado durante la enfermedad y ha recordado que el médico que le operó pronosticó que jugaría la final de Wembley. "Todo ha salido perfecto", ha resumido.
ROSELL: "ESTO DEMUESTRA LA VIDA EN LA MASÍA"
Sandro Rosell, presidente del club, aseguró que "el detalle que tuvo Puyol al ceder el brazalete de capitán a Abidal en la recepción de la Copa, es un acto que ilustra la vida de nuestros chicos en La Masía".
"El detalle de Abidal es la culminación del compañerismo, son gente que desde niños duermen juntos en La Masía. Con estos asuntos, te das cuenta que son diferentes, que son grandes personas. Con este entrenador que es el mejor del mundo, el mejor de la historia, con estos jugadores, con Messi, el número uno, tenemos talento, humanidad, táctica, técnica, el futuro está en la motivación para seguir ganando", afirmó Rosell.
"Vamos a celebrarlo en el Camp Nou que queremos estar lleno de niños con sus padres y luego irnos de vacaciones. Nuestro equipo está eufórico, es un homenaje al fútbol, a nuestra gente que vino a pesar de los volcanes, celebrando que se ha jugado al fútbol, que los dos equipos han luchado y que gracias a Dios hemos ganado, estamos muy felices", apostilló.