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Tenacidad australiana

Pearson llega a Londres habiendo ganado los mundiales '11 y '12 AP

BUENOS AIRES -- La atleta australiana Sally Pearson estaba en la escuela primaria cuando la vio por primera vez el renombrado entrenador Shannon Hannan. Él quiso tener una conversación con ella, primero, y con su familia, después.

Quince años, una medalla olímpica de plata y dos títulos mundiales después, Hannan no sólo debe estar orgulloso de su gran ojo para el talento, sino también agradecido por la suerte de haberla encontrado antes que los demás.

Todo ocurrió temprano para Sally, una atleta completísima que recién pasados los 20 años -hace unos cinco- se enfocó en los 100 y 200 metros con vallas, pero que antes de tomar esa decisión, había logrado victorias y marcas interesantes en los 100 llanos y en los 400 con obstáculos.

La rubia australiana, nacida el 19 de septiembre de 1986, fue sorprendentemente precoz. En 2001, con sólo 14 años, ganó el título australiano sub 20 de los 100 metros llanos, enfrentando a mujeres hasta cinco años mayores que ella.

Sus mejores resultados durante su época juvenil fueron en los 100 planos. Todo hacía creer que esa sería su especialidad definitiva. Pero algo en el ojo clínico de Hannan, aún hoy su coach, hizo que su entrenamiento se empezara a inclinar hacia las vallas.

¿La altura no demasiado imponente de Pearson? ¿Su gran capacidad de salto en velocidad? Sólo el entrenador lo sabrá. Lo cierto es que, visto en retrospectiva, fue una sabia decisión.

El primer gran golpe de Sally fue en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, donde se quedó con la medalla de plata en los 100 metros vallas, detrás de la estadounidense Dawn Harper.

Luego los hechos se sucedieron como una ráfaga. En 2009 ganó cinco de las siete carreras que disputó en la temporada, y sólo una lesión en la espalda le impidió brillar en el mundial de Berlin, donde terminó en el quinto puesto.

"No voy a competir en los Juegos Olímpicos para llevarme otra vez la plata; sé cual es el tiempo que tengo que hacer para conseguir la victoria allí"

--Sally Pearson

Tras consagrarse tri campeona australiana de atletismo al ganar los 100 y 200 metros llanos y los 100 metros con vallas en 2010, puso todas sus energías nuevamente en el plano internacional para 2011. Era un año de mundial y ella necesitaba ratificar su podería en ese ámbito.

Como casi todas las cosas que se propuso en su vida, fue al mundial de Daegu, Corea del Sur, y obtuvo el oro. Tanto se concentró para ese momento, que justo ahí, en la final, logró una gran marca de 12.28 segundos, la cuarta mejor de la historia y la más rápida de las últimas dos décadas.

"Sabía que estos iban a ser los años más importantes de mi carrera. No los podía dejar pasar. Con la victoria en el Mundial 2011, cumplí la primera parte de mi plan. La segunda es en Londres", afirmó hace poco tiempo en una entrevista.

Claro. Londres. Los Juegos Olímpicos. La gran zanahoria para todos. La temporada 2012 es especial para Sally. Y ya lo dejó en claro en el mundial bajo techo de Estambul, Turquía, en marzo pasado.

Allí la competencia es en 60 metros con vallas, no en 100. No hubo problema para Pearson. Voló sobre la pista turca y volvió a Australia con otra presea dorada colgando del cuello.

"Yo sé que no voy a competir en los Juegos Olímpicos para llevarme otra vez la plata; además sé cual es el tiempo que tengo que hacer para conseguir la victoria, por lo que competiré al 110 por ciento, tanto por mí como por Australia", señaló cuando le consultaron por sus objetivos para Londres 2012.

Tenaz y decidida. Tal vez sean las palabras que mejor definen a Pearson como atleta.

Hoy por hoy, tiene una sola meta en la cabeza. El oro olímpico. Y, como ya se mencionó, cuando eso le ocurre a Sally, casi siempre el objetivo se transforma en realidad.