<
>

James Vandenberg no olvida

CHICAGO -- Algunos momentos se quedan con los jugadores por años, especialmente cuando esos momentos están ligados a grandes oportunidades.

El mariscal de campo de Iowa, James Vandenberg, no ha olvidado la captura que recibió en tercera oportunidad en contra de Ohio State en el 2009. Los Hawkeyes y los Buckeyes estaban jugando por el título de la Big Ten y un viaje al Rose Bowl, el primero de Iowa desde 1991. Vandenberg, entonces redshirt de primer año, estaba iniciando su primer partido en lugar del lesionado Ricky Stanzi. Estaba jugando bien en el Ohio Stadium, dirigiendo a Iowa a una marcha de 8 jugadas y 70 yardas para empatar el marcador 24-24, con 2 minutos con 42 segundos aún por jugar.

Los Hawkeyes tuvieron la primera posesión en el tiempo extra, y después de dos jugadas infructuosas, enfrentaban una tercera oportunidad y 10 yardas por avanzar desde la yarda 25 de los Buckeyes. Vandenberg se retrasó y fue capturado por Doug Worthington de Ohio State, dejando a Iowa fuera del rango de gol de campo. Un suspiro, una oración y una intercepción más tarde, Ohio State tomó el control y convirtió el gol de campo de la victoria.

"Esa captura en tercera oportunidad, la recuerdo claramente", confesó Vandenberg a ESPN.com. "El balón necesitaba salir. Habría sido un largo gol de campo, pero podíamos haberlo intentado. En lugar de eso, tuvimos que buscar la zona final, y no puedes esperar que eso funcione".

Vandenberg ve el juego de Ohio State como una "gran paso" en su carrera. Regresó al papel de reserva en el 2010, antes de tomar los controles en lugar de Stanzi la temporada pasada, lanzando para 3,022 yardas con 25 touchdowns y siete intercepciones.

Entra a su temporada senior como el mariscal de campo más prolífico de la Big Ten.

"Realmente fue una experiencia que no se puede reemplazar", expresó del partido contra Ohio State. "Sé que esa experiencia me ayudó la temporada pasada y antes de eso. Ser lanzado al momento, no puedes prepararte para eso. Y es una oportunidad en la que perdí un campeonato de la Big Ten y el Rose Bowl".

Vandenberg terminó el partido con 20 pases completos de 33 lanzados para 222 yardas con dos touchdowns y tres intercepciones.

Cuando le preguntaron si aún estaba motivado por la derrota con Ohio State, Vandenberg respondió, "Absolutamente".

Esa noche en Columbus, Vandenberg demostró que no le huye a los retos. Lo demostró de nuevo en mayo al matar a un oso negro de 300 libras en Saskatchewan con un arco y una flecha.

Al preguntársele si matar al oso es por lo que quiere ser famoso entre los pasadores de la Big Ten, Vandenberg replicó, "preferiría ganar algunos juegos más".

Puede comenzar este otoño al liderar una ofensiva de Iowa que cuenta con algunas interrogantes, concretamente en la posición de corredor.

Aunque muy pocos pronostican que Iowa gane la división, Vandenberg aún tiene una última oportunidad para terminar lo que no pudo hacer en Columbus.

"Fue una circunstancia difícil en la que estaba jugando", dijo el entrenador en jefe de los Hawkeyes, Kirk Ferentz, "repentinamente ser nuestro titular y jugar en uno de los ambientes más duros, si no es que el más duro, de nuestra conferencia. Básicamente, terminó siendo el juego por el campeonato ese año. Pudo haber sido capturado, pero dejamos caer algunos balones, también, eso podía haber cambiado el partido. Pienso que realmente jugó de manera admirable".

Ferentz recordó la manera en la que Vandenberg se preparó para su primer inicio, pasando las noches hasta tarde en las instalaciones con Stanzi y el coordinador ofensivo, Ken O'Keefe.

"La manera en la que jugó y se condujo, para mí, fue un momento clave para él", declaró Ferentz. "Es una de las razones por las que soy tan optimista, él jugará bien este año".