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Una especie diferente de Pez

DALLAS -- Estos no son los Marlins de Wayne Huizenga. Rayos, ni siquiera son los Marlins de Jack McKeon.

"Le sigo preguntando a estos tipos," dijo en tono de queja McKeon el lunes, "'¿Cómo es posible que tan pronto yo me fui, ustedes comenzaron a traer todos estos jugadores?'"

¿Qué quiere decir Jack al hablar de "todos estos jugadores?" Hey, no es difícil de adivinar. Resumamos lo que ha sido esta semana para estos Marlins de Miami :

El domingo, cerraron negociaciones con José Reyes. El lunes, llevaron al podio a su nuevo cerrador Heath Bell, para presentarlo a las masas.

Así que a este ritmo, al final de estas reuniones invernales, ellos habrán firmado a Albert Pujols, habrán conseguido en cambio a Justin Verlander, y Yoenis Cespedes anunciarán que quiere que Ozzie Guillén lo adopte.

OK, gran parte de esta última oración fue escrita como un paso de comedia. Pero uno de tres no está nada mal -- especialmente si ese uno comienza con "Albert" y termina con "Pujols." Y mientras más energía irradien los Marlins, al conseguir el pez más grande de todos en la piscina de agentes libres, menos se van a reir de ellos en el resto de la División Este de la Liga Nacional.

Sabemos que ellos se reunieron con el agente de Pujols, Dan Lozano, el lunes en la tarde. Sabemos que se iban a reunir el lunes en lanoche. Y claramente han estado intentando firmar lo antes posible a Pujols, tal y como hicieron con Reyes en el fin de semana.

Así que con cada paso que han dado, con cada movida que han hecho, con cada nombre grande que han perseguido, se hace más evidente y más brillante este escenario:

ESTOS Marlins de Miami no están jugando.

Esto no es una cortina de humo. Esto no es un juego publicitario. Esto no es el equivalente a un conserje que se gana la lotería, toma su dinero, entra al concesionario de Rolls Royce y compra todos los autos en exhibición, simplemente porque puede hacerlo.

"La vision aquí," dijo Larry Beinfest, su presidente de operaciones deportivas, "es: Ganar la Serie Mundial."

De hecho, los Marlins ya han ganado la Serie Mundial. Dos veces. (Aquí hacemos una pausa para permitir que los fanáticos de los Cachorros en todas partes recobren el conocimiento.) Pero cuando los Peces hablan de ganar esta vez, no están hablando de una victoria a lo Huizenga.

Esta vez la meta no es ganar una vez, y luego vender a precio de quemazón las piezas de ese campeonato a la mañana siguiente de haber ganado. La meta es construir algo que sea duradero, que tenga significado, que sea sostenible. Por fin.

Lo que estamos a punto de descubrir -- lo que ELLOS están a punto de descubrir -- es si eso es posible.

Benifest acepta que la nómina de los Marlins se ha parecido más a un "yo-yo,", rebotando de un lado para otro de año a año, subiendo una temporada, para bajar rápidamente en la próxima, más rápido de lo que se puede decir, "Miguel Cabrera por Cameron Maybin."

Pero ahora, su nuevo estadio se ha levantado en el mismo lugar donde antes ubicaba el Orange Bowl. Ahora, hay dinero real entrando a sus cuentas de cheques, ya que hay seres humanos reales comprando boletos para asientos reales bajo un techo retractil que abrirá dentro de algunos meses.

Así que ahora, Beinfest puede decir unas palabras que ningún mandamás de los Marlins ha podido decir antes: "Queremos ser buenos CADA año," dijo este lunes. "Y esperamos que sea así, ya que tenemos las facilidades y los recursos para hacerlo."

La gente sigue preguntando: ¿De dónde viene el dinero? Bueno, presten atención. No se necesita ser un Alan Greenspan para entenderlo.

Durante toda la vida de la franquicia, ellos han estado jugand en un estadio de fútbol americano que cambia de nombres cada 45 minutos, donde ellos tenían el peor contrato de alquiler del béisbol. Ahora, gracias a su nuevo estadio, sus fanancias están a punto de estallar. Y todavía, al menos por una temporada más, estarán en la línea de ganancias compartidas.

Mientras tanto, su plantilla está llena de jugadores jóvenes y baratos. Y antes de esta semana, solo un jugadr en todo el equipo (Hanley Ramírez) tiene contrato más alla del 2013.

Así que piensen sobre esto. Este equipo está perfectamente posicionado para doblar su nómina el año que viene porque su nómina ya era bastante baja en primer lugar. Entonces están bien posicionados para hacer esas inversiones en Reyes y Pujols porque no tienen tantos compromisos a largo plazo.

Es la tormenta perfecta.

A menos que resulte que no era tan perfecta.

La razón de eso podría ser que lo que ellos no saben -- lo que nadie sabe -- es si esto va a funcionar, dentro o fuera del terreo, a pesar de lo brillante que luce el futuro.

Ahora, en el papel, es fácil ver el equipo que ellos tendrían en abril, y que sería bastante atemorizante para sus rivales:

Reyes, Hanley Ramírez, Pujols, Mike Stanton, Logan Morrison, John Buck, Omar Infante, Emilio Bonifacio o Chris Coghlan.

"Pero todo depende de cómo encajen," dijo un ejecutivo del Este de la Nacional el lunes. "¿Cederá Hanley? ¿Querrá jugar la tercera base? Porque si se niega, podría echar a perder todo el plan."

La gerencia de los Marlins sigue riendose ante las sugerencias de que la firma de Reyes convertira a su ex pelotero franquicia, Hanley, en una bomba de tiempo en conteo regresivo. Ellos no han divulgado detalles de sus conversaciones con su proximamente ex campocorto sobre su venidera mudanza a la antesala. Pero ellos insisten que Ramírez está de acuerdo con lo que sea que esto signique para él.

"Hanley es un súper profesional," dijo el dueño de los Marlins Jeffrey Loria el lunes. "Eso es todo lo que voy a decir. Trabajaremos con él para hacer esto lo más comodo posible."

Pero independientemente de lo que suceda con él, y sin importar cuantas figuras con contratos de nueve cifras atrapen los Peces esta temporada baa, el jugador más importante en su equipo quizas no sea alguno de los anteriores. Sin importar quien esté en la alineación, su futuro a corto plazo podría depender de un tipo que no apareció en ningún pizarrón en esta temporada hasta después del 16 de mayo -- su as favorito, Josh Johnson.

"Si Josh Johnson no está lo suficientemente saludable para lanzar," dijo el mismo ejecutivo del Este de la Nacional, "están acabados. Sin Josh Johnson, ellos no van a ganar nada. Sin importar quien firmen."

Las buenas noticias son, que la inflamación del hombre de Johnson no es considerada seria. Las malas noticias son que, tampoco se consideraba seria el año pasado. Y aún así se desapareció por los últimos 4½ meses de la temporada.

Así que, ya sea que los Marlins firmen a Pujols o no, o si pueden hacer feliz o no a Ramírez, ellos todavía tienen otras preocupaciones, otras movidas que hacer, otras necesidades que atender, antes que les podamos recomendar a ustedes que comiencen sus apuestas a favor de ellos en el Caesars Palace.

Pero las piezas que han colocado en en su lugar no están diseñadas para provocar un golpe en la tabla de posiciones. Son parte de la gran estrategia de negocios de Loria, el crear un alboroto alrededor del nuevo estadio que sea imposible de ignorar por las masas floridanas.

"Lo vi hace años," dijo el dueño el lunes, "que si podíamos conseguir un nuevo estadio, cosas espectaculares podrían suceder. Y estamos trabajando hacia esa meta."

Él sigue utilizando las palabras, "El Plan," como si ellas hubiesen aparecido ante él hace años cayendo del cielo como un rayo. El Plan siempre fue crear este alboroto a medida que se acercara la inauguración del estadio. Y ahora, cada dia, ese alboroto es cada vez más ruidoso.

Ozzie Guillen -- carismático, enérgico, hablador hasta por los codos -- ha sido parte de El Plan por largo tiempo. Y Reyes -- otra atracción magnética y energética -- es un bloque importante en la construcción de El Plan. El próximo, contra todo pronóstico, podría ser Pujols, como su LeBron. Y entonces descubriremos, de una vez y por todas, si Miami es una gran ciudad de béisbol.

De forma callada, los Marlins están proyectando una asistencia promedio de 30,000 fanáticos por juego en la próxima temporada. Privadamente, ellos no han descartado la posibilidad de llevar su nómina a cerca de los $100 millones. Eso es algo sorprendente para un equipo que promedió 19,000 fanáticos por juego este año y que nunca ha tenido una nómina por encima de los $60 millones -- jamás.

Pero, ¿sera El Plan llevarla nómina a niveles estratosféricos y entonces mantenerla en ese nivel? Eso depende, según dijo Loria, de si los fanáticos abrazan la franquicia de la manera que ellos esperan.

"Se va a tomar su tiempo," dijo. "Veremos donde estamos. … Todo depende de lo que suceda, como responden los fanáticos y el crecimiento del mercado. Y te puedo decir que la energía que he visto en Miami, porque he estado ahí mucho -- todo el mundo quisiera que comenzara la temporada antes de la Navidad."

Bueno, obviamente eso no será posible. Pero ahora parece posible que Pujols baje por la chimenea, llevando todos los sombreros y camisas de los Marlins que pueda. Y eso es un desarrollo que puede potencialmente cambiar una franquicia.

Pero eso tomará mucho más que dinero, más que nombres jugosos, más que un manager adicto a las citas, más que un nuevo estadio espectacular, para alterar para siempre la vida de este equipo.

Solo el ganar puede lograr eso. Y en grandes cantidades.

"A veces me despierto en el medio de la noche y pienso en lo que necesitamos hacer para lograr eso," dijo Loria. "Y hasta ahora, estamos en ese camino."