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Ídolos rotos

Don Baylor Getty Images

Don Baylor tenía grandes expectativas sobre su sorpresiva contratación como manager de los Bravos de Margarita, en el beisbol invernal venezolano.

"Quiero volver a dirigir en las grandes ligas y esta es una manera de decir que ando por ahí", contó en septiembre el antiguo astro de las mayores y de los Navegantes del Magallanes, antes de tomar el avión que le traería de Estados Unidos al Caribe.

Baylor es una leyenda en la tierra de Luis Aparicio.

Fue el coach de bateo que devolvió el rumbo perdido a la carrera de Andrés Galarraga, ayudándole a conseguir el título de bateo en 1993, y estuvo al lado de Carlos González cuando el zuliano emuló al Gran Gato en 2010, también con los Rockies de Colorado, como Galarraga.

Baylor también pasó 19 torneos en la gran carpa y fue uno de los integrantes del legendario Poder Negro de la nave turca, en la década de los años 70.

Fue este lustroso personaje quien fue dejado en libertad esta semana, en una de las más polémicas --paradójicamente, más esperadas-- decisiones del campeonato 2011-2012.

Los Bravos despidieron a Baylor luego de que éste fuera incapaz de sacarlos del sótano.

Margarita únicamente ganó 15 de sus primeros 42 encuentros y está al borde de la eliminación, aunque, en justicia, varias de las 27 derrotas no fueron dirigidas por el antiguo outfielder, sino por su coach de banca Gene Glynn, que también fue dejado cesante.

"Conversamos sobre la situación del equipo y llegamos a esa decisión, pues coincidimos en que resultaría lo mejor para el club", explicó el gerente general de los insulares, Rubén Mijares, en un comunicado oficial.

El diario Sol de Margarita publicó la víspera una controversial entrevista con Maximiliano Ramírez, una de las figuras más prominentes de la escuadra, en la que el ex bigleaguer criticó la relación entre el timonel y la cueva.

"No hay química", aseguró Ramírez, que ha alineado en el medio del lineup casi desde el inicio y batea para .236, con 3 jonrones y 11 empujadas en 34 partidos.

Baylor habló con filosofía, al ser interpelado por el periodista Enis Espinoza, que en la mañana del lunes dio la noticia, adelantándose varias horas al anuncio del equipo.

"Me esperaba la decisión", señaló el técnico. "La directiva se cansó de los resultados y decidió abortar el proyecto. Las cosas entre la directiva y los jugadores no estaban bien. Yo era el puente entre ellos y eso es un error".

Nadie bateó menos que los Bravos, a pesar de haber adquirido a Ramírez, José Castillo y Jackson Melián durante el receso entre torneos.

La contratación de los grandeligas Eric Young Jr., Collin Cowgill y la lesión de Ryan Lavarnway tampoco fue de ayuda.

El slugging colectivo de Margarita no llega a .300 (comenzó la semana en .299). También tiene el peor average (.231), el peor promedio de embasado (.318), la menor cantidad de anotadas (134) y de extrabases (60).

Hensley Meulens tomó las riendas como manager encargado. Paradójicamente, el curazoleño es el coach de bateo de los neoespartanos.

Meulens también terminó al frente de los orientales la pasada campaña, al ser despedido Luis Dorante.

Contando regencias e interinatos, en menos de dos años han llevado las riendas de la novena hasta cinco pilotos, incluyendo a Meulens, Dorante, Glynn, Baylor y Osmín Meléndez.

Pero el trapiche del circuito venezolano ha cobrado otras víctimas notorias.

El boricua Mako Oliveras fue la primera, al ser devuelto a su casa por las Águilas del Zulia, sin importar sus pergaminos ni sus títulos en Puerto Rico y México.

Lipso Nava sucedió a Oliveras con gran éxito. Bajo su mando, los rapaces pasaron del penúltimo lugar hasta los puestos de comando, con 16 lauros en 22 salidas.

Los propios occidentales salieron hace poco más de una semana de Darin Mastroianni, el líder de la divisa en la 2010-2011, alegando que el primer bate no estaba rindiendo lo esperado (aunque tenía .369 de OBP). Trascendió en la prensa zuliana, poco después, que el propio Mastroianni, abrumado, había solicitado su baja.

Dmitri Young es otro ídolo roto. Llegó al país como uno de los importados con mayor reputación y nombradía, aunque tenía tres años sin jugar profesionalmente.

El estadounidense disputó 13 campeonatos en las grandes ligas y asistió al Juego de Estrellas tanto con la Liga Americana, en 2003, como con la Nacional, en 2007. Dejó topes de 29 jonrones, 48 dobles y cinco veces bateó sobre .300, pero con los Caribes de Anzoátegui sólo ligó un hit cada seis turnos.

Young fue despedido el mismo día que Baylor. Para sustituirle, la tribu contrató a otro trotamundos, Matt Padgett, que en las últimas tres zafras se ha desempeñado en la Liga del Atlántico, un circuito independiente.

Es posible que Pagett produzca algo más que el cesanteado zurdo, que deja una línea de .167/.286/.212 sin jonrones y con apenas un trío de extrabases.

Tres de los ocho managers han sido despedidos cuando recién comienza la segunda mitad del calendario.

Algunos clubes, como los Leones del Caracas, han renovado ya a todo su plantel de importados.

Notables prospectos, como el muy promocionado Alex Liddi o Josh Satin (el Pelotero del Año en las sucursales de los Mets de Nueva York en 2011), han sido devueltos al norte con pena y sin gloria.

Ninguno de los caídos en desgracia, sin embargo, tiene más nombre que Baylor.

"Los managers estamos siempre expuestos a sufrir despidos", dijo el estratega de 62 años de edad, en un comunicado oficial. "Son cosas que pasan en el beisbol".