BUENOS AIRES -- Sin minutos para el relax. Y tampoco los quiere. Román Miralles está viviendo un momento único. Luego de su participación con Pampas XV se unió al seleccionado argentino para el Sudamericano y ahora le llegó el llamado para Los Pumas de cara a la ventana de junio. A mil revoluciones. "¿Si me tomé algunos días de descanso? No, ni loco. Ahora no quiero parar. Estoy súper motivado. No paro de entrenarme en este momento", le explica Pitu a Scrum.
- ¿No paraste ni un día?
- Nada. Recién volví del Sudamericano y me fui directo a entrenarme en el Plar y el fin de semana ya concentramos. Estoy entusiasmadísimo con todo esto. La verdad, no me lo esperaba. Estoy viviendo unos días bárbaros.
- ¿Y cómo es esto de ser un Puma?
- Es como que todavía no caigo. Es algo que sinceramente ya no lo esperaba. Tardó en llegar, pero por suerte se hizo realidad el llamado para Los Pumas. Todavía, en serio, no tomó la dimensión de todo esto. Tuve buenos momentos con la Vodacom, el año pasado y éste, pero esto es impresionante.
Miralles, cabe destacar, ya sabe lo que es defender los colores del país. Estuvo, claro, en las últimas dos ediciones de la Vodacom Cup, pero también fue parte de los Jaguares, del Seven nacional y tuvo presencias en los Sudamericanos de 2006, 2008, 2011 y 2012. Y ahora es tiempo de jugar ante Italia y Francia, dos rivales con más jerarquía, que lo esperan en junio para los tests que se jugarán en San Juan, Córdoba y Tucumán.
- ¿Estos partidos tienen otro sabor a los que ya jugaste para Argentina?
- Totalmente, es otra cosa. No hay comparación. Otro juego, otros rivales y otro plantel. Voy a tener al lado a Felipe Contepomi y Rodrigo Roncero, por ejemplo, dos grossos que veía por televisión y sólo en sueños me imaginaba estar al lado de ellos. Es algo espectacular.
- Y hay mucha competencia por delante para Los Pumas, ¿da para seguir ilusionándose?
- Mirá, ya veía lejos esta ventana de junio, así que imaginate cómo me veía de cara al Rugby Championship. Yo estoy en Rosario y nadie me impide qué jugar, así que siempre voy a estar dispuesto para todo. Ojalá se pueda dar, quién te dice. Sería un sueño. Pero antes, a disfrutar de estas semanas que son grandiosas.
Todavía alegre y soltando mil palabras por minuto, dejando en claro su felicidad por este llamado a Los Pumas, Román Miralles no quiere pasar por alto esta oportunidad única. Está al tanto de que la posibilidad de estos entrenamientos ante la mirada de Santiago Phelan y los tres tests matches de junio pueden seguir dando rienda suelta a sus ilusiones. Para soñar, no hay techo. Y él ya lo sabe.