EFE 12y

España jugará su cuarta final

KIEV -- España disputará el próximo domingo la cuarta final de su historia en la Eurocopa, un recorrido que comenzó en 1964, cuando levantó su primer título continental, que continuó con el duelo perdido con Francia en 1984 y con el triunfo sobre Alemania en 2008 y que seguirá el próximo domingo en Kiev.

El estadio Olímpico de la capital ucraniana será el siguiente escenario de una final de la selección, que aún aguarda rival -saldrá esta noche del duelo entre Alemania e Italia en Varsovia- y que persigue un nuevo éxito europeo, el tercero en catorce ediciones de la competición que le coronó por primera vez en 1964.

"El jugador estrella por excelencia era Luisito Suárez. Él había jugado en el Deportivo La Coruña y en el Barcelona y luego se fue al Inter de Milán. Fue el jugador más carismático, talentoso y con clase que teníamos", recuerda, en declaraciones a la UEFA, Isacio Calleja de la final de 1964 contra la Unión Soviética en Madrid.

Además de los dos, José Ángel Iribar, Feliciano Rivilla, Fernando Olivella, Ignacio Zoco, Josep María Fusté, Chus Pereda, Marcelino Martínez y Carlos Lapetra formaron el once de aquel encuentro, dirigido desde el banquillo por José Villalonga. "Amancio Amaro era muy bueno también y, por supuesto, Marcelino, que marcó el gol. Era un gran goleador", añade Calleja.

"Formamos un gran grupo de personas, éramos un gran equipo y muy joven. Estábamos muy juntos, éramos disciplinados y sus habilidades no voy a decir que eran tan grandes como las que tenemos hoy en día, pero era una selección muy equilibrada", continuó el exjugador del Atlético de Madrid sobre esa final.

En el Santiago Bernabéu, el 21 de junio de 1964, Chus Pereda, en el minuto 6, dio ventaja a España, Galimzyan Khusainov empató para Rusia instantes después y Marcelino firmó el gol de la victoria, en el 84. Era el primer título de la Eurocopa para España, que debió esperar veinte años para volver a jugar una final, en Francia 84.

En el Parque de los Príncipes de París, contra el anfitrión, España perdió por 2-0 el 27 de junio de 1984. Michel Platini marcó el 1-0 de falta directa que se coló por debajo del portero Luis Miguel Arconada. Es una instantánea inolvidable de aquel encuentro, sentenciado con el 2-0 en el tiempo añadido de Bruno Bellone.

"Nos centramos principalmente en Michel Platini. Camacho le estaba marcando hombre a hombre. Queríamos trabajar duro y concentrarnos en aprovechar al máximo nuestras posibilidades y asegurarnos de que Francia no tenía ninguna. Controlamos bien a Platini, pero luego llegó esa falta...", explica Ricardo Gallego.

"Recuerdo que me relajé porque no la había golpeado correctamente, no iba lo suficientemente fuerte o al ángulo derecho. Sin embargo, luego me di la vuelta y no podía ver la pelota ya que se había colado por debajo de Arconada. No lo podía creer. Pensé 'no puedo creer que esto haya sucedido'. Duró unos diez segundos y luego todo lo que pensaba era: ¿qué podemos hacer para darle la vuelta al partido?", añade el exfutbolista, titular en aquella final, en declaraciones a la página web de la UEFA.

Miguel Muñoz alineó ese día a Luis Miguel Arconada, Santiago Urquiaga, Salva, Ricardo Gallego, José Antonio Camacho, Juan Señor, Víctor Muñoz, Francisco, Julio Alberto, Lobo Carrasco y Carlos Santillana. En la segunda parte entraron Manu Sarabia y Roberto Fernández. España se tuvo que conformar con el segundo puesto.

El 29 de junio de 2008 fue la revancha para España, para varias generaciones de futbolistas que nunca habían levantado un trofeo europeo y que ni siquiera habían jugado una final. En Austria y Suiza, la selección cambió su historia de decepciones en las últimas décadas con un estilo de fútbol imponente para sus rivales.

Fernando Torres marcó el gol del título. En el minuto 33 en el estadio Ernst Happel de Viena contra Alemania, en una carrera en la que superó a Philip Lahm y después, con un toque sutil, la salida del portero Jens Lehmann. Fue el definitivo 1-0. Y la culminación de una trayectoria impecable y sin derrotas en esa edición del torneo.

"En los primeros 15 minutos tuvimos un poco de miedo o de gran respeto a Alemania. Y nos miramos diciendo: 'Esto es un final, no es como los partidos anteriores'. A continuación, Fernando Torres remató al poste y ahí supe que el partido era nuestro. Alemania nos presionó, pero nuestros pases y movilidad nos hacían muy superiores. Les ganamos 1-0, pero fácilmente podría haber sido 3-0", recuerda Casillas, el capitán que elevó el trofeo al cielo en aquella noche.

"Yo cumplí mi sueño de la infancia y animé a miles de españoles que tenían la esperanza de que España finalmente lograría algo. Fue un momento mágico para todos, para la gente, mis amigos y mis familiares. Ese día todos sentimos quitarnos un gran peso. Cuando levanté el trofeo, mi grito fue el mismo de todos los españoles", añade el portero en declaraciones a la página web de la UEFA.

El once fue el siguiente: Iker Casillas; Sergio Ramos, Carlos Marchena, Carles Puyol, Joan Capdevila; Marcos Senna; Andrés Iniesta, Xavi Hernández, Cesc Fábregas, David Silva y Fernando Torres. En el segundo tiempo entraron Xabi Alonso, Santi Cazorla y Dani Güiza.

ESPAÑA SUMA ONCE PARTIDOS SIN PERDER EN LA EURO
España batió un récord en la Eurocopa con
once partidos consecutivos sin perder, el último este miércoles en
las semifinales del torneo ante Portugal, con el que superó la marca
de las selecciones de Italia, Alemania y Holanda, que se habían
mantenido invictas diez encuentros seguidos en esta competición.

La 'Roja' comenzó con esa racha el 10 de junio de 2008, con un
triunfo por 4-1 contra Rusia en el estadio Tivoli Neu de Insbruck.
Desde entonces, entre Austria y Suiza 2008 y Polonia y Ucrania 2012,
ha enlazado once duelos seguidos sin derrota, con ocho victorias y
tres empates, dos con Italia y otro, anoche, contra Portugal.

No pierde en la fase final de la Eurocopa desde el 20 de junio de
2004, cuando, en la tercera jornada de la fase de grupos de esa
edición de la competición, cedió por 0-1 contra Portugal, con un gol
de Nuno Gomes, y fue eliminado del torneo en el estadio José
Alvalade de Lisboa.

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