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Ariel Prieto: Intérprete y mentor

Cuando el jardinero cubano Yoenis Cespedes conversó con los periodistas al término de su primer juego de entrenamiento de primavera con los Atléticos de Oakland en el mes de marzo, su intérprete se tomó un momento para decir algo. Con asombro y orgullo por igual, Ariel Prieto dijo que servía como intérprete a pesar de que no había sido capaz de hablar una palabra de inglés cuando él mismo llegó de Cuba 17 años antes.

Y el inglés no era su único problema con el idioma en aquel entonces. Cuando Prieto llegó a las Grandes Ligas apenas semanas después de que Oakland lo seleccionara en la primera ronda del sorteo de 1995, tuvo problemas en entender el español que escuchaba. El intérprete que le proporcionaron era de México, y con las diferencias de dialectos y su acento entre Cuba y México, Prieto dice que apenas podía entender al hombre que supuestamente lo haría entender.

"Me pregunté, '¿qué clase de intérprete tengo?'", recordaba Prieto el mes pasado. "Y no sabía nada sobre béisbol".

Sin embargo, Prieto no quería aparentar ser un muchacho problemático, así que no le dijo a la administración que había problemas. Esto fue una de las razones para que su adaptación a Estados Unidos fuera tan difícil.

"Créeme, mi primera temporada fue difícil", dijo Prieto, que registró 15-24 con promedio de efectividad de 4.85 en seis temporadas en las Grandes Ligas. "Incluso, mi segunda temporada fue casi igual".

Adaptarse a la vida y el béisbol en los Estados Unidos raramente es fácil para los jugadores de América Latina debido a los problemas del idioma, y puede ser especialmente duro para los jugadores cubanos. Como Prieto aprendió, los cubanos hablan con un dialecto que puede ser difícil para otros jugadores latinoamericanos de entender. También vienen de una vida y cultura muy ajenas.

"Estamos un poco asustados cuando llegamos de Cuba", dijo Prieto, de 42 años. "Debido a que en Cuba dicen muchas cosas malas de los Estados Unidos. Ellos dicen que Estados Unidos es el peor país del mundo. Dicen que sólo piensan en el dinero, que no ayudan a nadie, que sólo piensan en el trabajo. Que hay mucho crimen y matan a mucha gente. Que hay racismo. Toda esa basura estúpida. Así que cuando vienes de Cuba, eso es lo primero que tienes en la mente.

Al firmar a Céspedes por un contrato de $36 millones, los Atléticos encargaron también a Prieto, quien era un entrenador de pitcheo en su sistema, para servir como su intérprete a tiempo completo y facilitar su transición de Cuba. Con todo el tiempo que pasa con Céspedes dentro y fuera del campo, su papel es más cercano al de un mentor.

Fue algo natural basado en la procedencia de Ariel y toda su odisea", dijo el manager de Oakland, Bob Melvin. "Yo no tomo esas decisiones, pero cuando se me acercaron y me dijeron que esto es lo que nos gustaría hacer, fue algo obvio. Ariel comprende por lo que tiene que pasar Yoenis ya que tuvo que pasar por lo mismo".

Prieto no desertó de Cuba, llegó a los Estados Unidos como un inmigrante legal a través de la ayuda y la conexión de su esposa y su suegro. Recuerda que voló de las Islas Caimán al aeropuerto de Miami, y luego manejaron una hora y media a través de la Florida hasta el lugar de sus suegros, en Naples, por una autopista árida conocida como Alligator Alley.

"Yo pensaba, '¿qué hago en este país?' Durante una hora y media, no se veía nada. Yo me preguntaba, '¿Qué demonios es esto?'", dijo.

Aunque pronto se dio cuenta que en los Estados Unidos hay mucho más que autopistas largas y feas, Prieto era tan ingenuo acerca de la vida en los Estados Unidos que poco después de su debut en Grandes Ligas se fue a una tienda por departamentos a comprar unos pantalones. Necesitaba probárselos, y procedió a quitarse los que llevaba puestos a la vista de todos los demás en el departamento de ropa para hombres. Simplemente, no sabía que para eso estaban los vestidores.

"Tú vienes aquí y tienes algo de dinero en el bolsillo y puedes ir adonde quieras. Puedes hacer lo que quieras", dijo Prieto, haciendo hincapié en tres grandes ajustes. "En primer lugar, soy libre. En segundo lugar, puedo ir a donde quiera. En tercer lugar, puedo comprar lo que quiera. Eso es algo completamente diferente cuando se viene de Cuba".

Comprar lo que quieras es especialmente extraño, dijo, debido a que en Cuba es suficientemente difícil encontrar algo que necesitas comprar.

Prieto registró 2-6 con un promedio de efectividad de 4.97 en su temporada como novato, y 6-7 con efectividad de 4.15 el siguiente año. A partir de ahí, su carrera fue mayormente cuesta abajo, y lanzó su último juego en las Grandes Ligas en el año 2000.

Mientras Prieto dice que los ajustes culturales no hicieron retroceder su carrera, también reconoce que "por mí parte, traté de enfocarme en el béisbol. Pero al mismo tiempo, yo tenía mi familia en Cuba, y a mi esposa en Palm Springs. No tenía a nadie conmigo en el hotel (donde vivió en Oakland). No tenía a nadie en el hotel que hablaba español. Creo que lo que hace Oakland ahora es muy bueno".

Céspedes está agradecido con Prieto, dice que le ha ayudado mucho. Por otra parte, Céspedes puede entender a Prieto cuando habla.

"Una vez que (Céspedes) entra en el terreno de béisbol, probablemente se siente más cómodo", dijo Melvin. "Lo que probablemente le da un poco de miedo es todo lo demás con lo que tiene que lidiar en el transcurso de una jornada. Pero se ha desenvuelto bien, y Ariel ha estado con él la mayor parte del tiempo. Aprende inglés. Es un muchacho muy serio. Se despierta y piensa en el béisbol. No es un muchacho que anda a la prueba de todo lo demás que Estados Unidos tiene para ofrecerle. Está bastante centrado en el béisbol".

"En el terreno la adaptación es fácil, porque usted tiene mucha gente que lo rodea", dijo Prieto. "Afuera es difícil hacer los ajustes. Si usted no trae las cosas malas al terreno, nunca tendrás problemas. Pero si te llevas las cosas malas al terreno, tienes problemas".

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