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A demostrar su favoritismo

BUENOS AIRES -- La Copa Davis vuelve a robarse la escena. Es una fecha clave, con un hecho inédito: por primera vez en la historia se juegan las cuatro series de cuartos de final del Grupo Mundial en canchas de arcilla. En ese marco, el foco del público latinoamericano está puesto en el duelo Argentina-Croacia, en Buenos Aires, ya que los demás cruces son en suelo europeo, con las eliminatorias España-Austria, Francia-Estados Unidos y República Checa-Serbia (sólo esta última será bajo techo).

Con formación completa y sus mejores hombres en gran nivel, Argentina es favorita e intenta instalarse por octava vez al menos en semifinales desde su regreso a la elite, hace 10 años. En este período, la máxima potencia de América Latina arribó a tres finales y perdió en cuatro ocasiones en semis. Y sueña con conquistar la tan ansiada ensaladera de plata -esquiva para toda la región-, ya que si avanza jugará también de local en semis y en una hipotética final, cualquiera sea el rival.

Si bien cuenta con Juan Martín del Potro y David Nalbandian como titulares en singles, quienes se mueven inclusive mejor en canchas rápidas, el poderío argentino crece en polvo de ladrillo por el aporte del resto de sus compañeros, como el caso de Juan Mónaco. De hecho, ya acumula 16 series y 14 años invicto en casa en esa superficie, desde la caída ante Eslovaquia, en 1998, en un repechaje. Sí perdió en 2008 con España en la final, pero fue sobre carpeta sintética.

Por eso, como anfitrión, es cosa seria. Además, 11 de esas eliminatorias las ganó 5-0 y sólo en dos ocasiones, una justamente ante Croacia, en 2002, se impuso 3-2. Así, el conjunto albiceleste vuelve a casa luego de tres visitas a Europa, con el status de candidato a llevarse el triunfo pero sabiendo que tiene un adversario duro, incómodo, liderado por Marin Cilic e Ivo Karlovic, dos grandes sacadores, aunque no se sienten muy a gusto en arcilla.

La alta regularidad de Argentina, segunda cabeza de serie, es para respetar. De hecho, viene de disputar tres finales en los seis últimos años. Enfrente está Croacia, campeón en 2005, eliminado al año siguiente de visitante por el conjunto argentino, en cuartos, en Zagreb (fue 3-2, sobre sintético). Este se trata del tercer choque entre ambos países, ya que el primero, el citado de 2002, lo ganó el cuarteto sudamericano, también en cuartos y por 3-2 resuelto en el 5º punto, aunque de local y en cancha lenta.

Hay que ver si ese 2-0 en el historial, muy equilibrado en el desarrollo, se repite en esta oportunidad. Tras la ausencia Del Potro -priorizó su calendario personal- en la primera rueda, en Alemania, el Nº 10 del mundo vuelve al equipo que este año dirige Martín Jaite, secundado por Mariano Zabaleta. Con récord en la Davis de 9-4, el campeón del US Open 2009 encabeza la renovada ilusión albiceleste en el Grupo Mundial, donde participan los 16 mejores conjuntos del planeta.

Era clave, más allá de que Nalbandian (50º) llegó a cuartos de final en Indian Wells y es de raza 'copera' por excelencia y que Mónaco (16º) trepó a semifinales en Miami, regresara Del Potro, campeón este año en Marsella, finalista en Rotterdam y que hizo semi en Dubai, quien además viene de ganarles a ambos croatas en Miami y sin ceder un set. Así, el local pone lo mejor que tiene, frente a dos rivales exigentes como Cilic (23º), reaparecido hace un mes en el circuito tras una lesión, y Karlovic (52º).

El fuego lo abre el viernes Nalbandian, el mejor argentino en la historia de la Copa Davis después de Guillermo Vilas, nada menos. El ex top-ten tiene marca de 36-10 en este tradicional torneo, con foja de 23-5 en singles, y se enfrenta con Cilic. El argentino está 4-0, con un solo set perdido. El primer duelo fue con baile incluido en aquella serie de 2006 de visitante y, el último, hace menos de un mes, en Indian Wells (en dos tie-breaks).

Nalbandian busca hacer pesar sus variantes y cambios de ritmo frente a un adversario de cuidado, pero al que debiera vencer. Cilic está 15-10 en la Copa Davis, con récord de 11-6 en individuales. Después, Del Potro, el mejor local en el ránking, se mide con el gran gigante del circuito, Karlovic, de 2,08 metros, el 2º visitante. El local supera 2-1 al europeo y 1-0 en arcilla, con el reciente antecedente de que lo venció en Miami en dos parciales.

La marca de 13-10 en la Davis y 9-7 en singles también deja a Karlovic en inferioridad de condiciones contra Del Potro. El visitante es letal con su saque pero no soporta los largos intercambios y eso lo hace vulnerable, algo que sabe perfectamente el anfitrión, quien debe forzar a lograr quiebres de servicio, ya que Karlovic está acostumbrado a jugar y a ganar tie-breaks, en definiciones cerradas. Por eso, se trata de adversarios que imponen respeto, pero que a la vez disminuyen su nivel en cancha lenta.

Los locales quieren ponerse 2-0 y tratar de sellar la victoria y el boleto a semifinales con el dobles, donde Nalbandian jugará con Eduardo Schwank, con la fe en alza por dos éxitos al hilo en esa prueba. Del otro lado de la red, estarían, según se anunció en el sorteo, Cilic y Lovro Zovko. Igual, el capitán croata, Zeljko Krajan, puede realizar variantes hasta una hora antes del partido, con la probable inclusión de Karlovic, héroe en el triunfo en Japón en dos singles y el dobles.

Sin dudas, Argentina lleva las de ganar, pero sus hombres deben rendir muy bien para salir adelante. En el caso de que la serie no se defina el sábado con el punto por parejas, el desenlace llegará el domingo con otra interesante propuesta en los singles finales. Primero, en el encuentro entre los dos mejores de cada cuarteto, Del Potro se mediría con Cilic, en un ex clásico de juveniles (el tandilense es sólo cinco días mayor que el croata).

El argentino está 4-2 en los enfrentamientos ante el europeo, con el plus de que lo derrotó con amplitud en el único cruce en polvo de ladrillo (Madrid 2011). En caso de que el choque se deba resolver en el definitorio quinto punto, Nalbandian jugaría con Karlovic. La ventaja es de 2-0 para el local, ambos en sets corridos y en canchas rápidas. Si Nalbandian llegara muy cansado tras el single inicial y el dobles, podría salir al ruedo Mónaco.

El argentino, con foja de 6-7 en la Copa Davis, llega con mucha confianza, pero a la vez sería una gran responsabilidad definir todo. Es el único choque, en los papeles, con desventaja, ya que Karlovic le ganó el único partido a Mónaco, el año pasado, en cemento y con lo justo. Así las cosas, hay promesa de gran nivel. Croacia, cuyos jugadores participaron hasta 1992 bajo la bandera de Yugoslavia, se completa con Antonio Veic (150º), al sufrir la baja por lesión de Ivan Dodig (60º).

Si Argentina vence a Croacia, recibirá en septiembre, en semifinales, al ganador del choque entre República Checa y Serbia. Los checos son encabezados por Tomas Berdych (7º) y Radek Stepanek (24º), mientras que los serbios, campeones de la Davis en 2010, no cuentan con el rey actual, Novak Djokovic, pero sí con Janko Tipsarevic (8º) y Viktor Troicki (27º) más el gran doblista Nenad Zimonjic. Hay mucha expectativa y emoción en juego.