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Davis: el estadio de la polémica

SEVILLA -- Ya queda poco para el comienzo de una nueva final de la Copa Davis. En Sevilla, los equipos de España y Argentina ultiman detalles y siguen afinando la puntería para el gran choque que cierra el año tenístico, entre el viernes y el domingo. Mientras, el estadio Olímpico de La Cartuja sigue siendo remodelado, pero tiene puntos para corregir y uno clave es la lejanía de varias localidades con respecto al rectángulo de juego, lo que llevó inclusive a una polémica con simpatizantes argentinos a los que les cambiaron la ubicación y están protestando la medida.

Sin dudas, este estadio es raro, por donde se lo mire. Por un lado, no es un reducto considerado indoor, ya que no está totalmente cerrado y cubierto, como se usa en numerosos certámenes de ATP y en algunos de WTA. Pero sí tiene techo. Lo más llamativo es que, entre los sectores más cercanos a la cancha, con tribunas tubulares, y los más altos, que pertenecen a la estructura fija, hay asientos al aire libre. Sí, leyó bien. Se trata de una especie de mix, entre un indoor absoluto, que de hecho no lo es, y un estadio outdoor, al aire libre, para cuyo propósito tampoco cumple con los requisitos.

Así las cosas, la prensa internacional acreditada para esta competencia se sorprende desde el mismo instante que accedió al estadio Olímpico. Este recinto fue construido para la Expo Sevilla '92 y, llegando en auto desde las distintas autovías, parece ser un centro de convenciones y no un estadio propiamente dicho, con tribunas y con propósito de ser usado para la práctica de un deporte.

Es cierto que pueden realizarse actividades al aire libre en dicho escenario, ya que tiene medidas similares a otros estadios de fútbol y hasta una pista de atletismo, entre el campo y las tribunas. Justamente, esa pista es la que separa al sector de tribunas ubicado en una esquina con las tubulares armadas especialmente para esta definición copera.

Acá, lo que más conmueve es el hecho de que se está en presencia de un estadio extraño, muy atípico, readaptado, tratándose nada menos que del recinto en el que se va a jugar la final de la Copa Davis. Por ser una de la grandes potencias tenísticas del mundo, la mayor de la década pasada -aquí ganó, inclusive, en una situación similar, frente a Estados Unidos en la final de 2004-, todos esperaban encontrarse con un estadio sólido, con sus sectores bien delimitados y sin irregularidades notorias, con decenas de obreros que aún siguen trabajando, con tareas muy ruidosas a escasos metros de los protagonistas del gran espectáculo, como si aún faltaran semanas para que empezara a rodar la pelotita.

Inclusive, periodistas españoles están sorprendidos de la situación que se vive en La Cartuja. El fin de crear un estadio multiuso tuvo para el Ayuntamiento de Sevilla un claro fin comercial y se trató de abrir el abanico hacia el rubro musical, ya que la banda Ac/DC pasó por este estadio, así como también el show infantil argentino Patito Feo, que arrasó en escenarios de Buenos Aires y de casi toda América Latina.

Ahora bien, por contar España con una figura de elite internacional como Rafael Nadal, el actual N° 2 del mundo y ex líder, más David Ferrer (5°), no se esperaba ver un estadio en estas condiciones, con franjas de asientos desunidos y mucha distancia de algunas zonas que corresponden a la estructura estable con respecto a la cancha en sí. Y esto, obviamente, se agrava por ser una disciplina como el tenis, donde la precisión por llegar a ver bien el pique de la pelota es clave para poder apreciar el juego.

Ya dijimos desde este espacio, en estos días, que había muchas personas trabajando y haciendo demasiado ruido, como para que los jugadores pudieran practicar con comodidad y bien concentrados. Pero el correr de los días, si bien muestra progresos en las remodelaciones, también genera más dudas al ver lo mucho que falta por hacer, cuando se está a menos de dos días de que empiece la gran final copera.

No quedan dudas que en muchísimas ocasiones, cuando no se disputa una competencia de esta jerarquía en un estadio ya estable y de uso permanente, adaptado para el deporte en cuestión, hay detalles y cosas para corregir. Pero este caso llama mucho la atención, porque hay irregularidades varias y algunas ya son insalvables.

¿Se puede entender que hayan salido a la venta entradas que no garantizan la mejor visión para este evento? Sí, esto es así. Sin medias tintas. "A la venta 6 mil abonos adicionales con visibilidad reducida para la final de la Copa Davis", reza un mail que la Real Federación Española de tenis les envió a los medios acreditados, incluido claro ESPNdeportes.com, siendo testigo presencial en Sevilla de un caso inédito. O, al menos, histórico y hasta increíble.

Toda persona sabe que, al adquirir un ticket para un espectáculo, de cualquier tipo, existen diferentes ubicaciones y precios, pero uno no se acostumbra a esto de saber, ya de antemano, que la visión del rectángulo naranja de juego, tendrá problemas. Los jugadores serán reconocidos, pero ¿se verá dónde pica la pelota?

En total, se informó que la capacidad total de este estadio adaptado especialmente para esta final será de 22.000 espectadores. Esos tickets finales se expenden en España a un costo de entre 75 euros (las localidades más económicas) y 180 euros (las más costosas). ¿Ahora mucha gente se arriesgará a comprar esos abonos, con acceso a los tres días de juego, sin saber bien cuánto podrán ver? ¿Vendrán al estadio con binoculares?

En fin, lo concreto es que esto es decididamente llamativo y particular. En ese marco, la Asociación Argentina de Tenis tiene "gratis" un conflicto, ya que, si bien se especula que habrá más de 2.000 hinchas argentinos alentando, hay 530 que esperan la respuesta de una reunión que se definirá este jueves, entre dirigentes y organizadores, para saber si les recuperan los asientos que les cambiaron y que les perjudican la visión de la serie.

La AAT informó, a través de su encargado de prensa, Diego Gómez, que su departamento de profesionales realizó una visita de inspección del estadio hace 45 días y ahora les modificaron las ubicaciones a esos simpatizantes albicelestes, que están reclamando enérgicos y molestos porque no quieren ser "el pato de la boda" en este desconcierto que se ve en el estadio y sus zonas no bien delimitadas.

Dicha asociación confirmó que "sin embargo, 10 días antes del comienzo del evento, la propuesta original fue modificada unilateralmente con el aval de la ITF (Federación Internacional de Tenis), en perjuicio del público argentino".

Este tema, indudablemente, desfavorece a más de 500 hinchas albicelestes que están viajando -o por embarcar- hacia España, a Sevilla concretamente. La AAT ya está buscando tomar medidas y realizará "las apelaciones que correspondan, dentro de la vía institucional y con respeto a las autoridades implicadas, pero también con determinación enérgica, convencida de que su reclamo es justo".

La bronca se multiplica al considerar que la ITF benefició a la federación española, que por su parte vende entradas para su público, a la vez que aclara que no se les dio a los españoles el mismo trato en la final disputada en el estadio Polideportivo Islas Malvinas, de Mar del Plata, en 2008.

Este panorama es complicado. Problemas que puede tener la gente en las zonas libres, que si llueve va a terminar pasada por agua, y será algo imposible de solucionar en el medio de la acción. Además, problemas con el público visitante por el cambio obligado de sector, lo que se agrava porque así quedarían mezclados con simpatizantes españoles.

En fin, no se está ante una situación ideal, ni cerca de una considerada "normal". Es extraño. Se esperaba y consideraba que la ocasión ameritaba algo distinto, muy distinto. Pero la verdad es la realidad. No hay otra.

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