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Saldo a favor

Del Potro llegó a octavos, pero no pudo ante Nadal AP

BUENOS AIRES -- Examen aprobado. El resultado del paso de los tenistas latinoamericanos por Wimbledon, si bien no habrá un finalista o un semifinalista, fue positivo. Y no sólo comparado con los pobres antecedentes cercanos en el césped de La Catedral, sino porque la mayoría perdió con rivales superiores, casi todos ellos figuras. Además, hubo un representante en los octavos de final, cortando la racha de cinco años sin un jugador de la región en esa instancia.

La última edición del certamen más importante del deporte blanco con por lo menos un latinoamericano en octavos (varón o mujer) había sido 2005. Esa vez, el argentino David Nalbandian y el chileno Fernando González arribaron inclusive a los cuartos, cayendo otro argentino, el ya retirado argentino Guillermo Coria, en octavos. Y anteriormente pasaron otras cinco ocasiones sin presencias en esas ruedas.

Así, el Grand Slam históricamente más difícil para los jugadores de América Latina, formados en su mayoría en la lenta arcilla, no pudo repetir el reciente caso de Roland Garros, cuando en esa superficie el argentino Juan Ignacio Chela accedió a cuartos. Esta vez, su connacional Juan Martín del Potro era el que aparecía con más crédito y, de hecho, fue el único que dijo presente en la segunda y última semana de competencia.

En esta oportunidad se dio la cifra más baja de latinoamericanos en Wimbledon en 15 años, con sólo 11, pero la poca cantidad no se reflejó en la calidad. Sí se extrañó la presencia femenina, con el dato llamativo de que fue la primera vez en la era profesional -comenzó en 1968- sin una mujer de la región en singles. Sin la argentina Gisela Dulko en cancha, por lesión, ninguna colega sudamericana logró un boleto desde la etapa clasificatoria.

Hace 12 meses, Wimbledon vivió la peor actuación de conjunto de América Latina en los Grand Slam en 22 años. Es que habían participado 15 jugadores y 14 perdieron en el debut, siendo sólo el brasileño Thomaz Bellucci el que ganó algún partido, ya que logró dos victorias y alcanzó la tercera rueda. Esta vez, sorprendió su rápida despedida y los que mejor rindieron fueron Del Potro, Nalbandian y González, los tres "cabecillas".

En gran parte, aquella pálida versión del Grand Slam británico de 2010 se dio por las ausencias obligadas, por lesiones, de ellos. Este trío sudamericano, ex top-5 del mundo y finalistas de 'Majors', volvió a decir presente y dejó otra huella. Claro que no fue del calibre de otras tardes de gloria, pero ratificaron sus status de grandes jugadores, mostrándose recuperados de problemas físicos y siendo eliminados por adversarios de primera línea.

Si bien Del Potro nunca había podido superar la barrera de la segunda rueda en Wimbledon, esta vez sí lo consiguió y así el campeón del US Open 2009 ya se metió por lo menos en octavos, en la segunda semana de acción, en los cuatro Grand Slam. El gigante argentino cumplió muy bien su parte: venció a dos adversarios accesibles, con el plus de que el belga Olivier Rochus es siempre y peligroso, y luego eliminó al francés Gilles Simon (15° favorito), ex top-ten.

Ya en la previa, desde este espacio, viendo el cuadro, era previsible que Del Potro se cruzara en octavos con Rafael Nadal. Y así fue, nomás. El español, actual rey del circuito, trepó a la final en sus cuatro últimas apariciones en Wimbledon, ganando las dos más recientes (2008 y 2010). El máximo cabeza de serie le ganó al 24° en cuatro sets muy ajustados, dejando los duelos personales con ventaja de 6-3 (2-0 en pasto).

Con un gran saque, se adaptó mejor el argentino al césped más lento de Londres, contrarrestando el slice de los rivales para molestarlo por su gran altura. No pudo ante Nadal, con la diferencia exigua de haber perdido los dos tie-breaks jugados. Se le escapó el primero, padeció las magistrales defensas del europeo y no resistió algunos contraataques, en más de un caso a contrapierna. En el debe quedó la falta de una mayor apertura de ángulos para tratar de quebrarlo.

Así las cosas, lo suyo dejó un saldo favorable. Se superó en este Grand Slam y sólo algunos detalles, nada menos que frente al tan sólido y aguerrido Nadal, no le permitió dar el gran golpe e instalarse en cuartos. Por algo el español es lo que es y marcó pequeñas y claras ventajas en los momentos decisivos. Por eso la sensación de Del Potro de haberse sentido tan cerca y tan lejos, al mismo tiempo.

Luego quedaron a la par, un paso por detrás, Nalbandian y González, superados en la tercera rueda por el suizo Roger Federer (3°) y el francés Jo-Wilfried Tsonga (12°), respectivamente. Ambos volvieron después de padecer operaciones, fueron ganando en confianza paso a paso y al final sus tareas en el mítico césped de Londres les dejan la puerta abierta para recuperar gran parte del nivel ostentado, elogiado y admirado por la prensa, los colegas y los fans.

Nalbandian, reaparecido dos semanas en el pasto de Queen's, donde ganó dos encuentros y arribó a octavos, se reencontró con un "viejo conocido". Federer, el hombre récord en títulos de Grand Slam, con 16, viene de ser finalista en Roland Garros y busca igualar el récord de siete copas en Wimbledon, donde podría recuperar el puesto N° 1 del ránking. Apoyado en su preciso y consistente servicio, el suizo pulverizó las ilusiones del argentino.

Federer dejó en claro que está por encima de Nalbandian (28° cabeza de serie), quien si bien mostró destellos de su calidad, fue superado en el rubro saque y en la convicción para jugar y definir en los instantes cruciales. El helvético, que se mueve como pez en el agua en el All England, mejoró su ventaja sobre el sudamericano, finalista en Londres en 2002, en los enfrentamientos, que ahora es de 11-8 luego del primer partido entre sí en pasto.

La vuelta de González, retrocedido al 478° lugar de la ATP, fue mejor de lo que se presumía, pese a su lógica falta de partidos. Arrastraba lesiones y sólo había disputado tres torneos en nueve meses. El bolillero le deparó el ascendente ucraniano Alexandr Dolgopolov (22°) en el debut y lo superó con la gran potencia de su derecha y mucha determinación, demostrando que tiene un nombre propio respetable que se lo supo ganar.

Pero ya en la tercera ronda surgió la figura de un hombre con mejor presente, sin un pasado reciente entre algodones, como el del chileno. El galo Tsonga, finalista en Queen's dos semanas antes, con victoria sobre Nadal incluida, se apoyó en su letal saque para vencer con autoridad a González. Es más: luego se aseguró ya repetir al menos lo hecho en Wimbledon 2010, llegando a los cuartos de final.

Si bien seis latinoamericanos cayeron en primera rueda, cuatro cedieron ante alguno de los 18 máximos favoritos, todos con mejores pergaminos en césped. Y el brasileño Ricardo Mello también perdió con un cabeza de serie, como el francés Michael Llodra (19°), en 2ª ronda. En tanto Chela (25°), al que le cuesta moverse en pasto, quedó en la vereda opuesta al ser superado por el estadounidense Alex Bogomolov Jr. (72°).

Otro caso fue el de Bellucci (30°), que se despidió en su debut ante un rival peor ubicado, como el alemán Rainer Schuettler (113°), pero que fue 5° en el ránking y trepó a las semifinales de Wimbledon en 2008. Por eso, si bien no rindió como mejor sabe haberlo, forzando con su endiablada zurda, se encontró también con un hombre experimentado, dueño de un gran contragolpe y muy riesgoso.

De esta manera, el saldo general fue positivo. Hay que tener en cuenta que Del Potro y Nalbandian perdieron ante Nadal y Federer, quienes se repartieron los últimos ocho títulos en Wimbledon. Y son nada más y nada menos que los dos mejores jugadores de la década más reciente. Ellos dos y González recargaron energías y fe y apuntan a recuperar terreno, luego de sufrir diversos problemas físicos. Tienen el crédito abierto. Sin ninguna duda.