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Mourinho ensucia al Real Madrid

MADRID -- "Cuando pierden dan la mano sin envidias ni rencores, como bueno y fiel hermano". Ésta es una de las frases del himno del Real Madrid, que une varios de los valores que habían estado presentes en los futbolistas del Madrid, durante la historia. Desde pequeños, en la cantera a los niños se les inculca este tipo de valores. Y a los que llegan de fuera, igual. Saber ganar es importante, pero más importante es saber perder.

Nada de esto queda ya en el Real Madrid, desgraciadamente. Y todo por culpa de José Mourinho, que está tirando por tierra años de una historia gloriosa en este club. El Real Madrid ha pasado de ser una institución envidiada y respetada por lo que era dentro y fuera del campo a ser un equipo repudiado por todos aquellos que no son madriditas, aunque ya muchos de ellos reniegan de este entrenador. Los románticos, que son muchos, están empezando a quejarse de este técnico que tan mala reputación le está dando.

Mourinho no entiende, ni quiere entender, que el Real Madrid es mil veces más grande que él. Lo centra todo en él sin importarle lo que pueda dejar en el camino y ensuciar el escudo al que representa. Por muchos títulos que consiga jamás será capaz de igualar el palmarés del club más laureado del mundo, el del Real Madrid.

Lo vivido en el Camp Nou es inconcebible. No por el fútbol del Real Madrid. En este sentido no hay nada que reprocharle a los madridistas ni a Mourinho que hizo un planteamiento excelente. Todo lo contrario. La primera parte realizada por los blancos fue memorable. Seguramente nunca haya sufrido tanto el Barcelona contra nadie como en esos primeros 45 minutos. El problema de los blancos fue, como siempre, encontrarse con 'SuperMessi'. El argentino brindó un gol a Iniesta y marcó otro.

La segunda parte fue más áspera, pero también se vio un Madrid poderoso, imponente, demostrando que es el único plantel capaz de hacer sombra al todopoderoso Barcelona. Así lo reconoció Guardiola, que calificó al Real Madrid como "el mejor rival que tenemos". Claro que los culés cuentan con Messi y por mucho que Mourinho vea a Cristiano Ronaldo como el mejor del mundo, y también otros madridistas que siguen la doctrina de Mou, el argentino no tiene comparación. Es el número uno con diferencia o sino que se lo pregunten a Casillas al que tiene martirizado.

El problema llegó al final cuando Marcelo perdió la cabeza y dio una patada al debutante Cesc de esas que merecen un fuerte castigo. La roja al brasileño no debe pasar impune. Un partido de sanción no vale. Alguien tiene que ponerle freno a esta situación porque entradas tan criminales no pueden permitirse. Tampoco las de Pepé. El portugués es un grandísimo central, pero la suciedaz con la que juega no se puede permitir. Cualquier día va a ocasionar algo grave.

Los madridistas están abducidos por Mourinho. La agresividad con la que se emplean no se daba antes. Ir fuerte al balón y jugar con agresividad entra dentro de lo normal y más si se tratan de este tipo de partidos. Otra cosa es jugar para hacer daño. Y eso es lo que debe transmitir Mou a sus futbolistas porque bastantes entradas -Pepe siempre está en ellas- están fuera de la legalidad.

Mourinho, que en la rueda de prensa, dijo que él es un hombre, en el campo demostró lo contrario. Es un cobarde. Las imágenes le retrataron al dirigirse por la espalda a Tito Vilanova y meterle un dedo en el ojo. Luego en la rueda de prensa ironizó sobre el segundo entrenador del Barcelona diciendo que "no se quién es 'Pito' Vilanova".

Lo que queda de este partido, y de lo que realmente se debería haber hablado, es del tremendo juego que se vivió, digno de los dos mejores del mundo. Pero no, Mourinho siempre tiene algo para que no se hablé de fútbol cuando pierde. Lo de esta vez ya ha pasado de la raya. Tanto que hasta Piqué reconoció que "Mourinho se está cargando el fútbol español". Cuando se refiere a esto es a la selección española. El Barcelona tiene a nueve campeones del mundo y al ir a la selección la inmensa mayoría se alinean con los culés. Pedrito también aseguró que "hay piques entre nosotros". Y todo esto por culpa de un portugués dañino para la Roja. Ojala Florentino Pérez ponga remedio a esto. Malas personas como este entrenador sobran.