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"Quiero disfrutar de todo esto"

LONDRES -- "Cuesta creer que esto sea un Juego Olímpico. No parece. Es rarísimo entrenarse donde estamos acostumbrados a juga todos los años. Esta temporada parece que estamos volviendo a Wimbledon dos semanas después". La palabra de Paola Suárez, medalla de bronce en dobles en los Juegos de Atenas 2004, suena muy relajada a un par de días de su debut junto a Gisela Dulko en el All England Tennis & Croquet Club. La pergaminense, que regresó del retiro para ver si podía repetir un podio olímpico, se toma las cosas con la ligereza que sólo puede otorgar la experiencia. "Yo quiero disfrutar de todo esto. Tengo 36 años, estoy casada y pude venir con mi esposo a Londres, a competir por mi país... No puedo pedir más". El sorteo le deparó un comienzo para no confiarse. La pareja argentina Suárez-Dulko se medirá ante la dupla china de Na Li y Shuai Zhang.

-¿Cómo llegan al debut?
- La semana pasada estábamos siete puntos en lo tenístico. En lo físico, ya nos sentíamos en diez. Con el correr de los games y los partidos de entrenamiento nos acercamos mucho a ese ideal también en el juego. Esperemos que eso se pueda notar en la cancha.

-¿Cuánto pesa el hecho de haber ganado previamente una medalla?
-Yo no siento ninguna presión, todo lo contrario. Obviamente estoy ilusionada y obtener una segunda medalla, sin importar el color, sería un sueño y un broche de oro para mi carrera. Pero lo cierto es que yo ya la gané alguna vez. Por eso entro a la cancha dispuesta a disfrutar, y solamente eso.

-¿Ése es el objetivo, entonces, quedar entre las tres mejores parejas?
- El primer objetivo era clasificarse para los Juegos, y ya lo logramos. Después sí, obviamente vamos a buscar lo mismo que todos: las medallas. Pero tenemos que saber que hay rivales de altísimo nivel. Las rusas tienen dos equipos competitivos, igual que las estadounidenses. Las italianas también son de cuidado. Y las checas. En definitiva, uno no puede pensar que va a ser un paseo hasta el podio. Hay que competir y hacerlo en buen nivel. También es importante la superficie.

Suárez se refiere a apellidos tan ilustres como Petrova y Kirilenko, Makarova y Vesnina, Huber y Raymond, las hermanas Williams, Hlavackova y Hradeka, Errani y Vinci. "Yo estoy acá por lo que significa un Juego Olímpico. Gisela me preguntó si quería competir con ella y yo le dije que no. No una, sino dos veces. Finalmente me entrené muy duro y accedí cuando me di cuenta de que podría entrar en competencia. Confío en nuestras posibilidades, si no jamás habría regresado al circuito", plantea.

Su vuelta replica un modelo demasiado familiar. En 2004, Patricia Tarabini fue la convencida por la propia Paola para formar parte del equipo argentino. Todos conocen el final feliz de esa historia. La ex número uno del mundo en dobles no ignora ese dato particular: "Sí, es una coincidencia tremenda. Ojalá termine igual".

- ¿Cómo fueron estos meses de regreso?
- Espectaculares, nunca había disfrutado tanto jugando como en este último tiempo. Seguramente tiene que ver con que yo sabía que era por un período determinado. Eran seis meses, y no toda una carrera que no sabés cuándo va a terminar. De alguna manera, es como la diferencia entre irse de vacaciones o irse a vivir a otro lado.

-¿O sea que después de este torneo volvés definitivamente al retiro? ¿No cambiaste de opinión con la actividad?
- Bueno... Por ahí me estiro hasta el US Open. En definitiva son sólo unas semanas más y después de todo el entrenamiento y el sacrificio sería una pena perdérselo...

-¿Por qué elegiste hospedarte en la Villa Olímpica, sabiendo que tenés al menos una hora de viaje hasta el club?
- Porque el ambiente que se vive es muy especial. Lo puede decir cualquier atleta. El tema de la distancia es un problema. Si no hay tráfico, nuestro transporte tarda una hora y diez minutos en llegar hasta acá. Pero no quería perderme esa experiencia. Además las habitaciones son bastante amplias y la comida está bien.

- Bueno, te solucionan un problema. La comida, en Inglaterra, es todo un tema.
- Sí, efectivamente. No me gusta para nada la comida inglesa. Sólo el salmón ahumado que le agrego a las ensaladas. Pero los primeros días encontramos un restorán argentino y me comí un bife de chorizo espectacular. También me acuerdo que comimos en un restorán francés.

-¿En tu tiempo libre qué hacés?
-Me gusta leer, más que nada por la noche. Ahora estoy con un libro que es como de autoayuda. Se llama "El poder de la mente".

-¿Hay algún atleta que quieras seguir en competencia?
-Sí, quiero ver a Isinbayeva. Me gusta mucho el atletismo y algunas otras disciplinas. Por ejemplo, me encantaría ver a ese fenómeno que es Usain Bolt y al genio que miro siempre, que es Roger Federer.

Un apellido llama al otro, y la pregunta se torna inevitable: ¿Nadal? Paola tiene bastante relación con el jugador español que no pudo estar en los Juegos por una lesión. "Lo de Rafa me shockeó", revela ahora. "Debía estar muy mal para decidir que se bajaba diez días antes del torneo. Además él es super respetuoso y seguramente se debe haber sentido mal con sus compañeros, porque tenía que llevar la bandera de su país y no pudo hacerlo".

La que sí será abanderada será Luciana Aymar. "La verdad, se lo merece. Hay que pensar que compitió en tres Juegos Olímpicos y siempre se llevó una medalla. Además un orgullo que una mujer sea la representante de todo el plantel olímpico".

Sólo le queda sperar por su debut. Sabe que será el sábado, frente a las chinas Li y Zhang. Una vez que empiece la acción, será apenas otra mujer que querrá llevar a la gloria los colores de Argentina.