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Del Potro lleva la bandera

Del Potro llegó a octavos en 2011, su mejor tarea Getty Images

BUENOS AIRES -- El deporte blanco se pone de pie: Wimbledon abre sus puertas, lo que significa que La Catedral recibe a los trotamundos de la raqueta. Como siempre, el abrupto paso de la lenta arcilla de Roland Garros, la preferida de los latinoamericanos, al césped de Wimbledon, aunque no viene siendo muy veloz, ya es una realidad. En este torneo de frutillas con crema, champagne y mucha tradición, apenas participan nueve jugadores de la región, todos varones, siendo una de las cifras más bajas.

Esta versión 2012 cuenta entonces con sólo nueve tenistas, siendo el número más reducido en 16 años, ya que en 1996 intervinieron ocho (cinco mujeres y tres varones). Y ahora hay un agravante: se repite la triste situación de 2011, cuando no hubo mujeres de América Latina en el pasto londinense. Habían pasado 44 campeonatos de Wimbledon con por lo menos una jugadora de la región en acción, hasta que la racha se cortó hace un año.

Así las cosas, y pese a no ser su superficie favorita, el argentino Juan Martín del Potro es el nombre a seguir. A pocas semanas de recibir la sede de Wimbledon a los Juegos Olímpicos, en esta ocasión el tercer Grand Slam del año y el históricamente más difícil para los latinoamericanos ofrece un cuadro complicado para los nueve sudamericanos, obligados a rendir en un altísimo nivel para poder abrirse paso y ser noticia.

En la temporada pasada, los latinoamericanos aprobaron el duro examen que les propone el mítico césped del All England. Es que, comparado con los pobres antecedentes cercanos, al menos hubo un representante en los octavos de final, mérito que logró Del Potro, cortando la serie negativa de cinco años sin un jugador de la región en la segunda semana de competencia. Y fue, justamente, la mejor tarea del gigante argentino en Londres.

De esa manera, Del Potro permitió olvidar en gran parte el durísimo Wimbledon 2010, cuando se vivió la peor actuación de conjunto de América Latina en los Grand Slam en 22 años, ya que 14 de los 15 tenistas perdieron en el debut y únicamente el brasileño Thomaz Bellucci ganó algún partido, ya que se metió en la tercera rueda. Ahora el Nº 9 del mundo pretende al menos igualar lo del 2011, siendo la principal esperanza de la región.

Del Potro no se siente a gusto en césped como en cemento, pero igual en sus cuatro presencias en Wimbledon perdió tres veces contra top-ten y la otra ante un especialista como el australiano Lleyton Hewitt, ex rey del circuito y ganador de este torneo en 2002, cuando venció al argentino David Nalbandian en el duelo decisivo. Además, en 2011 cayó en un duro choque de cuatro sets ante Rafael Nadal, ahora 2º, cuando allí el español cedió el trono a manos del serbio Novak Djokovic tras ser superado en la final.

En su debut absoluto en este certamen, Del Potro perdió con Roger Federer, por entonces rey y ahora 3º en el ránking de la ATP, seis veces dueño de Wimbledon y que ostenta el récord histórico de 16 títulos de Grand Slam. Justamente, el suizo viene de eliminar al argentino en los cuartos de final de los dos 'Majors' de 2012, en Australia y Roland Garros. Y esta vez el objetivo de Del Potro es llegar a esa rueda, pudiendo superar la barrera de los octavos, aunque el cuadro es muy exigente.

Arrastrando aún una molestia en la rodilla izquierda, Del Potro debe debutar en Londres ante el holandés Robin Haase (41º), quien se desempeña con criterio en pasto y el año último accedió a la tercera ronda en suelo londinense. Si avanza, luego tendría menos inconvenientes, contra el japonés Go Soeda (58º) o el ruso Igor Kunitsyn (116º). Luego, en la tercera vuelta, le tocaría el mejor nipón, Kei Nishikori (19º favorito), quien jamás ganó un encuentro en La Catedral.

En caso de superar esas tres instancias, ya tendría un adversario mucho más difícil en los octavos de final, que saldría entre el español David Ferrer (7º preclasificado) y el estadounidense Andy Roddick (30º cabeza de serie). El primero alcanzó en tres ocasiones los octavos en Londres y esta semana es finalista en Hertogenbosch, en tanto que el gran sacador norteamericano, ex líder de la ATP, fue tres veces finalista en Wimbledon y ahora se metió en la definición de Eastbourne, también en césped.

Del Potro, campeón del US Open 2009, está 2-4 en los enfrentamientos ante Ferrer (0-1 en pasto). En cambio, supera 3-1 a Roddick. Cualquiera sería un escollo muy peligroso para el argentino en esta superficie y, de seguir adelante, su probable rival en cuartos sería el escocés Andy Murray (4º; semifinalista londinense en los tres años más recientes), quien es la gran esperanza del tenis británico de volver a tener un campeón propio.

En ese sector del cuadro también aparecen el ascendente canadiense Milos Raonic (21º), dueño de un saque letal, quien debuta frente al colombiano Santiago Giraldo (45º), y el croata Marin Cilic (16º). Si diera el gran golpe contra Murray -está 1-5 ante el escocés- y llegara a semifinales, allí se cruzaría con Nadal, doble campeón y tres veces finalista de este certamen, o bien el francés Jo-Wilfried Tsonga (5º), semifinalista en Londres en 2011. Del Potro está 3-7 ante el español (0-2 en pasto) y 5-2 contra el galo.

Sin dudas, el cuadro de Del Potro es el que uno más se permite mirar en este Grand Slam. Es que cinco de los nueve latinoamericanos juega en la primera rueda contra un cabeza de serie, siendo un cruce especial entre argentinos, ya que Juan Mónaco (15º), el otro preclasificado de la región, se mide con Leonardo Mayer (61º). El que gane ese duelo se mide luego con el francés Jeremy Chardy (57º) o el italiano Filippo Volandri (79º).

Después llegaría, en la tercera ronda, el español Marcel Granollers (24º) o el serbio Viktor Troicki (34º). Uno de ellos se mediría con el argentino Juan Ignacio Chela (81º), siempre y cuando derrote en el debut al eslovaco Martin Klizan (62º). En esa zona de la llave, la superior, aparece nada menos que Djokovic, el defensor del título, en un potencial cruce de octavos de final, si es que avanza alguno de los tres argentinos.

El otro jugador a seguir es Nalbandian, 40º en el ránking, quien fue finalista de Wimbledon hace justo 10 años. Para colmo, al argentino, que viene de protagonizar un repudiable hecho en Queen's, cuando lastimó sin proponérselo a un juez de línea, debe hacer su debut frente al serbio Janko Tipsarevic (8º favorito). El ex top-ten está 2-1 en los duelos personales con el actual jugador que ocupa ese selecto lote y se repartieron triunfos este año en Indian Wells y Miami.

Si da ese gran paso, Nalbandian, que sumó valiosas victorias en Queen's y ganó confianza, jugará en la segunda rueda con el italiano Potito Starace (97º) o el estadounidense Ryan Sweeting (130º). Su adversario en la tercera fase sería el ruso Mikhail Youzhny (26º), quien llegó seis veces a octavos en Wimbledon y con quien empata 2-2 en los choques entre sí. Por allí, si trepara a octavos, se enfrentaría con el gigante estadounidense John Isner (11º), al que supera 2-1.

El hecho de poder llegar a octavos ya sería una gran tarea para Nalbandian, quien no accede a esa ronda en un Grand Slam desde hace cinco años. Si se metiera inclusive en cuartos, allí se cruzaría con Federer, el gran candidato para la mayoría de la gente, quien a su vez lleva dos años sin obtener un 'Major'. El argentino está 8-11 ante el suizo, quien le ganó el único partido en césped, en la tercera rueda de Wimbledon del año último. Por eso, el panorama es de mucho cuidado.