CARTAGENA (Enviado especial) -- Detrás de los muros conviven los edificios más antiguos de América latina con el vallenato y la cumbia. Las plazas históricas con los puestos ambulantes de llamadas a celulares. Las callejuelas de adoquines con restaurantes de comida extranjera. Lo ancestral con lo moderno. Así es la ciudad amurallada, el centro histórico de Cartagena de Indias.
Durante la época colonial, aquí se estableció uno de los puertos más importantes de Latinoamérica. Gracias a eso, la ciudad tuvo un gran crecimiento y se transformó en un centro de la zona norte del continente. Lo que hoy es uno de los principales atractivos turísticos de Colombia, varios siglos atrás sirvió para contener a los conquistadores ingleses y franceses. La ciudad amurallada es la fortificación más grande de esta parte del mundo y también fue el sitio en donde nación el concepto de "ciudad heroica".
Pero aquel asedio del 13 de marzo de 1741 no fue la única lucha contra los conquistadores. Cuatro años después de que Cartagena declarara su independencia de España, el Rey intentó reconquistar la región. El pueblo se atrincheró durante tres meses, en los que debieron luchar también con el hambre y las enfermedades. Los cartageneros decidieron enfrentar a los españoles hasta la muerte y por eso la actual capital de Bolívar se ganó dicho apodo.
Esta introducción histórica es sólo para entender la importancia de esta ciudad en la historia de Colombia. Hoy es un destino turístico de gran relevancia en todo el mundo, pero alguna vez fue símbolo de resistencia latina contra la colonización. Allí, en esas calles, hoy se pueden ver diversos tipos de comercios, desde lugares de venta de artículos regionales hasta centros de internet y lavanderías.
El pueblo costeño tiene fama de alegre y despreocupado. Eso se puede apreciar en cada rincón del centro histórico. Los trabajadores de los puestos hablan alegremente y bailan mientras atienden a los turistas europeos, norteamericanos y del resto del continente. Además de los negocios, también hay viviendas detrás de los muros, sobre todo en los callejones más distantes de la Plaza de los Coches.
La ciudad amurallada es la principal razón por la que Cartagena de Indias fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1986. Después de dar un paseo por allí uno entiende que ese título no tiene sólo que ver con la historia, sino también con el presente. La cultura colombiana vive en esas calles, con sus ritmos caribeños, con sus comidas típicas y con su pueblo alegre.
Quien dice Cartagena dice playa y Caribe, pero también habla de un bastión de resistencia de nuestra América latina. Detrás de los muros está la historia misma de este continente que un día soñó con la independencia y lo logró, gracias a miles de patriotas que murieron y vivieron por ello. La ciudad amurallada fue testigo y por eso es un destino imperdible.