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Real Madrid y Barcelona, sin cambios

BUENOS AIRES -- Los dos partidos de la Supercopa de España nos mostraron a dos equipos prácticamente idénticos a los del año pasado: ni Real madrid ni Barcelona mostraron novedades en cuanto a su manera de jugar al fútbol.

Está claro que es muy temprano como para saber si esto se mantendrá a lo largo del año futbolero, pero al menos los primeros indicios muestran eso. El Real Madrid sigue apostando a un fútbol vertical y el Barcelona a uno horizontal. Cada uno desplegó sus argumentos y el equilibrio fue muy grande. Sólo un gol de visitante inclinó la balanza.

El resultado final podría haberse inclinado para cualquiera de los dos, e incluso si uno se pone a pensar en los dos partidos, Barcelona hasta podría haber hecho un poco más de merecimientos para quedarse con el trofeo.

Pero el Real Madrid marcó la diferencia tácticamente al tener una actitud diferente con respecto a otros encuentros durante el primer tiempo de la revancha. Hizo algo que rara vez se había atrevido a hacer ante su archirrival: lo fue a presionar bien arriba.

Con ese sencillo cambio le complicó la vida a los de Vilanova. Los centrales y los laterales tuvieron problemas para la salida, pero además, todo el Madrid estaba parado de frente al balón y cortó con mucha más facilidad la circulación de la pelota. Los goles llegaron por errores de los centrales del Barcelona, pero el Madrid los tenía bien merecidos.

En ese período, fue a buscar el resultado, anotó dos goles y podría haber sacado más diferencia si Higuaín no hubiera convertido sólo una de tres situaciones claras. Incluso el gol de Barcelona fue una acción netamente individual, una gran ejecución de tiro libre de Messi. Eso sí, me da la sensación de que Casillas reaccionó tarde, por el miedo lógico del arquero a anticiparse en la salida y terminar recibiendo un gol en su propio palo.

Aún así, con tantas chances y un hombre más, el Madrid no lo definió cuando debía y terminó sufriendo. Pedro se perdió dos mano a mano y Casillas fue el héroe. Tal como lo había sido en el encuentro de ida, cuando frustró a Messi en una llegada que podría haber sido el 4-1, y en la contra una equivocación de Valdés le permitió a Real Madrid irse del Camp Nou con un 3-2 que le abrió la esperanza para la vuelta.

No hubo mucho más para ver de estos dos equipos que, me repito, son un calco de los de la última temporada. Sigue viéndose claramente que con Pepe el Madrid es más fuerte defensivamente (junto a Arbeloa, Ramos y Coentrao son una última línea de temer) y que si su mediocampo entra en fricción contra los creadores del Barcelona, les quita protagonismo futbolístico.

Eso pasó con Iniesta y con Xavi. De este último muchos dijeron que hace tiempo no se lo veía jugar tan mal, pero yo recuerdo que en la reciente Eurocopa, sólo tuvo un partido sobresaliente, y fue justamente el que mejor jugó España.

Los dos equipos, Barcelona y España, lo van a pagar muy caro cuando Xavi no esté más, ya que él es clave para mantener el monopolio del balón en el que basan su esquema de juego. Y atentos que con 32 años, tampoco le queda demasiado recorrido.

El Barcelona de Vilanova también es una copia del de Guardiola. En esa continuidad, no se le puede reprochar nada en estos cuatro partidos que vimos, ya que la disposición táctica fue la misma y las producciones también, más allá de la derrota en el Bernabeu.

Si hay algo tengo que decir, es que me da la impresión de que Mascherano puede jugar de marcador central en un equipo como Barcelona, que tiene tanta posesión. No sé si podría hacerlo en otro equipo que reparta más la pelota. Pero aquí al menos saca el máximo de sus virtudes, propias del volante central, pero adaptadas a otra posición, como son la velocidad, el anticipo y el buen pie para salir jugando.

Claramente Barcelona cree en él como marcador central, porque si no no hubiera traído como volante central a Song por el dinero que pagó. Junto a Alba, al que se vio más contenido como lateral, esos fueron los dos grandes refuerzos.

El Madrid también se movió poco y nada en el mercado. Sigue sin cerrarse lo de Maicon y llama la atención la llegada de Modric, que puede jugar tanto en el lugar de Ozil como en el de Di María. Puede ser una opción para ambos ante la gran cantidad de competencias, pero viendo que Kaká difícilmente se marche, parece haber demasiadas variantes para pocos lugares.

En definitiva, el Real Madrid se quedó con el primer cruce directo del año, pero al mismo tiempo ya cedió mucho terreno en la Liga. Solamente van dos fechas, pero estos cinco puntos pueden terminar siendo decisivos a la larga, más cuando la lógica indicaba que de local ante el Valencia y de visitante ante el Getafe debería tener puntaje perfecto.

Felicidades.