Ivan Maisel 12y

Una nueva cara para la SEC

HOOVER -- Para los entrenadores y los jugadores que se someten a 13 sesiones de entrevistas repartidas durante tres horas, los días de medios de la SEC requieren la resistencia de un corredor de maratón y la paciencia de un maestro de jardín de niños. Los entrevistados no pueden perder su energía. Se lo repiten a sí mismos.

Repetir es una habilidad de la que la Southeastern Conference se enorgullece. Los miembros disfrutan del resplandor que irradian seis títulos nacionales consecutivos ganados por cuatro programas diferentes. Missouri y Texas A&M entraron esta semana, sorprendidos por el espectáculo que les rodea.

"Ha sido diferente", dijo el entrenador en jefe de los Aggies, Kevin Sumlin, quien encabezó el evento. "Muchas personas por todos lados. Es un poco diferente que en la Conference USA".

Sumlin se está embarcando en su primera temporada en College Station después de dirigir a Houston al juego por el campeonato de la C-USA hace un año. En las últimas temporadas, los días de medios de la SEC habían hecho noticias en donde no había nada. En el 2004, cuando el entrenador en jefe de Tennessee, Phillip Fulmer, no se presentó, eligiendo pagar una multa de 10,000 dólares en lugar de hacerse sujeto de una comparecencia. En el 2009, el entrenador en jefe de South Carolina, Steve Spurrier, tuvo que explicar por qué su votación para jugador All-SEC no incluía al mariscal de campo de Florida, Tim Tebow.

¿Y este año? Nada. Spurrier realizó comentarios acerca de Ole Miss, pero no fue noticia. El entrenador en jefe de Alabama, Nick Saban, sugirió que quizás Penn State debería agregar un recargo a sus boletos y donar las ganancias para combatir el abuso infantil. El corazón de Saban podría haber estado en el lugar correcto, pero los aficionados ya han pagado el precio de los sórdidos asuntos de University Park, Pennsylvania.

El entrenador en jefe de Tennessee, Derek Dooley, parafraseó un discurso del fallecido aficionado al fútbol americano colegial, Richard Nixon. "Hay tan buen ánimo en nuestro equipo en este momento que ya no van a tener que vencer a Tennessee", dijo Dooley, quien respondió preguntas relacionadas a su situación laboral un par de cientos de veces, después señaló que a diferencia de la declaración de Nixon de 1962, no quiso decir que estaba renunciando al juego.

Los tres días restantes se dedicaron al plan de juego. La liga dio a conocer los resultados de la encuesta de pretemporada realizada a los medios, que escogieron a LSU para ganar la liga y eligieron a Texas A&M para terminar en el quinto lugar de la SEC Oeste. Eso no pudo haber sorprendido a Sumlin, quien resumió la opinión de sus inquisidores mientras se dirigía hacia la salida.

"No podemos ejecutar nuestra ofensiva en esta liga", declaró. "No tenemos mariscal de campo. No podemos detener a nadie".

Lo que Sumlin lee entre líneas de las preguntas no lo sorprende. Ni lo intimida, tampoco.

"Tienen que recordar dónde crecí", expresó Sumlin. "Jugué un poco de baloncesto de preparatoria en Indiana".

La referencia es a la película "Hoosiers", cuando el entrenador de Hickory High, interpretado por Gene Hackman, lleva a su equipo de una pequeña ciudad a Butler Fieldhouse, donde se disputaría el campeonato estatal, para medir la altura de las canastas. Él quería mostrarles a sus jugadores que el juego no sería distinto de lo que habían aprendido n Hickory.

Sumlin no llevará a los Aggies a su primer partido de visitante en la SEC, en Ole Miss el 6 de octubre, con una cinta para medir las 100 yardas. Por lo menos un entrenador de la SEC se sintió obligado a levantarse para defender a los nuevos miembros de la liga.

"Missouri y Texas A&M no están entrando en la SEC con un sombrero en la mano diciendo, 'Gracias por dejarme estar aquí'", dijo el entrenador de Auburn, Gene Chizik, quien dirigió en la Big 12 por cuatro temporadas. "Probablemente hay algunas ideas perdidas con personas de que ellos van a venir aquí y pelear".

Con el detalle de Chizik de lado, Sumlin ve una diferencia entre sus Aggies y su --esto todavía suena raro-- SEC.

"La mayor diferencia que veo es la combinación de tamaño y velocidad", indicó Sumlin. "En velocidad, estamos bien".

Tamaño y velocidad, no es demasiado. Chicos grandes y rápidos son la clave para el éxito de la SEC. Eso nos regresa a donde comenzamos, los equipos que se han adueñado de la cima de la división, y de la cima de la liga, y de la cima del deporte. LSU y Alabama, que terminaron el 2011 en el BCS National Championship Game, comenzarán el 2012 en el top-5.

Ambos equipos lucen si continuaran donde se quedaron en enero. LSU espera que el mariscal de campo junior, Zach Mettenberger, les dé una ofensiva que iguale los logros de la defensiva de los Tigers, que es profunda al frente y en la secundaria. Alabama tiene una de las mejores líneas ofensivas de la nación y un mariscal, AJ McCarron, que jugó su mejor partido en el juego más grande del Crimson Tide en enero. Saban llamó a esa combinación "muy alentadora".

"Cuando tienes una buena línea ofensiva, ésta puede hacer mejores a todos", señaló Saban. "Puedes sacar ventaja de las oportunidades que generan los linieros".

El poder de la SEC parece residir en las mismas universidades. Al menos hasta que los juegos inicien.

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