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Ofensiva en serie

Andrew Luck y Robert Griffin III lucieron bien, pero no llamemos a Canton todavía. AP

BRISTOL -- Terminó la primera semana de acción de la pretemporada del 2012, y nos podemos dar una idea de algunas historias que habrá que seguir de cerca.

EL CESE PATRONAL DE LOS ÁRBITROS
En junio pasado, la NFL tomó la decisión de imponer un cese patronal a la Asociación de Árbitros de la NFL. ¿Suena familiar? La liga siguió la misma estrategia con la Ssociación de Jugadores de la NFL cuando no pudieron llegar a un acuerdo.

Hace seis años, los árbitros aceptaron un contrato laboral con menos beneficios de los que pedían debido a que la liga sabía que se vendría la negociación con los jugadores y existía el riesgo de la inestabilidad laboral y por consiguiente de los contratos televisivos. Remontándonos a la actualidad, la liga firmó un acuerdo por demás favorable con la Asociación de Jugadores obteniendo la muy deseada inestabilidad, y poco después, firmó contratos jugosos con todas las cadenas que transmiten la NFL, al son de aproximadamente 40 mil millones de dólares en total hasta el 2020. La excusa de no tener ni estabilidad ni fondos sale sobrando. Los árbitros, una parte importantísima de la NFL, exijen ahora su tajada.

Los puntos en discordia son obviamente los salarios y prestaciones, pero también que la liga busca que una gran parte de sus árbitros trabajen de tiempo completo en lugar de parcialmente como lo hacen ahora. Muchos árbitros son profesionistas, maestros, o servidores públicos entre otras cosas. Piden, y con justificada razón, un aumento considerable para dedicarse de lleno a la NFL.

La liga trajo árbitros de reemplazo. La mayoría vienen del nivel de preparatoria y hasta de secundaria, y de conferencias universitarias menores. Los árbitros de la NFL capacitan a sus contrapartes de conferencias como el Big 12, Pac 10. SEC y éstos, por respeto profesional, se negaron a participar en los juegos de la NFL.

En los partidos que pude ver esta semana, vi árbitros inseguros. Constantemente interrumpían la acción y en varias ocasiones parecían estar fuera de posición. Digo parecían porque el enfoque de las cámaras era en la acción y no en los árbitros y no pasaban repeticiones. En un resumen de "SportsCenter", salieron varias pifias humillantes. Mostraron un castigo de sujetando a un regresador de patadas. Decretaron un touchback en un balón que nunca entró a la zona de anotación. En el partido entre Baltimore y Atlanta le asignaron un castigo a Arizona, y en nuestro partido de lunes por la noche vimos como el juez de línea colocaba el balón afuera de las marcas laterales.

La NFL declaró el lunes que no pensaban que hubiera un acuerdo antes del inicio de la temporada regular. Si estos árbitros sienten presión en pretemporada, cuando los estadios están medio vacíos y los partidos no cuentan, no me puedo imaginar lo que van a sentir una vez que las cosas vayan en serio.

En una negociación, la idea es que todos ganen, pero no siempre sucede. Aquél que tiene la ventaja normalmente sale con la mayor parte. En esta situación, son los árbitros los que tienen la ventaja por varias razones:

1. A diferencia de los jugadores hace un año, la mayoría tiene trabajo.
2. La NFL está por enfrentar una demanda de más de 3,000 ex jugadores por la situación de las conmociones y el daño cerebral. El argumento de los jugadores es que la liga sabía el daño que podían incurrir y que aún así no comunicó estos riesgos debidamente. La liga dice lo opuesto y alega que han tomado medidas para proteger a los jugadores. La pregunta aquí es, ¿cómo puede justificar la liga que tiene los mejores intereses de sus jugadores de por medio, y que los quiere proteger, cuando los expone con árbitros sin experiencia y con una capacitación muy limitada?

Este tema se va a poner candente con cada día que transcurra sin arreglo.

LOS MARISCALES DE CAMPO DE PRIMERA RONDA
En el último draft, cuatro QBs fueron seleccionados en la 1ª ronda con grandes expectativas: Andrew Luck, Robert Griffin III, Ryan Tannehill y Brandon Weeden.

Luck, Griffin y Weeden fueron ya declarados titulares por sus respectivos entrenadores. Tannehill está "compitiendo" con Matt Moore por el puesto en Miami. Luck, Griffin y Tannehill tuvieron buenos comienzos. Antes de introducirlos al Salón de la Fama por su desempeño en su primer partido de pretemporada hay que esperar a ver cómo juegan cuando equipos preparen planes defensivos diseñados para contenerlos. Esto no sucede en pretemporada porque la prioridad de los equipos es instalar sus sistemas ofensivos y defensivos y tratar de perfeccionarlos.

Obviamente, es alentador ver buenas actuaciones y demostraciones de talento, pero no hay que crear falsas expectativas. Weeden fue el único al que le fue mal, pero que podemos esperar cuando juega en un equipo carente de talento ofensivo. Para complicar la situación, Trent Richardson se resintió de una lesión en la rodilla y está fuera de acción. Su futuro a corto plazo es incierto.

LOS CARTUCHOS QUEMADOS
Nosotros los aficionados, y yo más que analista me considero aficionado, asumimos que un jugador que fue grande sigue siendo grande. La triste realidad es que el Padre Tiempo no perdona A NADIE. Randy Moss firmó en San Francisco. Terrell Owens en Seattle y Chad Johnson en Miami. Al ver esto, inmediatamente pensamos en el Moss de 1998, o siquiera en el del 2007, el Owens del 2001 y el Chad Johnson del 2005. Esos eran jugadores que hacían que los coordinadores defensivos no pudieran conciliar el sueño y diseñaban sus esquemas principalmente para neutralizarlos. La realidad es que hoy en día no les prestan gran atención. Vemos un destello de talento de vez en cuando, pero nada que sea causa de alarma.

El primero de ellos, Chad Johnson, ya fue despedido por haber sido arrestado por las autoridades de Miami. Hay tanta carencia de receptores en la NFL que tarde o temprano se va a acomodar con un equipo, pero como lo vimos el año pasado en Nueva Inglaterra, no va a ser factor.

La contratación de TO fue la que más sorprendió. Aún en sus mejores momentos siempre fue un cáncer en el vestidor y alienó a sus QBs y compañeros. Como dicen, "árbol que nace torcido jamás su rama endereza". Aún si se queda en el equipo, su presencia ocasionará más problemas que lo que pueda aportar en el terreno de juego.

Randy Moss es el que podría tener mejores posibilidades, pero el sistema de San Francisco está diseñado alrededor del juego por tierra. Es más probable que Mario Mannigham produzca más que el mismo Moss.

Hasta la próxima