Robin Hackett 12y

Reading, temporada 2012/13

LONDRES -- Que el Manchester City y el Chelsea hayan sido los dos grandes ganadores del fútbol Inglés la temporada pasada sugiere que aquellos que más gastan todavía son los que más pesan, pero cada vez hay más pruebas de que esto no es el principio y el fin.

En las últimas dos temporadas, de los seis equipos recién ascendidos, solamente el Blackpool ha sido relegado, y los hombres de Ian Holloway se hicieron sentir durante buenos períodos de la campaña 2010-11 antes de colapsar en la segunda mitad. Del trío ascendido el año pasado, Norwich City y Swansea City terminaron en la mitad de la tabla sin hacer una inversión significativa, y los Queens Park Rangers -- por lejos los más gastadores de los tres -- evitaron la caída el último día.

La sensación de que los equipos que ascienden del Championship deben emprender una lucha desesperada para salvar sus vidas se está disipando para aquellos que presentan escuadras equilibradas, con espíritu, cohesión y un plan de juego claro, y han demostrado que pueden prosperar. El Reading, Southampton y West Ham United pueden encarar la temporada 2012-13 con más esperanza que temor.

Sin embargo, los nuevos reclutas de la máxima categoría no operarán con la clase de presupuesto reducido que le dio al Blackpool tantos admiradores. Tomando prestada una frase utilizada a menudo por el manager de Stoke City, Tony Pulis, ellos no están limitados a recoger perros callejeros del refugio, aunque tampoco puedan gastar sin reparos.

El Reading fue el último en entrar al reino de los ricos. Habían ganado el campeonato como propiedad de Sir John Madejski, cuya riqueza fue más memorablemente dirigida hacia el estadio que lleva su nombre que al plantel de juego. Su promoción fue un triunfo del espíritu y el trabajo en equipo, que hizo valer los puntos fuertes de los jugadores, y Jason Roberts, fichado en enero, resultó ser la última pieza del rompecabezas -- la salida ideal para sus balones largos de penetración.

Sin embargo, el magnate ruso Anton Zingarevich adquirió formalmente una participación del 51% del club en mayo. Durante las semanas que siguieron, el Reading dejó fuera de juego al Fulham en el fichaje del internacional ruso Pavel Pogrebnyak, quien había acabado de gozar de un préstamo muy exitoso en el Craven Cottage. "Tal vez haya varias razones por las cuales hemos decidido pasar al Reading, pero, a fin de cuentas, la diferencia de salarios era demasiado grande y no pudimos pasarla por alto", le dijo el Dr. Oliver Wendt, agente del delantero, al Fulham Chronicle.

El peligro para los nuevos ricos, por supuesto, es fichar a jugadores cuya principal motivación es financiera, pero el manager Brian McDermott subrayó tras finalizar el acuerdo que el carácter y el ritmo de trabajo de Pogrebnyak habían sido claves. Los otros fichajes del club parecen corroborar su afirmación. Danny Guthrie dejó al Newcastle United por hambre de fútbol de primera. Nicky Shorey regresó después de haber pasado los años más exitosos de su carrera con el club.

El extremo Garath McCleary dejó al Nottingham Forest en una transferencia libre con la intención de demostrar que el talento verde con el que marcó cuatro goles contra Leeds en marzo puede madurar, y luego se le unió su amigo íntimo y favorito del Forest, Chris Gunter. El defensor central Adrian Mariappa, quien vino de Watford por lo que el club describió como una "suma importante", también parece encajar en el molde.

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