BUENOS AIRES -- Un pasito más cerca está Carlos Muzzio de su sueño. De ese que fue a buscar, hace cinco años, cuando viajó a Francia para jugar en Saint Denis, un club de Federale 3. Dejó su Corrientes natal con 23 años, junto con dos amigos y siendo tercera línea. "Quería ser jugador de rugby profesional y decidí ir en busca de eso, y no parar hasta haber intentado llegar al máximo nivel", cuenta a Scrum este renovado pilar, que jugó los últimos dos torneos en Vannes en Federale 1 y que la próxima temporada disputará con Tarbes el ProD2. Ahora el Top 14 está un poquito más cerca, y él va a luchar, como lo hizo hasta ahora, para llegar a lo más alto.
El deporte de la ovalada lo conoció en San Patricio Rugby, y antes de irse al Viejo Continente en 2007, trabajaba y se entrenaba doble turno. Pero quería más. La aventura comenzó porque tenía un amigo en París, que entrenaba Saint Denis, y se fue para allá con dos compañeros más. Le pagaron el pasaje y una casa. Pero al año y medio ya estaba sólo. Además de jugar en Federale 3, era agente de seguridad y estudiaba francés. "Cuando quedé sólo se volvió todo más duro, vinieron lesiones y ganas de volver, cansado de pelear. Pero seguí porque para mí era un fracaso que no me dejaría en paz", narra Muzzio.
Apareció en su camino Leandro Cedaro, un chaqueño que se fue a Europa con su mismo sueño, y le dio una mano para llegar a Vannes. Allí jugó desde el 2010, y marcó seis tries en 36 partidos. Ya había dejado de jugar de tercera línea, y apostaba a ser pilar. Entre todas las cosas que tuvo que sobrellevar en Francia, el correntino se separó de su mujer, que vivió con él un año en Saint Denis, y dejó de tener a su lado a su hija Catalina.
- ¿Fue difícil el camino para llegar ahora a Tarbes y jugar en la Segunda de Francia?
- Sí, muy difícil, pero nada como estar lejos de mi hija que vive en Argentina. Entonces en mi cabeza nada es difícil al lado de eso. De cierta manera es lo que me da fuerza, porque digo que tengo que hacer que esto que hago valga la pena.
- ¿Cómo fue ese primer paso al equipo en Saint Denis?
- Todo fue muy raro, porque digamos que Saint Denis no es una de las mejores ciudades de Francia, pero la verdad es que la gente nos recibió muy bien. Sobre todo en 2007 que vivimos todo el Mundial. Eso fue mágico, pero deportivamente fue durísimo porque el nivel era muy malo y yo tenía sólo en mi cabeza guardar un estado físico por si se daba algo más arriba. Nunca perdimos con mis amigos esas ganas de entrenar.
- ¿Pensás que hay mucha diferencia de nivel entre Federale 1, donde jugaste con Vannes, y ProD2?
- Digamos que físicamente sí, hay una diferencia grande. Pero ojo porque la gente no conoce mucho el campeonato de Federal 1 y es muy duro la verdad.
- ¿Cómo se dio el pase a Tarbes?
- Fue después de que jugamos contra Colomiers, un mes atrás. El actual entrenador de ese equipo me dijo que la temporada que viene se iba a Tarbes y que si me interesaba, me contrataban. No le creí mucho, pero a la semana siguiente me contactó y en menos de dos semanas se dio todo. No tuve mucho que pensar, ya que desde que vine a Francia jugar en ProD2 es un sueño para mí.
- ¿Pensabas que se podía dar ahora o esperabas esta oportunidad más adelante?
- No, no esperaba que se dé así de rápido. Sabía que estaba haciendo las cosas bien y que en algún momento se tenía que dar.
- ¿Ahora con qué soñás?
- Sinceramente soy una persona muy competitiva y me gusta ser el mejor en todo lo que hago. Sé que no va a ser fácil imponerme en el puesto, pero por qué no soñar con Top 14. Está muy lejos todavía, sé que primero tengo que ser titular en Tarbes. Eso ya sería algo muy bueno.
- Del ProD2 se sabe un poco más en Argentina, ¿se te pasó por la cabeza la posibilidad de estar en algún seleccionado?
- Yo nunca jugué en ningún seleccionado nacional. Sí jugué mucho con la URNE, pero en Argentina a veces cuando venís de provincias como la mía no te dan mucha bola. Sería genial poder jugar para mi país, pero tengo la impresión de que es un círculo muy cerrado.
- ¿No lo soñaste nunca?
- Sí, pero lo veo imposible. Tendría que llegar a Top14 para que puedan verme...
Empezó casi de cero en Francia y ya está en Segunda División. Quiere más. Sueña más. Y hay algo que tiene claro Carlos Muzzio, a sus 27 años: "La toalla no la tiro nunca".